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Falacias de transferencias de propiedades


Enviado por   •  29 de Febrero de 2020  •  Resúmenes  •  1.771 Palabras (8 Páginas)  •  1.631 Visitas

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Falacias de transferencias de propiedades

Contra la persona

Esta falacia se divide en dos variantes: ofensiva y circunstancial.

  • Contra la persona-ofensiva (argumentum ad hominem)

Se comete la falacia contra la persona (ofensiva) cuando, para refutar la conclusión de una persona o señalar que es falsa, en lugar de ofrecer razones pertinentes para ello, se ataca a la persona que sostiene dicha tesis o conclusión. La siguiente historieta ilustra esta falacia:

[pic 2]

Como puede verse aquí, el policía estadounidense quiere refutar la afirmación del migrante acerca de que los policías de Estados Unidos no respetan los derechos de los migrantes, pero en lugar de ofrecer argumentos que refuten la postura de su interlocutor, ataca al migrante que hace esta afirmación descalificándolo para así invalidar su argumento.

Contra el hombre-circunstancial

La falacia contra el hombre-circunstancial se divide en dos tipos: intereses personales y auto-contradicción

  • Contra el hombre-circunstancial de intereses personales

Incurre en esta falacia quien señala los intereses supuestamente ocultos de alguien con la intención de echar abajo las afirmaciones de dicha persona. Por ejemplo:

[pic 3]

Como ves, esta mujer quiere refutar la afirmación de Susana acerca de que los hornos de microondas no causan cáncer, pero no da razones adecuadas para ello. Se limita a señalar que ella es vendedora de microondas, insinuando así que la afirmación de Susana no es verdad, pues tiene intereses relacionados con el asunto del que habla. Si bien la tesis de la mujer puede ser correcta (hay estudios que prueban que los hornos de microondas producen cáncer), su argumentación es insuficiente para apoyar la conclusión.

Para asegurarte de haber comprendido correctamente esta falacia, debes preguntarte quién incurre en ella: la mujer o Susana. Si respondes que Susana (porque es ella quien tiene cierto interés en vender hornos de microondas), significa que no has comprendido adecuadamente y debes releer con cuidado. Quien cae en un argumento falaz es la mujer, pues en lugar de argumentar por qué los hornos de microondas no producen cáncer, se limita a cuestionar a Susana (a atacarla) con base en su ocupación e intereses. Si lo piensas detenidamente, verás que Susana ni siquiera está argumentando.

  • Contra el hombre-circunstancial de auto-contradicción

Se incurre en esta falacia cuando se dice que una persona afirma una cosa y hace lo contrario. Por lo tanto es incongruente y, por ello, cualquier afirmación que haga relacionada con su acción se considera falsa. Por ejemplo:

[pic 4]

Como puedes observar en la imagen anterior, el joven quiere refutar la afirmación de su profesor de Ética sobre la necesidad de actuar moralmente. La razón que ofrece para hacerlo es que el profesor no se comporta moralmente y, por ello, su proposición es falsa. No obstante, si se es cuidadoso, se advertirá que no ofrece ninguna razón válida para refutar lo dicho por el profesor, pues no es posible determinar –lógicamente hablando– que por el hecho de que alguien no se comporte moralmente, es falso que las personas deban actuar moralmente.

Aunque la persona sea incongruente, sus afirmaciones no deben descartarse automáticamente, pues desde una perspectiva lógica, es necesario valorar la verdad o validez de lo afirmado por él. Sin embargo, examinar esto último no cancela el hecho de que pueda cuestionar el derecho moral de esa persona para afirmar lo que dice, pues al practicar todo lo contrario es, en efecto, una persona incongruente. Sin embargo, carecer de autoridad moral no es lo mismo que decir falsedades. Una cosa es valorar lógicamente las afirmaciones o argumentos y otra muy distinta valorar el derecho moral que tiene para decirlas. Así, incluso los grandes malhechores pueden hacer afirmaciones verdaderas.

Para asegurarte de haber comprendido adecuadamente, deberás preguntarte quién cae en una falacia: el estudiante o el profesor. Si respondes que el profesor (porque su conducta contradice su discurso), significa que no has comprendido correctamente y debes releer con atención. Quien cae en la falacia es el estudiante (de nuevo, el profesor ni siquiera está argumentando), pues en vez de demostrar mediante argumentos que no se debe ser personas morales, ataca al profesor señalando que es moralmente incongruente. Una conducta (sea buena o mala) nunca será, por sí sola, una razón que demuestre la verdad o falsedad de una proposición. Sólo otras proposiciones pueden hacerlo.

Apelación a la autoridad

Esta falacia se divide en dos tipos: de autoridad individual y de autoridad colectiva

  • Apelación a la autoridad individual (argumentum ad verecundiam)

Se incurre en esta falacia cuando se pretende que algo sea verdadero sólo porque alguien –a quien se le atribuyen cualidades que se admiran– lo dice, pero en realidad no es una autoridad en el tema tratado. Observa el siguiente ejemplo:

[pic 5]

Como puedes advertir, el anciano argumenta a su nieto que la esclavitud no es mala, y esgrime como razón que una autoridad como Aristóteles (connotado filósofo) la defendió. Sin embargo, el hecho de que el filósofo griego haya defendido esa idea no significa que sea verdadera, pues a pesar de ser un personaje histórico importante, no fue una autoridad en dicho tema y es claro que, en todo caso, la defendió bajo otro contexto.

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