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INMUNOLOGIA


Enviado por   •  16 de Octubre de 2013  •  3.519 Palabras (15 Páginas)  •  258 Visitas

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“Colegio Santa Cruz “

Villarrica

Integrantes: Maura Rebolledo

Curso: 4°”B” E.M

Profesor: Daniela Cofre

Asignatura: Biología

ANTIBIOTICOS

Un antibiótico es una sustancia química capaz de matar un determinado microorganismo o de interferir en su desarrollo o reproducción. Los antibióticos se utilizan como agentes quimioterapéuticos, es decir, sustancias químicas que tienen efecto tóxico sobre cierto tipo de microorganismos patógenos, especialmente bacterias.

Sin embargo, hay muchos antibióticos que también producen efectos adversos. Algunos de ellos, como la penicilina, son altamente alergénicos y pueden causar sarpullido, estados de shock y otras manifestaciones alérgicas en algunos individuos. Otros antibióticos, como la tetraciclina, provocan alteraciones de la flora bacteriana intestinal y pueden dar lugar a superinfecciones causadas por hongos y otros microorganismos, las cuales derivan en problemas gastrointestinales. El cloramfenicol, cuyo uso se encuentra actualmente restringido, es causante de graves trastornos sanguíneos. Por otra parte, el uso de estreptomicina puede afectar los oídos y riñones.

Otro inconveniente asociado al uso de antibióticos lo constituye la posibilidad de que el microorganismo patógeno sea resistente al medicamento. Bacterias normalmente susceptibles a un determinado antibiótico pueden, por mutación genética, generar defensas contra el mismo. De esta manera, pueden desarrollarse cepas de bacterias resistentes a los antibióticos comúnmente utilizados. Este proceso de inmunización se ha visto acelerado por el uso excesivo de antibióticos.

Los antibióticos se utilizan únicamente contra microorganismos bacterianos. No obstante, hay quienes, considerándolos medicamentos milagrosos, piden que se los prescriba para infecciones virales comunes, tales como la gripe o el resfrío, contra las cuales no tienen ningún efecto. Es posible que el uso de antibióticos no pueda eliminarse por completo, lo cual, por otra parte, no sería necesario, ya que los antibióticos han contribuido a lograr grandes avances en la lucha contra las enfermedades y han salvado innumerables vidas.

Sin embargo, se pueden reemplazar las bacterias beneficiosas del organismo mediante el uso de probióticos. Estos son cultivos de microorganismos vivos que recolonizan las paredes del intestino y aseguran el equilibrio entre las poblaciones de bacterias beneficiosos y perjudiciales. Los probióticos más comunes son el Lactobacillus acidophilus y el Lactobacillus bifidus, los que, generalmente, se consiguen en las farmacias y se encuentran en el yogurt en forma de “cultivos vivos.”

La acción de los probióticas puede estimularse mediante el agregado de prebióticos, los cuales hacen las veces de alimento para las bacterias beneficiosas del tubo digestivo. Los prebióticos que se encuentran más fácilmente disponibles son los llamados fructooligosacáridos (FOS), los cuales se hallan en hortalizas tales como el alcaucil y el tomate y pueden conseguirse en la sección de alimentos refrigerados de los supermercados y en farmacias. Los prebióticos y los FOS alimentan específicamente las bacterias beneficiosas del tracto gastrointestinal, permitiéndoles desplazar las bacterias nocivas. Ambos constituyen otro avance en el mantenimiento de un aparato digestivo saludable y una razón más para consumir frutas y verdura

Formas de administración de antibióticos:

Local: La aplicación local se realiza en un área específica ya sea sobre la piel, en los ojos, o sobre la membrana mucosa. Los antibióticos para el uso local están disponibles en forma de polvos, ungüentos, o cremas.

Oral: Hay dos formas de acción para la aplicación por vía oral. La primera son tabletas, líquidos y cápsulas que se tragan. En este caso, el antibiótico se libera en el intestino delgado para ser absorbido en el torrente sanguíneo. La segunda es por medio de caramelos o pastillas que se disuelven en la boca, donde el antibiótico se absorbe a través de la membrana mucosa.

Parenteral: Las aplicaciones fuera del intestino se llaman parenterales. Una forma de aplicación es mediante una inyección, que puede ser subcutánea (debajo de la piel), intramuscular (en un músculo), o intravenosa (directo en una vena). La administración Parenteral de un antibiótico se usa cuando un médico requiere una concentración fuerte y una acción rápida del antibiótico en la corriente sanguínea.

Consejos en el uso de los antibióticos

Sólo se debe recurrir al tratamiento con antibióticos cuando la evolución de la enfermedad no pueda ser frenado por otros medios, por supuesto, con las indicaciones que el médico prescriba. No debe tomar antibióticos sin una receta médica o dar alguno a otra persona sin una consulta previa, ya que estos medicamentos no son apropiados para todas las enfermedades y el uso innecesario puede causar resistencia bacteriana, es decir, que las bacterias creen un mecanismo de defensa contra los antibióticos y estos ya no les afecten.

El uso de antibióticos sin las prescripciones adecuadas puede generar que algunas bacterias se hagan resistentes y ya no sea posible controlarlas con los medicamentos, ya que cuando las bacterias se hacen inmunes la enfermedad se prolonga, además de provocar contagios a otras personas.

Para que los antibióticos puedan actuar de manera correcta, deben tomarse en la cantidad indicada, el número de veces que se recetan y durante el tiempo que señale el médico. Esto es importante, porque si se suspende el tratamiento antes del tiempo indicado, las bacterias pueden reiniciar la infección, generar inmunidad hacia el padecimiento y la prolongación de la enfermedad.

Las recomendaciones básicas en el uso de los antibióticos son:

-No tomarlos sin las indicaciones de un profesional de la salud.

-Cada vez que se receten antibióticos, tomarlos según las indicaciones del médico; cantidad, periodicidad (el número de veces al día), y durante el tiempo indicado.

-Consultar al médico en caso de dudas.

-No guardar el medicamento sobrante de un tratamiento, ya que esa cantidad no es la cantidad adecuada para iniciar otro.

Un mejor uso de los medicamentos de este tipo puede ayudar a que nuestro estado de salud mejore más rápidamente en caso de que padezcamos alguna enfermedad que requiera la medicación de antibióticos.

AUTOINMUNIDAD

¿Qué es la autoinmunidad?

Una de las funciones del sistema inmunitario es proteger el cuerpo respondiendo ante los microorganismos invasores, como virus o bacterias, mediante la producción de anticuerpos o linfocitos sensibilizados. En condiciones normales, no se puede producir una inmunorespuesta contra las células de propio cuerpo.

En ciertos casos, las células del sistema inmunitario atacan las mismas células que deberían proteger; es decir, las células del propio cuerpo. Esto puede conducir a una gran variedad de enfermedades llamadas autoinmunes, dependiendo de cuál sea el órgano o sistema atacado.

La autoinmunidad ocurre de manera natural en todas las personas hasta un cierto grado; y en la mayoría de nosotros no provoca enfermedades. Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando se produce cierta alteración en el proceso de control y tolerancia inmunológica. Se piensa que la inflamación (la reacción inmunitaria normal) iniciada para destruir a estos agentes tóxicos o infecciosos, provoca de alguna manera una sensibilización hacia los tejidos propios implicados. (La sensibilización de los linfocitos es el proceso que los especializa en destruir determinados antígenos específicos).

Síntomas

Hay más de 80 tipos de enfermedades autoinmunes diferentes y cada una de ellas presenta síntomas distintos. Sin embargo, existen algunos síntomas muy inespecíficos que pueden aparecer en todas ellas. Son los siguientes: fatiga, mareo, malestar general y fiebre muy baja.

Tratamiento

De primera importancia en el tratamiento de cualquier enfermedad autoinmune es la corrección de cualquier deficiencia importante causada por ella. Por ejemplo, la administración de las hormonas que no están siendo producidas por una glándula, tal como la tiroxina en una enfermedad autoinmune de la tiroides, o la insulina en la diabetes tipo I. En las enfermedades autoinmunes que afectan a la sangre, el tratamiento puede implicar la sustitución de los componentes de la sangre mediante transfusión. En segundo lugar en importancia se encuentra la disminución de la actividad del sistema inmunitario. Esto hace necesario un equilibrio delicado, controlando la enfermedad al mismo tiempo que se mantiene la capacidad del cuerpo de luchar contra la enfermedad en general. Los medicamentos utilizados habitualmente son corticosteroides.

Tipos de enfermedades autoinmunes

Los órganos y tejidos que se ven comúnmente afectados por trastornos autoinmunes son los componentes de la sangre como los glóbulos rojos, los vasos sanguíneos, los tejidos conectivos, las glándulas endocrinas como la tiroides o el páncreas, los músculos, las articulaciones y la piel. Los procesos autoinmunes pueden tener varios resultados, por ejemplo, destrucción lenta de un tipo específico de células o de tejido, estimulación excesiva del crecimiento de un órgano, o interferencia en su función. Algunos pacientes pueden experimentar varias enfermedades autoinmunes al mismo tiempo.

Las enfermedades autoinmunes pueden ser órgano específicas y no órgano específicas. En las primeras, el proceso autoinmune se dirige sobre todo contra un órgano. Por ejemplo, la tiroiditis de Hashimoto (glándula de tiroides), la Anemia perniciosa (estómago), la enfermedad de Addison (glándulas suprarrenales), y la diabetes insulino dependiente o diabetes tipo I (páncreas).

En las enfermedades no órgano específicas, la actividad autoinmune se extiende por todo el cuerpo. Entre ellas se encuentran artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, y la dermatomiositis.

ALERGIAS

¿Qué es una alergia?

Es una hipersensibilidad (reacción extraña) a una sustancia en particular (alérgeno), que si se inhala, se ingiere o se tiene contacto con ella, produce síntomas característicos. Una alergia es una reacción anormal, inadaptada y exagerada del sistema inmune ante sustancias que comúnmente son bien toleradas. La especialidad médica que estudia las enfermedades relacionadas con procesos alérgicos es la alergología. La alergología está muy relacionada con la inmunología, la dermatología, la neumología y la otorrinolaringología, puesto que en los procesos alérgicos interviene el sistema inmunitario, y sus manifestaciones aparecen frecuentemente en la piel y en el aparato respiratorio.

Las características clínicas generales de las reacciones alérgicas son:

- Rinitis alérgica: Es una enfermedad que afecta a la mucosa nasal y que presenta síntomas como estornudos en salva, rinorrea (moqueo), prurito nasoconjuntival (comezón), y obstruccion nasal; puede presentarse estos síntomas de manera temporal (intermitente) o permanente. Está relacionada hasta en un 40% de los casos con algún grado de afección bronquial (asma). Es causada por la inhalación de alérgenos intradomiciliarios (polvo, ácaros, hongos, epitelios de animales) o extradomiciliaiiros (pólenes de árboles, pastos, zacates, arbustos).

- Asma: Enfermedad crónica inflamatoria de las vías respiratorias bajas (bronquios), mediada genéticamente y desencadenada por factores ambientales. Caracterizada por la presencia de tos (nocturna y post ejercicio), sibilancias (silbido de pecho), opresión torácica (pecho congestionado), síntomas que tienden a ser reversibles total o parcialmente, ya sea de manera espontánea o con fármacos. La reversibilidad de los síntomas dependen del grado de remodelación bronquial (destrucción bronquial) que tenga cada paciente y que está directamente relacionada con la cronicidad de la enfermedad y la calidad de atención médica recibida. - Alergia alimentaria: Es una reacción adversa mediada por mecanismos de la alergia y que se presenta posterior a la ingesta de algún alimento que para la mayoría de las personas es inocuo. Los principales signos son cutáneos en forma de urticaria y/o angioedema (ronchas e hinchazón) y gastrointestinales (vómito, diarrea, distensiónabdominal). En los casos graves puede causar anafilaxia. Leche, huevo, frutas, pescados, mariscos, frutos secos o aditivos alimentarios son los principales responsables de alergias en niños y adultos.

- Anafilaxia (Shock anafiláctico): Es una reacción extraordinariamente aguda y severa que pone en peligro la vida. Se manifiesta con la presencia de habones (ronchas), edema (hinchazón), alteraciones respiratorias (que van de tos y carraspera hasta insuficiencia respiratoria), hipotensión y paro cardio respiratorio. Puede ser originada principalmente por antibióticos, alimentos y piquetes de insectos.

¿Cómo se diagnostica una alergia?

Para diagnosticar una enfermedad alérgica se debe establecer una correlación entre la sintomatología observada, un alérgeno desencadenante y la participación del sistema inmune. Esto se inicia con una historia clínica del paciente, considerando los antecedentes familiares y un examen físico. El diagnóstico se corrobora mediante estudios especiales como las pruebas cutáneas que permite poner en evidencia la presencia del alérgeno (sustancia que origina la alergia) sospechoso. Otros estudios complementarios también pueden ayudar en el diagnostico pero se consideran de segunda línea (Espirometría, Teleradiografia de Tórax, biometríahematica, Eosinofilos en moco nasal, Perfil de Inmunoglobulinas, etc).

¿Qué es la Inmunoterapia Específica (Vacunas)?

El tratamiento con inmunoterapia específica con alérgenos modifica la respuesta inmunitaria e induce un estado de tolerancia a la exposición al alérgeno. Está indicada en pacientes con asma bronquial y/o rinoconjuntivitis alérgica así como en la anafilaxia por picadura de himenópteros (abejas). Cabe destacar que, aparte de la evitación del alérgeno, es la única herramienta terapéutica disponible para cambiar el curso natural de la enfermedad alérgica. Consiste en la administración por vía sublingual (oral) o parenteral (subcutánea) de extractos alergénicos estandarizados mediante pautas convensionales o agrupadas para la mejoría de los signos y síntomas alérgicos. Normalmente esta mejoría se obtiene en los primeros 3 meses de haber iniciado el tratamiento sin embargo el esquema de mantenimiento tiene una duración de 3 a 6 años. El objetivo final es controlar y mantener el control de los síntomas alérgicos por muchos años a pesar de haber terminado el tratamiento

GRUPOS SANGUINEOS

No todos los productos derivados de la sangre se pueden transfundir a cualquier destinatario. La compatibilidad entre la sangre del donante y la del paciente es fundamental.

Un grupo sanguíneo es una forma de agrupar ciertas características de la sangre en base a la presencia o ausencia de determinadas moléculas, llamadas antígenos, en la superficie de los glóbulos rojos. Existen muchos grupos sanguíneos, pero entre todos ellos destacan por su importancia a la hora de la transfusión los grupos pertenecientes al sistema ABO y Rh.

El sistema ABO: En este caso la sustancia que determina el grupo sanguíneo son los azúcares, y según su composición encontramos cuatro grupos: A, B, AB y O. En cada uno de estos grupos los hematíes tienen un antígeno que los diferencia, el grupo A tiene el antígeno A, el grupo B tiene el antígeno B, el grupo AB tiene los dos antígenos y el grupo O no tiene antígeno A, ni B.

El sistema Rh En 1940 se descubrió otro grupo de antígenos (D) que se denominaron factores Rhesus (factores Rh) porque fueron descubiertos durante unos experimentos con simios del tipo Macaccus Rhesus. Según este grupo sanguíneo, las personas con factores Rhesus en su sangre se clasificarían como Rh positivos; mientras que aquellas sin los factores se clasificarían como Rh negativos, y sólo podrán recibir sangre de donantes Rh negativos.

Compatibilidad

O A B AB

Rh + 36% 37% 9% 3%

Rh - 6% 7% 1% 1%

Al combinar estos dos sistemas podemos llegar a una clasificación más detallada de los diferentes tipos de sangre: A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-. Algunos de estos grupos sanguíneos son más raros que otros. En la región Granada-Almería el desglose es el siguiente:

En la mayoría de los casos, los paciente reciben sangre de su mismo grupo sanguíneo, sin embargo, las personas del grupo O-, que no presentan los antígenos A, B ó D en la superficie de sus glóbulos rojos, puede donar sangre a cualquier persona, son "donantes universales". Del mismo modo, los individuos AB+ se denominan "receptores universales”, porque en la superficie de sus glóbulos rojos están simultáneamente los antígenos A, B y D.

En la siguiente tabla vemos resumida la compatibilidad de grupos:

Grupo A quién puede donar De quién puede recibir

A+ Puede donar a A+ y AB+ Puede recibir de A± y O±

A- Puede donar a A± y AB± Puede recibir de A- y O-

B+ Puede donar a B+ y AB+ Puede recibir de B± y O±

B- Puede donar a B± y AB± Puede recibir de B- y O-

AB+ Puede donar a AB+ Receptor universal

AB- Puede donar a AB± Puede recibir de A-, B-, AB- y O-

O+ Puede donar a A+, B+, AB+ y O+ Puede recibir de O±

O- Donante universal Puede recibir de O-

RECHAZO DE ORGANOS

¿Qué es el rechazo de órganos?

Nuestro organismo se protege de ataques externos a través del sistema inmune, por lo que la presencia de sangre o tejido extraño en el cuerpo, hace que actúe nuestro sistema inmune desencadenando una reacción o un rechazo al trasplante.

Hoy en día se sabe que la células con núcleo poseen unos marcadores en su superficie que son reconocidos como extraños al inocularse o trasplantarse a otro sujeto. Estos marcadores reciben el nombre de antígenos (Ag) de histocompatibilidad o antígenos de trasplante y proporcionan a los tejidos de cada individuo unas características únicas que lo diferencian de los demás

Para evitar el rechazo, antes del trasplante, se estudia el tejido para identificar si los antígenos que contiene son compatibles o no con el receptor. Aunque el estudio del tejido asegura que el órgano o tejido sea lo más similar posible a los tejidos del receptor, la compatibilidad nunca es perfecta. Ninguna persona tiene antígenos idénticos a otra, exceptuando los gemelos idénticos. Es por ello que los medicamentos inmunosupresores, (los que anulan nuestro sistema inmune) son necesarios para prevenir el rechazo, porque si no nuestro cuerpo casi siempre ocasionaría una respuesta inmune, y provocaría la destrucción del tejido extraño. Después de un trasplante la incidencia de rechazo varía, según el órgano, entre el 30 y el 60% pero los episodios de rechazo no significan necesariamente la pérdida del órgano. Más del 90% de los rechazos agudos pueden tratarse con éxito con las modernas pautas de inmunosupresión.

Tipos de rechazo

Rechazo hiperagudo: Se produce en el plazo de minutos a horas después del restablecimiento de la circulación sanguínea en el injerto y está causado por anticuerpos preexistentes.

Rechazo agudo: Se produce habitualmente durante los primeros meses después del trasplante y es bastante habitual. Después de un año del trasplante, el rechazo agudo es menos frecuente.

Rechazo crónico: Es la fase en que la función de un órgano trasplantado está crónicamente deteriorada y finalmente puede producirse la pérdida del injerto. Evoluciona gradualmente durante meses o años. Entre las muchas causas posibles, están los episodios previos "reversibles" de rechazo agudo, la hipertensión no controlada, la elevación del colesterol, diabetes, tabaquismo, obesidad, ciertas infecciones o el tipo de donante.

¿Como se detecta el rechazo?

Los síntomas, varían dependiendo del órgano o tejido trasplantado, pero en reglas generales se puede observa alteración de la función del órgano, dolor en la zona del órgano, fiebre o incluso sensación de enfermedad. Pero lo que nos dirá si hay rechazo o no será la biopsia del órgano.

Cuanto tiempo hay que tomar los inmunosupresores

Este tratamiento se inicia en el momento de la cirugía. Se compone de varios medicamentos que se ir modifican a lo largo del tiempo. Al principio del transplante, la dosis y el número de fármacos es más elevado. Con el tiempo, la dosis irá ajustándose e incluso se puede suspender alguno. No obstante, el tratamiento es indefinido. El abandono de la medicación, aunque sea años después del trasplante, puede ocasionar un rechazo agudo tardío.

Prevención

La hemoclasificación ABO y la tipificación de HLA (antígeno tisular) antes de un trasplante ayudan a garantizar una compatibilidad cercana. Usted generalmente necesitará tomar el medicamento para inhibir el sistema inmunitario por el resto de su vida para evitar el rechazo del tejido.

El hecho de tener cuidado al tomar adecuadamente los medicamentos después del trasplante y de tener una vigilancia atenta por parte del médico puede ayudar a prevenir el rechazo.

VACUNAS

Las vacunas son medicamentos biológicos que, aplicados a personas sanas, provocan la generación de defensas (anticuerpos) que actúan protegiendo ante el contacto con los agentes infecciosos contra los que se vacuna, evitando la infección o la enfermedad.

Las vacunas benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no vacunadas y susceptibles que viven en su entorno .La mayoría de las vacunas son medicamentos elaborados a partir de los agentes infecciosos, tratados e inactivados para eliminar su capacidad de producir enfermedad, manteniendo su capacidad de estimular la respuesta protectora del sistema inmunológico de la persona vacunada.

¿Cómo se aplican?

Las vacunas se aplican a través de una inyección o por vía oral. En muchos casos son necesarias varias aplicaciones para conseguir que el efecto protector se mantenga durante años. Para facilitar la aplicación correcta de las vacunas en niños y niñas se ha elaborado un Plan Nacional de Inmunización

¿Cómo se fabrican las vacunas?

Se fabrican con antígenos bacterianos o virales. Hay varias formas de obtener estos antígenos:

-Dando muerte al microorganismo como sucede con la vacuna contra la Poliomelitis.

-Usando las proteínas que envuelven externamente a un microorganismo, como sucede con la vacuna contra el Haemophilus Influenza B.

-Debilitando al agente infeccioso o usando complejos modelos de fabricación apoyados en ingeniería genética, como la vacuna contra la hepatitis B. Estos métodos proporcionan vacunas con diferentes grados de protección y explican los distintos números de dosis que se requieren para lograr una inmunización adecuada.

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