Las Raices Eticas Del Liderazgo

Introducción

Según lo aprendido en el libro Ética en las Organizaciones por Manuel Guillen, es indispensable rescatar que la ética, la motivación y el liderazgo están totalmente relacionados entre si y forman parte fundamental para el desarrollo, tanto en el ámbito organizacional de una empresa como en el ámbito personal, debido a que existen varios factores que están relacionados con el progreso de las personas en su trabajo.

En la actualidad las empresas requieren desarrollar nuevos modelos, nuevas responsabilidades, no sólo para optimizar tiempo y recursos económicos, sino para aplicar mecanismos que permitan tener Recursos Humanos enfocados a Principios Morales y a la Ética de la Organización. Es por esto que es preciso estudiar cuales son las necesidades humanas y los motivos que impulsan a una persona a comportarse de algún modo en particular con el fin de poder mejorar el rendimiento entre los trabajadores. Una organización ética se caracteriza por agilizar y aportar iniciativa para fomentar la cooperación entre sus miembros, de manera que es de vital importancia conocer el interior de las personas, aquello que lo motiva, enseñarles para que, porqué y cómo estar constantemente motivados. Es decir, que si no se toma en cuenta este punto no tendremos bien claro para que trabajamos ni el objetivo de nuestro cooperación en la organización.

La ética en el ámbito profesional ha ido ocupando mayor participación en el mundo laboral de hoy, ya que es un factor indispensable que envuelve aspectos que construyen confianza e influye en la reputación de todo el grupo en la organización, de manera que de ello depende el prestigio, legitimidad y el apoyo social que pueda llegar a tener la empresa. Para lo cual también resaltaremos en el desarrollo del ensayo, el valor que tiene la combinación de la motivación con un buen liderazgo el cual no busca un desarrollo personal o egoísta sino un crecimiento que involucre a todos como grupo.

Dimensión ética de la motivación

La motivación humana ha sido objeto de estudio de las ciencias del comportamiento durante décadas. La persona actúa guiada por razones o motivos y estos a su vez se los podría definir como los objetivos que incitan a actuar de una determinada manera. Un ejemplo claro que explique cuáles son las necesidades humanas o motivos, es decir, el que mueve a una persona a comportarse de una forma en especial son las teorías de contenido sobre la motivación humana, las cuales proponen a su vez tres representantes con sus respectivas propuestas: la propuesta de la pirámide de motivaciones Maslow, la teoría de factores de Herzberg y finalmente las tres necesidades de McClelland. (Etica en las organizaciones, Manuel Guillén Parra: 2006)

La pirámide de Maslow, postula que en todo ser humano se dan necesidades o motivos que justifican su conducta, las personas actúan por motivos de distinta índole que pueden ser más o menos impulsivos, dentro de estas necesidades se destacan las de orden superior que incluyen motivos sociales, de estima, de autorrealización y las de orden inferior que incluyen los motivos de contenido fisiológico y de seguridad. En la teoría de factores de Herzberg se pone a manifiesto factores intrínsecos o motivadores los cuales se caracterizan por generar motivación y satisfacción cuando se presentan y también están los factores extrínsecos los cuales se caracterizan porque en el caso de no estar presente generan insatisfacción. En conclusión ambos autores coinciden en explicar un enfoque de contenido, pues describen factores o motivos que justifican el obrar humano.

Por otro lado, encontramos que la motivación puede ser definida como el proceso que lleva a la persona a comportarse de un modo u otro, mientras que, el motivo es la razón o la causa que activa el proceso. Para una mejor comprensión de los motivos que llevan a actuar a una persona de diferentes formas surgen las teorías de proceso sobre la motivación humana, las cuales tienen por objetivo entender cuál es el proceso que sigue la persona para actuar ante una determinada situación. “Una de las teorías más populares es la teoría del refuerzo de la conducta Skinner (1953), en la cual el individuo toma consciencia de una necesidad insatisfecha, lo que provoca un impulso que lleva a buscar la manera de satisfacer dicha necesidad”. Otra de las teorías reconocidas, es “la teoría de las expectativas de Vroom (1964), la cual parte de una concepción más racional del ser humano capaz de adelantar y valorar (generar expectativas)”. Además se hace presente “la teoría de la equidad defendida por el profesor Adams (1965), la cual explica que si una persona percibe falta de equidad en el proceso de motivarla, dicha percepción influirá en su conducta negativamente y por el contrario una percepción de equidad en el sistema de incentivos ayudara a que exista mayor motivación. Finalmente, otra teoría de la motivación que se centra en el proceso, es “la teoría de las metas de Lathans y Locke (1979), que inciden en la importancia del conocimiento de las metas u objetivos que se persiguen con una conducta para que esta se lleve a cabo con mayor motivación”.

Los estudios de acerca del comportamiento individual y organizativo centran su atención en el qué, el porqué y el cómo de la motivación humana dejando de lado la cuestión del para qué, es decir, la razón de tener un personal motivado dentro de una organización, ya que si no se considera el para qué de la motivación, estaríamos dejando de lado o descuidando el capital humano de una organización, ya que, mientras la motivación se haga presente en el personal las cosas marcharan de una mejor manera.

Sin embargo, “uno de los mayores avances en el estudio de la relación entre motivación y ética sea gracias al profesor Pérez-López, quien propone un modelo motivacional que incorpora de modo explícito un tipo de motivación no considerado por las investigaciones tradicionales y que tiene implicaciones desde el punto de vista ético”. Dentro de este modelo se distinguen 3 tipos de motivos que inciden en el proceso de motivación que son: “los motivos extrínsecos que son definidos como lo que se espera recibir a cambio de la acción”, “los motivos intrínsecos definidos como lo que se espera aprender o disfrutar realizando la acción” y “los motivos trascendentes definidos como lo que se espera que otras personas se beneficien de la acción”, es decir el bien que la acción produce en los demás. Al ser propuestos estos motivos desde el estudio de la acción humana permiten dar una definición en este marco. “La motivación extrínseca que es definida como el tipo de fuerza que empuja a la persona a realizar una acción debido a las recompensas”. “La

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