Los Carbohidratos En La Dieta

Los carbohidratos son, junto con los lípidos, proteínas y grasas, nuestra principal fuente de energía para el organismo. Estos están formados por sacáridos, los cuales forman los dos tipos principales de carbohidratos que son los azúcares y los almidones.

Los azúcares son carbohidratos simples de una o dos moléculas de sacáridos. Se encuentran en el azúcar de caña como sacarosa y en el azúcar de la leche como lactosa.

Los almidones son carbohidratos complejos formados por más de dos sacáridos. Los encontramos en frutas, verduras, cereales, pastas y papas. también los encontramos en helados, panes, pasteles, dulces, etcétera.

Los seres humanos necesitamos de energía, por tanto, el cuerpo requiere alimentarse para producir calor.

Los seres humanos necesitamos de energía, por tanto, el cuerpo requiere alimentarse para producir calor. Los alimentos se miden en calorías, las cuales son unidades extremadamente pequeñas; así, cuando nos referimos al valor energético de los alimentos se emplean las kilocalorías, el equivalente a 1000 calorías. Los seres humanos requerimos de un aporte calórico promedio de 750 calorías diarias para realizar las funciones básicas, esta cantidad varía de acuerdo con la edad, la estatura, el sexo y la actividad física. Un adulto puede necesitar hasta 6000 calorías al día.

En términos generales, los parámetros nutricionales requeridos son desde 30 a 35 calorías por kilogramo de peso de una persona.

El sobrepeso es el resultado de un desequilibrio energético que se produce cuando hay una ingestión calórica excesiva en relación con el gasto de energía del sujeto. Al ingerir más energía de la necesaria, ésta se almacena en forma de grasa. El primer paso es reducir el consumo total de calorías al día. Al bajar el consumo total de calorías, hay que consumir menos de todo. También de carbohidratos. Lo que se plantea es subir el porcentaje de hidratos sobre el total del aporte energético a costa de reducir el de las grasas.

Las dietas muy bajas en grasas son muy ricas en carbohidratos, por lo que resulta muy interesante que, en los últimos años, las dietas bajas en carbohidratos hayan tenido una gran aceptación. Al igual que sucede con el resto de dietas, puede que el principal motivo de que las dietas bajas en carbohidratos funcionen resida en que son bajas en calorías. Sin embargo, hay otras posibles explicaciones a la pérdida de peso que se experimenta con las dietas bajas en carbohidratos.

En primer lugar, las dietas bajas en carbohidratos dependen, en parte, de un truco químico para provocar la perdida de peso. Cuando se restringe la ingesta de carbohidratos, el organismo utiliza rápidamente los carbohidratos almacenados para obtener energía. El glucógeno se almacena en agua, por lo que cuando se utiliza el glucógeno, se libera agua en la sangre y luego pasa a la orina. Con cada 475 mililitros que se excretan con la orina, se pierden 250 gramos de peso. Las dietas bajas en carbohidratos prometen una pérdida de peso de dos a seis kilos en las dos primeras semanas, pero la mayoría de éste peso es en agua. Como las dietas bajas en carbohidratos consiguen que se pierda mucho peso con rapidez, resulta fácil creer que eliminar los carbohidratos es la mejor manera más efectiva de perder peso. También se puede pensar que son los carbohidratos los que provocan el aumento de peso y la obesidad, porque cuando se vuelven a incorporar a la dieta, se recupera peso, básicamente como consecuencia de que el agua se ha movido en el sentido contrario.

En segundo lugar, una vez que se ha utilizado todas las reservas de carbohidratos, se empieza

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