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Los alimentos transgénicos han causado un gran impacto en el desarrollo de la biotecnología.


Enviado por   •  21 de Abril de 2016  •  Documentos de Investigación  •  2.005 Palabras (9 Páginas)  •  245 Visitas

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TRABAJO DE METODOLOGIA

SEBASTIAN ALVAREZ

11°

COLEGIO PARROQUIAL SAN FRANCISCO JAVIER

CALI- VALLE DEL CAUCA

2015

TRABAJO DE METODOLOGIA

SEBASTIAN ALVAREZ

11°

METODOLOGIA

EFRAIN DELGADO

COLEGIO PARROQUIAL SAN FRANCISCO JAVIER

CALI- VALLE DEL CAUCA

2015

INDICE

  • INTRODUCCION…………………………………………….……4

  • PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.………………………...5
  • JUSTIFICACION.…………………………………………………6
  • OBJETIVOS………………………………………………………8
  • MARCO TEORICO………………………………………………9
  • MARCO METODOLOGICO (Cuantitativo): ……………........15

INTRODUCCION

En el siguiente trabajo se pretende lograr comprender el origen, objetivos y utilidades que poseen los alimentos transgénicos, y de este modo desmentir las múltiples acusaciones que afirman conocer las consecuencias de consumir estos alimentos, debido a sus alteraciones genéticas que resultarían perjudiciales para el organismo humano. Así mismo se hará notar las problemáticas de dicha producción y las soluciones pertinentes al caso.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Los alimentos transgénicos han causado un gran impacto en el desarrollo de la biotecnología, pues expandieron los límites del actual método de producción de alimentos y recursos, con este nuevo modo de producir alimentos no se obtendrá solamente una mayor cantidad en menor tiempo, si no de mejor calidad y a un menor precio, lo que favorece mucho a los países emergentes y aun proceso de globalización.

Sin embargo dado al uso de químicos para su producción, han causado una fuerte desconfianza para su consumo en algunos países que aun conservan ese ideal tradicionalista y otros donde afirman que su consumo traen efectos negativos para el ser humano, sin tener argumentos y pruebas que justifiquen sus hipótesis.

JUSTIFICACION

La razón por la que se desea informar sobre los alimentos transgénicos, radica en que este reciente método de producción de alimentos alterados genéticamente genera nuevas oportunidades y expande las fronteras del actual modo de obtener recursos y alimentos, lo cual puede ser una oportunidad perfecta para crecer tecnológica y económicamente para algunos países emergentes.

Además de mencionar las múltiples ventajas y beneficios de estos productos, como su alta calidad, su bajo costo y su rápida producción, lo que seria ideal para cumplir con la demanda de mercancía.

Sin embargo ciertos prejuicios irracionales llevan a suponer que dado a los químicos y el trato especial que se le dan a estos productos provocarían un aumento a la probabilidad de contraer enfermedades, lo que es algo falto de credibilidad pues las consecuencias negativas en la salud de las personas aun no están comprobadas, además que es algo que suponemos basándonos en que los alimentos producidos naturalmente no tienen contacto con estos mismos químicos, cosa que no es cierta, ya que muchos de los pesticidas y químicos utilizados no solamente ponen en riesgo la salud de las personas incluso sin siquiera consumir los alimentos, si no también a otras especies de animales y plantas que de una u otra forma se ven afectadas por el uso de estos complementos tóxicos en la producción de los alimentos “naturales”.

Así pues esta problemática social y cultural no permite obtener el mayor provecho de los avances tecnológicos actuales. Por esto es necesario conocer que método traerá mejores consecuencias para nuestra calidad de vida.

ANTECEDENTES

Para nadie es un secreto que el avance y la gran fama que han logrado obtener los alimentos transgénicos ah sido enorme a través de estos últimos años con la evolución de la biotecnología. El siglo XX ha sido particularmente fructífero en logros que se refieren al conocimiento del funcionamiento de los seres vivos (animales o microorganismos) en sus hábitats naturales pero, sobre todo, ha quedado claro que todos los seres vivos tenemos en común un tipo de macromoléculas orgánicas denominadas ácidos nucléicos (ácido desoxirribonucléico -ADN- y ácido ribonucléico -ARN-) que constituyen el elemento central, la unidad molecular de la Biología. En ambas se sitúa la esencia de la vida y su proyección desde los padres a los hijos en forma de herencia. Este gran descubrimiento, que tuvo lugar a mediados del siglo pasado, curiosamente a partir de experimentos llevados a cabo con bacterias, demostró el papel central del ADN en la transferencia de información y en la herencia. Desde entonces, la disponibilidad de herramientas biológicas (cada vez en mayor número y cada vez con mayores utilidades) ha permitido avances que han dado lugar a una nueva rama de la Ciencia Biológica denominada Ingeniería Genética o Tecnología del ADN recombinante. Precisamente en la Tecnología del ADN recombinante debe situarse el origen de los denominados “Organismos Modificados Genéticamente”, a partir de los que se obtienen los vulgarmente conocidos como “Alimentos Transgénicos”. El ADN (ácido desoxirribonucléico) es el elemento común que está presente en las células que forman los tejidos de animales o de plantas y en los microorganismos (bacterias, hongos, pará- sitos o virus). El ADN es el portador de la información genética de todos los seres vivos y está formado por secuencias de nucleó- tidos (polinucleótidos) formados por desoxirribosa (un azúcar de 5 átomos de carbono), ácido fosfórico y una base nitrogenada (bases púricas o pirimídicas: adenina -A- y guanina -G- en el caso de las púricas, y timina -T- y citosina -C-, en el caso de las pirimidicas). El ADN se dispone en forma de una doble hélice formada por dos hebras (cadenas) complementarias y anti paralelas (poseen sentido contrario, en una 5’-3’ siendo 3’-5’ en la otra) que permanecen unidas por enlaces entre las bases (la adenina se une a la timina y la citosina lo hace con la guanina). Cada nucleótido se identifica por su base nitrogenada y un triplete (3 nucleótidos) constituye un codón. Un codón porta información para la síntesis de un aminoácido en los ribosomas. Una cadena de aminoácidos forma un péptido y un polipéptido forma una proteína. Las proteínas son los elementos plásticos más importantes de los organismos y, por ello, lo son también los ácidos nucléicos (el ADN) que determinan su síntesis. Las secuencias funcionales del ADN, que están en el origen del proceso de la síntesis proteica, constituyen los genes y el conjunto de genes forman los cromosomas (un cromosoma en el caso de las bacterias o varios cromosomas en el caso de los animales y el hombre). No todo el cromosoma son secuencias funcionales (genes funcionales) sino que existen fragmentos que no lo son; incluso hay genes que no llegan a expresarse en el curso de la vida del individuo pues tal manifestación está condicionada a una serie de circunstancias ambientales que no siempre se dan. Una de las primeras ideas que revolucionaron en su momento la genética molecular fue la posibilidad (después demostrada) de que un gen codificara solamente para una proteína. El proceso de síntesis proteica exige previamente la separación de la doble hélice, la síntesis de una cadena complementaria de ARN mensajero (ARNm) y su traducción a proteínas en los ribosomas celulares; para ello, el ARNm dirige un proceso de incorporación de aminoácidos en el que participan otros fragmentos de ARN más cortos, denominados ARN de transferencia (ARNt). Un gen se puede aislar, copiar, amplificar e insertar dentro del ADN de otro ser vivo, bien de la misma o incluso de distinta especie; es decir, en la práctica, un gen se puede manipular (manipulación genética). Para lo primero se utilizan proteínas especiales de naturaleza enzimática, llamadas enzimas de restricción que rompen determinadas uniones entre las secuencias. La inserción de un fragmento de ADN en otra molécula distinta recibe el nombre de recombinación y, como consecuencia de ello, el nuevo gen (“transgen”) expresa un carácter, también nuevo, para el que codificaba. Todo el proceso descrito supone una nueva metodología de trabajo a la que se ha dado en llamar “Ingeniería Genética” o “Tecnología del ADN recombinante” y el organismo en el que ha tenido lugar el procedimiento es un “organismo manipulado genéticamente, un OMG”, como habíamos visto al principio. Desde el punto de vista de los OMG, hay genes “funcionales” (que expresan un carácter útil y buscado) y genes “marcadores” que han de acompañar a los primeros para permitir posteriormente su identificación facilitando, con ello, la selección del individuo nuevo. La mayoría de estos genes marcadores expresan caracteres de “resistencia a antibióticos”. 6 En definitiva, pues, la Ingeniería Genética permite modificar el genoma de una planta comestible, de un animal o de un microorganismo (bacteria, levadura, virus,...), con un propósito concreto. Este es, sin duda, un punto particularmente importante en los términos que aquí nos interesan, pues mientras que en los procedimientos de mejora tradicional de plantas o animales, la selección de los mejores y los más aptos para una determinada finalidad, es un proceso lento (habitualmente se necesitan decenas o centenares de años bajo la dirección del hombre o miles de años si es la naturaleza quien se encarga del proceso de forma natural) y muy laborioso, en el que no siempre se consigue el objetivo (en el proceso de selección se arrastran muchos genes indeseables, que es preciso eliminar mediante cruces dirigidos y la consiguiente selección), mediante la Ingeniería Genética se puede modificar con total precisión un solo gen o incorporar uno nuevo, siendo a la vez el proceso “mucho más limpio y preciso” y, naturalmente, mucho más rápido. El sistema de selección aplicado a la mejora animal o vegetal, ejecutado con fundamentos científicos, se desarrolló a partir de los trabajos del monje austriaco Gregorio Mendel (1822- 1884), quien haciendo gala de una extraordinaria capacidad de observación llevó a cabo, con éxito, una serie de experimentos con plantas de guisantes en el jardín de su monasterio, que le permitieron enunciar las tres leyes fundamentales de la herencia, en adelante denominadas Leyes de Mendel (Primera.- cuando se cruzan dos variedades puras de la misma especie todos los hijos son iguales y pueden parecerse a uno u otro de los progenitores, o a ninguno. Segunda.- cuando se cruzan entre sí los híbridos de la primera generación, los hijos pueden pertenecer a uno de tres grupos: una cuarta parte -25%- se parecen a su abuela, otra -25%- a su abuelo y la mitad -50%-, a los padres. Tercera.- cuando las dos variedades de partida difieren entre sí en dos o más rasgos, cada uno se transmite según las dos primeras leyes, independientemente de las demás, aunque aquí pueden darse excepciones motivadas, por ejemplo, por los denominados caracteres ligados al sexo).

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