ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Meningitis


Enviado por   •  7 de Julio de 2014  •  2.828 Palabras (12 Páginas)  •  194 Visitas

Página 1 de 12

Meningitis

Es una infección bacteriana de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal (meninges).

Causas

Las causas más comunes de meningitis son las infecciones virales que generalmente mejoran sin tratamiento. Sin embargo, las infecciones meningíticas bacterianas son extremadamente graves y pueden producir la muerte o daño cerebral incluso con tratamiento.

La meningitis también puede ser causada por:

• Irritación química

• Alergias a medicamentos

• Hongos

• Parásitos

• Tumores

La mayoría de las meningitis virales se debe a enterovirus, que son virus que también pueden causar enfermedad intestinal.

Muchos otros tipos de virus pueden causar meningitis:

• La meningitis viral puede ser causada por el virus del herpes, el mismo virus que puede causar el herpes labial y el herpes genital. Sin embargo, las personas con herpes labial o genital no están en mayor riesgo de desarrollar meningitis herpética.

• Los virus que pueden causar paperas y VIH pueden provocar meningitis aséptica.

• Recientemente, el virus del Nilo Occidental, que se disemina por medio de las picaduras de mosquitos, se ha convertido en una causa de meningitis viral en la mayor parte de los Estados Unidos.

Síntomas

La meningitis viral ocurre con más frecuencia que la meningitis bacteriana y es más leve. Por lo general, se presenta a finales del verano y principios del otoño. Afecta con mayor frecuencia a los niños y a los adultos menores de 30 años.

Las meningitis bacteriana es una emergencia y se necesitará tratamiento inmediato en un hospital. Los síntomas por lo general aparecen rápidamente y pueden abarcar:

• Fiebre y escalofríos

• Cambios en el estado mental

• Náuseas y vómitos

• Sensibilidad a la luz (fotofobia)

• Dolor de cabeza intenso

• Cuello rígido (meningismo)

Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad:

• Agitación

• Fontanelas abultadas en los bebés

• Disminución del estado de conciencia

• Alimentación deficiente o irritabilidad en niños

• Respiración rápida

• Postura inusual con la cabeza y el cuello arqueados hacia atrás (opistótonos)

La meningitis es una causa importante de fiebre en niños y recién nacidos.

Usted no puede determinar si tienen meningitis bacteriana o viral por la forma como se sienten; es el médico quien debe hacer esto. Busque atención médica rápida si tiene síntomas de meningitis.

Pruebas y exámenes

El médico o el personal de enfermería lo examinarán. Esto puede mostrar:

• Frecuencia cardíaca rápida

• Fiebre

• Cambios en el estado mental

• Rigidez en el cuello

Si el médico piensa que usted tiene meningitis, se debe realizar una punción lumbar ("punción raquídea") para extraer una muestra del líquido cefalorraquídeo (conocido como LCR) para su análisis.

Los exámenes que se pueden hacer abarcan:

• Hemocultivo

• Radiografía de tórax

• Tomografía computarizada de la cabeza

Tratamiento

Se usan antibióticos para tratar la meningitis bacteriana; el tipo específico depende de la bacteria causante de la infección. Los antibióticos no sirven para tratar la meningitis viral.

Los antivirales se les pueden administrar a las personas con meningitis herpética.

Otros tratamientos abarcan:

• Líquidos intravenosos (IV)

• Medicamentos para tratar síntomas como el edema cerebral, el shock y las crisis epilépticas

Expectativas (pronóstico)

El diagnóstico y tratamiento oportuno de la meningitis bacteriana es esencial para prevenir lesiones neurológicas permanentes. Generalmente, la meningitis viral no es una enfermedad grave y sus síntomas deben desaparecer en cuestión de 2 semanas sin complicaciones duraderas.

Posibles complicaciones

• Daño cerebral

• Acumulación de líquido entre el cráneo y el cerebro (derrame subdural)

• Hipoacusia

• Hidrocefalia

• Convulsiones

Cuándo contactar a un profesional médico

Consiga ayuda médica urgente de inmediato si piensa que usted o su hijo presenta síntomas de meningitis. El tratamiento oportuno es clave para un buen pronóstico.

Prevención

Ciertas vacunas pueden ayudar a prevenir algunos tipos de meningitis:

• La vacuna contra el Haemophilus (vacuna HiB) en los niños ayudará a prevenir un tipo de meningitis bacteriana.

• La vacuna antineumocócica conjugada es ahora una vacuna de rutina en la infancia y es muy eficaz para prevenir la meningitis neumocócica.

Los miembros del hogar y otros en estrecho contacto con personas que tengan meningitis meningocócica deben recibir antibióticos preventivos para evitar infectarse.

La vacuna meningocócica se recomienda para:

• Adolescentes en edades de 11 a 12 años y adolescentes que ingresan a la secundaria (alrededor de los 15 años) y que aún no hayan recibido la vacuna. Se aplica una vacuna de refuerzo entre las edades de 16 y 18 años.

• Todos los estudiantes universitarios que no hayan sido vacunados y que estén viviendo en residencias estudiantiles.

• Niños de dos años en adelante que no tengan el bazo o que tengan otros problemas con el sistema inmunitario.

• Personas que viajan a países donde son comunes las enfermedades causadas por el meningococo (preguntarle al médico).

Algunas comunidades realizan campañas de vacunación después de un brote de meningitis meningocócica.

Qué es?

La meningitis es una enfermedad infecciosa provocada por virus o bacterias que se encuentran en la nariz y la garganta de personas sanas (portadores sanos) que la contagian a terceras personas. La enfermedad provoca la infección e inflamación de las meninges, unas membranas que rodean al cerebro y la médula espinal. Lo normal es que se infecten solo las meninges. En este caso se habla de meningitis meningocócica. En algunas ocasiones el meningococo se introduce en la sangre, diseminándose. A este problema se le denomina sepsis meningocócica. También puede ocurrir que se den ambos problemas a la vez.

La meningitis afecta a dos de cada 10.000 recién nacidos a término y con peso normal y a dos de cada 1.000 recién nacidos con bajo peso. Hay más afecciones entre los niños que entre las niñas, y en la mayoría de los casos, la meningitis de un recién nacido es una complicación de la sepsis (infección de la sangre que se extiende hasta el cerebro).

Causas

La meningitis infecciosa puede estar provocada, bien por virus, bien por bacterias La infección por virus es la más común. Aunque requiere tratamiento hospitalario, suele ser benignas. En ocasiones aparecen como consecuencia de otras infecciones víricas, como las paperas. Cuando es una bacteria el agente causante hablamos de una patología más grave. En ocasiones pueden provocar la muerte.

Síntomas de Meningitis

Una vez contagiada, una persona puede padecer los primeros síntomas entre los dos y los diez días posteriores al contagio. En ocasiones tiene un comienzo brusco, en otros los síntomas son similares a los de un catarro o una gripe. Los más frecuentes y que anuncian una gravedad son:

• Fiebre alta

• Dolor de cabeza intenso

• Rigidez de nuca

• Vómitos bruscos

• Somnolencia

• Pérdida de conciencia

• Agitación, delirio, convulsiones

• Manchas de color rojo-púrpura en la piel, lo que implica una mayor gravedad.

Prevención

Existen vacunas para los meningococos tipo A y C. Actualmente se está extendiendo por toda España la vacunación obligatoria el tipo C. Cada vacuna es específica.

• Vacuna tipo C: Estimula la formación de defensas contra el germen. La protección se produce a las dos semanas de la vacunación. Para niños mayores de un año basta con una dosis, pero para los niños de entre 7 y 12 meses son necesarias dos dosis, y para los de entre 0 y 6 meses, tres. La vacunación se realiza a los menores de 6 años. Provoca efectos secundarios leves, como inflamación y molestias en el lugar de la inyección, fiebre baja e irritabilidad. Está contraindicada cuando existen estados febriles en el momento de la vacunación; si el niño es hipersensible a alguno de los componentes de la vacuna, o en personas inmunodeprimidas.

Diagnósticos

El médico diagnostica meningitis bacteriana examinando una muestra de líquido cefalorraquídeo (de la médula espinal) y enviándola al laboratorio para su cultivo. Dicha muestra se obtiene por punción a través de la columna vertebral (punción lumbar). Puede realizarse una ecografía o bien una tomografía axial computadorizada (TC) para determinar si existe un absceso responsable de la meningitis.

Tratamientos

La mayor parte de las personas que sufre una meningitis por meningococo se curan sin problemas. El tratamiento consiste en cuidados específicos en el hospital y un tratamiento intenso con antibióticos. Es imprescindible el diagnóstico precoz y la rápida asistencia del especialista. En algunos casos la enfermedad evoluciona con gran fuerza, o afecta a personas con el sistema inmune débil y pueden provocar desenlaces fatales.

La meningitis es la inflamación de las meninges (membranas que recubren el cerebro y la médula espinal) secundaria a una infección. Es una infección grave del Sistema Nervioso Central, pudiendo poner en peligro la vida del niño o dejar secuelas (sordera, etc).

La mayoría de las maningitis vienen provocadas por la acción de un virus o una bacteria, pero también pueden aparecer relacionadas a hongos, intoxicaciones y algunos medicamentos.

Síntomas y causas de la meningitis en niño y bebés

En los niños pequeños los síntomas son: fiebre, rechazo del alimento, irritabilidad, somnolencia, vómitos, mientras en los niños mayores suelen tener cefalea intensa, molestia ocular, además de irritabilidad, somnolencia y vómitos. Se observan convulsiones en un 40% de los casos.

La meningitis es causada por una bacteria que se propaga al cerebro del niño través de la sangre. El niño puede adquirir la enfermedad después de haber tenido una infección en otra parte del cuerpo, como en el oído, la nariz o la garganta.

Puede también adquirirla después de sufrir una lesión en la cabeza. Estas bacterias pueden contagiarse de una persona a otra. Cuánto a la otra meningitis, distintos virus pueden causarla.

Los virus más comunes entran a través de la boca, se multiplican en el cuerpo y se eliminan a través de los excrementos. Las manos sucias pueden llevar el virus y pasarlo a otra persona. Los virus que causan meningitis aséptica pueden ser transmitidos hasta semanas después de pasada la infección.

Tratamiento de la meningitis en niño y bebés

La vacunación es muy importante para prevenir esta seria infección, sobre todo en los niños menores de 2 años. Todo niño en el que se sospeche meningitis deberá ser sometido a un procedimiento denominado punción lumbar del cual se obtiene el Líquido Cefalorraquideo el cual se encuentra entre las membranas o meninges y es el encargado de nutrir a los componentes del Sistema Nervioso Central (cerebro, cerebelo, bulbo, médula espinal).

De esta forma se llega a hacer el diagnóstico, establecer la etiología Bacteriana o Viral, según las características químicas y cultivo de dicho líquido. Una vez obtenido el mismo se deberá comenzar con el tratamiento antibiótico adecuado lo más pronto posible para evitar complicaciones y secuelas posteriores. Se deberán realizar medidas profilácticas en los contactos cercanos según el tipo de germen encontrado.

Tipos de meningitis

Uno de los puntos más importantes a la hora de diagnosticar una meningitis es diferenciar si la causa es bacteriana o vírica, pues la supervivencia del paciente no es la misma en ambos casos y, por consiguiente, la actitud terapéutica será distinta según sea una forma u otra. Estos son los tipos de meningitis existentes:

Meningitis vírica

Esta forma de enfermedad suele implicar mucho menos peligro para la vida del paciente. A este tipo también se le conoce como meningitis aséptica porque los estudios encargados de demostrar la presencia de microorganismos en las muestras suelen dar negativo.

Hay varios tipos de virus que son capaces de provocar un cuadro de meningitis. Los más frecuentes son los llamados enterovirus, pero también es importante el virus del herpes simple.

La forma vírica de la meningitis suele presentar una clínica más leve que la bacteriana. Cursan normalmente con fiebre, dolor de cabeza y, a veces, presentan algún síntoma que se acerca más a la clínica de la forma bacteriana, pero de forma menos intensa. Este cuadro suele desaparecer en pocos días. En general, son procesos benignos que cursan sin complicaciones, y el tratamiento se limita a aliviar los síntomas del paciente. Sin embargo, hay que resaltar que la meningitis causada por el virus del herpes simple ha de recibir una atención especial, pues es mucho más frecuente que se complique con encefalitis, donde la inflamación llega al cerebro y provoca alteraciones neurológicas importantes, que pueden incapacitar al enfermo de por vida. Por eso, ante la mínima sospecha de que se trate de un virus herpes simple, se añade al tratamiento normal uno específico para este virus, y se somete al paciente a una observación rigurosa.

Meningitis bacteriana

Esta es la forma más conocida de la enfermedad. Los diferentes microorganismos que pueden provocar este tipo de infección dependen de la edad del paciente y de otros factores como, por ejemplo, el estado del sistema inmune del enfermo. Este sistema es el encargado de proteger al cuerpo humano de las agresiones externas como son las infecciones; su mal funcionamiento implica una mayor predisposición a padecerlas.

De entre todas las bacterias responsables de meningitis destacan:

• El Streptococcus pneumoniae o neumococo. Es la causa más frecuente de meningitis. Esta bacteria coloniza con frecuencia la faringe de las personas sin dar ningún tipo de enfermedad. Se puede encontrar en un 5-10% de los adultos sanos y en un 20-40% de los niños sanos. Sin embargo, en ocasiones, el sistema inmune no pueden controlar su crecimiento y llega a las meninges a través de la sangre, o directamente por contigüidad en caso de que exista una infección de los senos para nasales (sinusitis) o del oído medio (otitis media), o un fractura craneal tras un traumatismo. El neumococo también puede ser el causante de neumonías (pulmonías) que ocasionalmente se pueden asociar a meningitis. La meningitis por neumococo puede aparecer a cualquier edad. Es más frecuente que se dé en personas con algunas deficiencias del sistema inmune (por ejemplo tratamientos con medicamentos inmunosupresores, o personas con trastornos del bazo), también en diabéticos, alcohólicos, personas con insuficiencia renal o hepática, personas desnutridas, o tras un traumatismo en el que se producen fracturas craneales. Su mortalidad es muy alta. Existe una vacuna que cubre algunos serotipos de neumococo y que ha bajado la incidencia de la meningitis por neumococo en niños.

• La Neisseria meningitidis o meningococo, que es responsable de muchas de las epidemias de meningitis, sobre todo en los niños y jóvenes. El meningococo puede colonizar la faringe de muchas personas sin dar enfermedad. La meningitis puede aparecer en personas con algún trastorno del sistema inmune, pero con frecuencia se da también en personas sanas. Existe una vacuna eficaz contra el meningococo, pero que desgraciadamente no cubre todos los serotipos que hay de esta bacteria.

• En los recién nacidos y en los ancianos las bacterias causantes de esta enfermedad pueden ser totalmente diferentes a las del resto de la población. Por ejemplo, en recién nacidos se puede dar una meningitis por una bacteria llamada Streptococcus agalactiae (también llamado estreptococo del grupo B). Esta es una bacteria que coloniza el tracto genital femenino y puede infectar al recién nacido durante el parto. Afortunadamente, el estudio y erradicación de esta bacteria en mujeres embarazadas ha disminuido la incidencia de esta complicación. En niños menores de cinco años era frecuente la meningitis por una bacteria que se encuentra en el tracto respiratorio llamada Haemophilus influenzae tipo b. La vacunación en la infancia ha disminuido en gran medida esta enfermedad. Los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas, y algunas personas inmunodeprimidas, pueden sufrir una meningitis por una bacteria llamada Listeria monocytogenes. Se asocia con frecuencia al consumo de productos lácteos o algunas verduras crudas y tiene un mal pronóstico.

Como vemos, es muy importante tener en cuenta la edad y el estado de salud del paciente para empezar a administrar el tratamiento ante una sospecha de meningitis.

A partir de este punto, la información que sigue se va a referir principalmente a la meningitis de causa bacteriana.

Diagnóstico de una meningitis

La meningitis bacteriana es una urgencia médica. Cuanto más tiempo haya transcurrido desde el inicio de la enfermedad hasta la instauración del tratamiento, mayor es el riesgo de daño neurológico permanente. La gravedad de esta infección es mucho mayor en los lactantes y en los ancianos. Ante la sospecha de meningitis hay que administrar sin tardanza los antibióticos necesarios y obtener muestras de sangre para realizar cultivos. Un cultivo es un método diagnóstico que favorece el crecimiento de microorganismos para la identificación de las bacterias que causan la enfermedad. En el diagnóstico de la meningitis los datos más relevantes se van a obtener con la punción lumbar. Esta se hará lo antes posible, salvo que no esté indicada su realización.

Exploración física

Ante un cuadro clínico compatible con una infección meníngea, se procede a realizar una exploración cuidadosa del enfermo buscando signos de infección, en especial a nivel de la cabeza, el cuello, los oídos y la piel. Se lleva a cabo una exploración neurológica que estudie el nivel de conciencia del paciente y la existencia de hipertensión intracraneal (incremento de la presión del interior de la cabeza). Así mismo se realizarán las maniobras oportunas para detectar la presencia de rigidez de nuca y signos meníngeos.

Pruebas de imagen

Como pruebas diagnósticas pueden realizarse radiografías de tórax, de los senos paranasales, para buscar una infección a ese nivel (sinusitis) que se haya extendido al sistema nervioso, y un TAC (tomografía axial computarizada) que no siempre está indicado. Sin embargo, el diagnóstico definitivo requerirá probablemente un análisis del líquido cefalorraquídeo obtenido mediante punción lumbar.

Punción lumbar

El examen del líquido cefalorraquídeo constituye el estudio fundamental. En condiciones normales se trata de un líquido claro y transparente. En el caso de la meningitis bacteriana, su aspecto es turbio y su análisis manifiesta un aumento importante de los leucocitos (glóbulos blancos). Puede cultivarse parte del líquido para determinar el tipo de microorganismo causante de la enfermedad.

Cuando existe sospecha de hipertensión intracraneal no se debe realizar una punción lumbar, porque puede conllevar complicaciones severas. En estos casos, se realiza previamente un TAC craneal para descartar la hipertensión y, en caso de existir, se tomarán las medidas oportunas.

...

Descargar como  txt (18.9 Kb)  
Leer 11 páginas más »
txt