Nutricion Y El Deporte

La importancia de la nutrición y la buena alimentación

Hoy día, un gran problema de la sociedad es la mala alimentación y el desconocimiento de las personas de lo que es una buena nutrición. Muchos no están conscientes de lo que significa este término y es lo que ha hecho que surjan los erróneos hábitos alimenticios. Una buena alimentación es aquella que lleva todos los nutrientes necesarios y en sus cantidades exactas para el buen desarrollo del cuerpo. Adoptar buenos hábitos alimenticios es beneficiario y conveniente para todas las personas pero para los atletas es sumamente indispensable. Para un atleta alcanzar un óptimo rendimiento, no basta solo el entrenamiento físico y técnico-táctico sino que existe un tercer tipo de entrenamiento enfocado en el cuidado personal y uno de sus componentes es la buena alimentación o nutrición. Aunque estas disciplinas no aseguran un campeonato, pueden influir en el desenvolvimiento y condicionamiento del deportista y lo capacitan para realizar efectivamente movimientos musculares necesarios en su actividad. La nutrición de un atleta debe proporcionar alternativas de alimentación que permitan el mayor desempeño deportivo, sin perjudicar el mantenimiento de la salud, así como permitir el desarrollo saludable, cubrir las demandas energéticas, y mantener el peso corporal adecuado. La dieta deberá incluir alimentos que aseguren cantidades adecuadas de hidratos de carbono, proteínas y grasas, que son las fuentes principales de energía para el cuerpo.

Cada uno de los nutrimentos que se supone que estén presentes en la dieta habitual, tienen una función específica. Los hidratos de carbono o carbohidratos son los sustratos principales de energía, lo que proporciona fuerza y resistencia a la hora del ejercicio. A diferencia de las proteínas y las grasas, su energía se obtiene más rápido debido a que el cuerpo los descompone más fácilmente. Los carbohidratos también ayudan a la desmaterialización de azúcares en la sangre para evitar las fatigas musculares. Sin embargo es importante tener en cuenta que no se deben consumir en exceso por sus altos contenidos calóricos y por su actividad altamente oxidante. Estos nutrientes se pueden encontrar en muchos alimentos pero unos son mejores que otros porque son más bajos en calorías y en azúcar. Algunas buenas fuentes de carbohidratos son: frutas, vegetales, arroz parbolizado, pan integral (alto en fibra), legumbres, entre otros. Las proteínas tienen como función principal construir, mantener y reparar los tejidos, además de ser de utilizadas como energía. Todo deportista requiere grandes cantidades de proteína que la puede adquirir del pollo, la carne (cortes bajos en grasa), los pescados, los huevos, la leche, el yogurt (especialmente el Greek yogurt), entre otros. La ingestión de dichos alimentos le proporciona al cuerpo los componentes necesarios que aseguran el desarrollo saludable de los tejidos musculares. Las grasas o lípidos son la fuente más concentrada de energía. Muchas personas tienen una mala concepción de las grasas y optan por evitarlas completamente. Lo que no saben es que estas le dan al cuerpo vitaminas esenciales y ácidos grasos que se convierten en energía, siempre y cuando no sean grasas saturadas (grasa chatarra). Algunos alimentos que contienen grasas “buenas” son: las nueces, el aceite de oliva, el aguacate, el salmón, entre otros. Además de estas tres macromoléculas que son esenciales para los procesos vitales de todo organismo, es muy importante no olvidar las vitaminas, los minerales y los electrolitos. Aunque estos no aportan energía, son necesarios para optimizar las reacciones metabólicas y para regular o equilibrar todos los procesos que influyen en el desarrollo del cuerpo. Otro elemento fundamental en la alimentación es el agua. El agua provee lubricación músculo esquelética y ayuda en el transporte de nutrientes por todo el cuerpo. Con la

...