ORGANIZACIÓN FUNCIONAL DEL CEREBRO

Análisis del síndrome y organización sistémica de los procesos psicológicos

La cualificación del síntoma es solo el primer polo en el análisis de la organización cerebral de los procesos mentales. Las reglas que gobiernan la estructura de los sistemas funcionales que he descrito son de decisiva importancia para el siguiente paso, que ocupa un lugar central en la estructura de los procesos mentales y en su organización cerebral.

Mientras que el segundo grupo de procesos no comprende te/factor y, por tanto, permanece intacto en una lesión de la región parieto - occipital del córtex. Muy al contrario ocurre en lesiones locales del córtex temporal (auditivo). Las lesiones a zona, corno veremos, conducen en a una alteración de la organización compleja de la percepción auditiva, Je modo que la organización de estímulos acústicos dentro de su estructura propia se hace imposible. Corno consecuencia, los pacientes con lesiones en esta zona son incapaces de reproducir correctamente lo que se les dice o de retener recuerdos relativos a ello. Como veremos, esto es una gran ayuda a la solución del problema de la composición interna de los procesos psicológicos que no podía ser resuelto por las investigaciones ordinarias, pues, de esta forma, procesos psicológicos aparentemente idénticos pueden ser distinguidos, y formas aparentemente d de actividad mental pueden ser reconciliadas. De todo lo señalado hasta aquí quedará claro que el uso de las observaciones sobre los cambios en los procesos mentales que aparecen en lesiones locales del cerebro puede ser una de las fuentes más importantes de nuestro conocimiento de la organización cerebral de la actividad mental.

Las Tres Principales Unidades Funcionales

Fíe dicho que los procesos mentales humanos son sistemas funcionales complejos y que no están localizados’ en áreas estrictas, circunscritas del cerebro, sino que tienen lugar a través de la participación de grupos de estructuras cerebrales que trabajan concertadamente, cada una de las cuales efectúa su particular aportación a la organización de este sistema funcional. Examinemos la estructura y propiedades funcionales de cada unidad por separado.

La unidad para regular tono y vigilia, y estados mentales

Para que los procesos mentales humanos sigan su curso conecto, el estado de vigilia es esencial. Esto suscita la cuestión de qué estructuras cerebrales son las responsables del mantenimiento del nivel óptimo del tono cortical que acabamos de mencionar. modulando así el estado total del sistema nervioso.

Algunas fibras de esta formación reticular suben para terminar en estructuras nerviosas superiores, tales como el tálamo el núcleo candado, las estructuras del neocórtex. Estas estructuras fueron llamadas sistema reticular ascendente, Como demostraron observaciones posteriores, éste juega un papel decisivo en la activación del cóece y la regulación del estado de su actividad Otras fibras de la formación reticular corren en dirección opuesta: comienzan en estructuras nerviosas superiores del neocórtex y ducó cuerpo caudado y núcleos talámicos, y coinciden hacia estructuras inferiores en el mesencéfalo, hipotálamo y tallo cerebral. Estas estructuras fueron llamadas sistema reticular descendente, y, como mostraron posteriores investigaciones, subordinan estas estructuras inferiores al control de programas que aparecen en el córtex y que requieren la modificación y modulación del estado de vigilia para su ejecución.

Con el descubrimiento de la formación reticular se introdujo un nuevo principio: la organización vertical de todas las estructuras del cerebro. La función de la formación reticular de regular el tono del córtex y modular su estado fue demostrada por numerosos experimentos (Moruzzi y Magoun, 1949; Lindsley y otros, 1949; Lindsley 1960, 1961; Bremer, 1954, 1957, Jasper, 1954. 1957. 1963; French y otros.

La formación reticular integra la actividad cerebral, y de Elio resulta una respuesta organizada general del gato.

Fig. 7. — Rol activante de la estimulación de la formación reticular en la esfera motora (reflejo patelar); (a) antes de la estimulación de la formación reticular; (b) durante la estimulación; (e) después de la estimulación de la formación reticular (Frenen)

La influencia del nivel superior del tallo cerebral y de la formación reticular sobre la regulación del estado de vigilia ya no está en duda, y este hecho ha tenido como resultado la estrecha atención que se presta a las estructuras de la primera unidad del cerebro. Existen más pruebas de esto en el estudio de las alteraciones que aparecen c los procesos mental del hombre al presentarse lesiones en estas partes del cerebro.

1969), son únicos en carácter.

Consideremos por un momento el carácter de diferenciación de las fuentes primarias de activación que es la función básica del sistema reticular, esto es, su organización

Efluencia excitadora c inhibidora de la estimulación del núcleo de la formación reticular; (5) zona de facilitación, y (4) zonas de inhibición de la formación reticular de! tallo cerebral y extensiones que la unen con el córtex (1) y de cerebelo (3).

Las de reacción de activación están ligadas con diferentes estructuras de la formación reticular: las hermas tónicas y generalizadas con las regiones inferiores, y las formas físicas y locales con las regiones superiores del tallo cerebral y, en particular, con la región talámica no especifica y con el sistema límbico.

Veremos (parte tercera, cap. 10) la importancia de una alteración en la función normal de estas regiones del cerebro en la producción de cambios en el curso de los procesos mentales humanos.

Los procesos metabólicos o un flujo directo de información que evoquen un reflejo orientador que son las únicas fuentes de actividad humana. Muestran que en la búsqueda de los mecanismos de estas formas superiores de organismos de actividad debe conservarse el mismo principio vertical de construcción de sistemas funcionales del cerebro y deben considerarse las conexiones que existen entre [niveles superiores del córtex y la formación reticular subyacente.

Hasta aquí al discutir los mecanismos del trabajo de la primera unidad funcional, hemos considerado las conexiones ascendentes del sistema reticular activador. Sin embargo, he mencionado que también existen conexiones entre el córtex y las formaciones inferiores; son estas conexiones las que transmiten la influencia reguladora del córtex sobre las estructuras inferiores del tallo cerebral y que constituyen el mecanismo mediante el cual los patrones funcionales de excitación que se originan en el córtex reclutan los sistemas de la formación reticular antiguo “y reciben de ellos su carga de energía.

1960, 1966b, 1971: i1omskaya, 1966, 1969, 1972; Sager, 1968, (fig. lo), Estas fibras descendentes, que van desde el córtex pre frontal (frontal medio y orbital) hasta los núcleos del tálamo y tronco cerebral, forman un sistema mediante el cual los niveles superiores del córtex, participando directamente en la formación de intenciones y proyectos, reclutan los sistemas reticular del id/amo y del tronco cerebral, modulado así su trabajo y haciendo posibles las mas complejas formas de actividad consciente.

Fig. 10. Diagrama que muestra las relaciones de los sistemas corticales con las estructuras del tallo cerebral a través de fa formación reticular ascendente (Magoun):(a) tractos ascendentes, (b) tractos descendentes

Las zonas medianas de los hemisferios cerebrales pertenecen, en cuanto a su origen y estructura , principalmente al paleo-córtex, córtex intermedio (Filimonov, 1949) y mantienen una conexión particularmente estrecha con las formas reticulares del tallo cerebral. En este sentido las zonas mediales de los hemisferios pueden ser consideradas como un sistema superpuesto a la estructura de la parte superior del tallo cerebral y de la formación reticular.

Se ha demostrado, en primer lugar que la gran mayoría de neuronas de esta parte del córtex no posee ninguna especificidad modal definida, pero responde activamente ante cambios en el estado del organismo. Esta descripción de las propiedades de las zonas mediales del córtex ayudará a explicar el tipo de alteración de conducta que aparece como resultado de una lesión patológica en ellas, pues este tipo difiere acusadamente de la alteración de los procesos mentales que resulta de lesiones locales de las zonas del córtex.

Característicamente, estas incontrolables confabulaciones, de cuya inexactitud los mismos pacientes no se daban cuenta, se encontraron de forma particularmente clara únicamente en pacientes con lesiones en las zonas anteriores de la región límbica o can lesiones del hemisferio derecho. Las lesiones profundas de las zonas posteriores del córtex medio mostraban confabulaciones con mucha menor frecuencia.

Quizás el síntoma más obvio de los pacientes con lesiones en las zonas medias de los hemisferios es un defecto de memoria que refleja una disminución general del tono cortical, y muy diferente en carácter del defecto moda/mente especies de los procesos amnésicos hallado en pacientes con lesiones locales de las zonas laterales del cerebro.

Si las lesiones de los lóbulos frontales son masivas y afectan, también, sus zonas mediales, cualquier intento de recordar huellas previas será alterado por la inercia patológica de las últimas huellas. Así, por tanto, los sistemas de la primera unidad funcional no sólo mantienen el tono cortical sino que también experimentan ellos mismos la influencia diferenciadora del córtex, y la primera unidad funcional del cerebro trabaja en estrecha cooperación con los

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