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Objetivos Mil Primeros días


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2018  •  Apuntes  •  4.983 Palabras (20 Páginas)  •  85 Visitas

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Justificación

                          

Nuestro proyecto se basa en una relación que todos los miembros del grupo nos hemos planteado como lógica pero nuestro objetivo es saber, si esta relación es real en la población de Chinchinloma.

El desempleo en Ecuador se ubicó en 3,84 % en marzo pasado, 1,01 puntos menos que lo registrado en marzo del 2016 (4,85 %), según la última Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo (Enemdu) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Mientras, el denominado empleo inadecuado (por el que se perciben ingresos menores al salario mínimo y/o se trabaja menos de 40 horas a la semana) alcanzó el 52,06 % frente al 49,41 % del mismo mes del año anterior.

Dentro del empleo inadecuado, se encuentra el trabajo no remunerado, que llegó a 9,63 % en comparación al 7,05 % de marzo del 2016; es decir 2,58 puntos más, variación que es estadísticamente significativa, según el INEC.

El subempleo se ubicó en 13,37 % en comparación al 12,63 % de marzo del 2016.

En la comunidad de Chinchinloma según las encuestas realizadas se puede decir que 3 de cada 5 personas ganan igual o menos al salario básico unificado que en año 2017 se encuentra en 375 dólares .

"Han pasado más de 20 años desde que todos los gobiernos del mundo aprobaron en la Asamblea General de Naciones Unidas la Convención más ratificada de la historia:

la Convención sobre los Derechos del Niño. En ella, junto con la cita que encabeza

Estas palabras, se reconoce el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para

Su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, además por supuesto de reconocer su derecho a la vida y a la supervivencia." (UNICEF; 2011)

Hace ya más de 25 años se intenta erradicar la problemática de la desnutrición sin lograrla y pasado de ser un problema de salud a ser un problema económico político y social puesto que todos estos factores inciden la preservación de una nutrición adecuada y de como esta debe ser llevada.

Según la propia UNICEF la pobreza es una de las principales causas de desnutrición en el mundo como lo detalla a continuación

" Son muchos los factores que provocan que la desnutrición siga siendo una amenaza para la supervivencia y el desarrollo de cientos de millones de personas: la falta de una atención suficiente, el hecho de que con frecuencia sea un problema invisible, el alza en el precio de los alimentos básicos, los conflictos que originan desplazamientos masivos de población, la sequía, la ausencia de un enfoque de equidad y el círculo de la pobreza, entre otros." (UNICEF, 2011, PÁG 5)

Para terminar un dato que no es menor, Cerca de 200 millones de niños, aproximadamente un tercio de los niños menores de cinco años, sufren desnutrición crónica. Un 90% vive en Asia y África. En estos dos continentes, las tasas en niños menores de cinco años son muy elevadas, con un 40% en Asia y un 36% en África. El 80% de los niños con desnutrición crónica vive en 24 países.

De los 10 países que más contribuyen a la cifra mundial de desnutrición crónica entre los niños, seis de ellos se encuentran en Asia: Bangladesh, China, Filipinas, India, Indonesia y Pakistán. Todos estos países tienen poblaciones relativamente grandes y altos índices de pobreza

Marco Teórico

Definiendo a la desnutrición como la falta de nutrientes en la ingesta diaria de un niño. Esta problemática es dada mediante muchos factores, pero el causante a tratar en este proyecto va a ser el económico.  Según Wisbaum “....El nivel socio-económico de las familias influye en las probabilidades de que los niños sufran desnutrición. En los países en desarrollo el 40% de los jóvenes más pobres están desnutridos….”.

Como definiría Martinez R y Fernandez A. “El no disponer de recursos económicos suficientes para solventar el costo de una canasta básica de alimentos, definida de acuerdo a las pautas culturales, se corresponde con el concepto de extrema pobreza o indigencia. Por otra parte, desde la perspectiva de la salud, se requiere que el consumo de alimentos se haga bajo estándares mínimos de higiene y balance de nutrientes, a fin que se produzcan los efectos positivos esperados y no se generen problemas de malnutrición por exceso (obesidad) o por déficit (bajo peso al nacer, insuficiencia de peso y/o rezago de talla para la edad, baja relación peso/talla, déficit de masa corporal, etc.).

En cuanto a los factores que influyen la desnutrición a nivel mundial y regional, la desnutrición y la mortalidad infantil están asociadas en forma directa con la pobreza. En América Latina la indigencia explica el 50% de los casos desnutrición.

Entre las principales asociaciones presentes entre pobreza y desnutrición, se destacan, en primer punto los bajos ingresos per cápita, resultante de los menores ingresos familiares y de la mayor cantidad de dependientes. Esto determina el poder de compra de ciertos bienes y limita el acceso a los nutrientes. Como segundo punto la falta de acceso a la tierra, sea por incapacidad de ahorro o por problemas de formalización de propiedad, hacen que la capacidad de acceso a financiamiento que permitan explotar los recursos de los más pobres disminuyan o sean definitivamente inexistentes, afectando así su acceso a ingresos económicos y bienes alimentarios en mayor cantidad y/o calidad.

Los efectos económicos que genera la desnutrición y sus efectos en salud y educación se traducen también en importantes costos económicos para el conjunto de la sociedad (Costos totales derivados de la desnutrición = CTD ). Esto es: mayores gastos por tratamientos de salud (CSD ), ineficiencias en los procesos educativos (CED) y menor productividad (CPD). CTD = f (CSD , CED , CPD ) Estudios realizados en Zimbabwe indican que la pérdida de 0,7 grados de escolaridad (menos de un año) y un retraso de 7 meses en el ingreso a la escuela redunda en una pérdida de 12% de riqueza a lo largo de la vida. Por su parte, estudios realizados en Ghana mostraron que por cada año de retraso en el ingreso escolar, se perdía 3 por ciento de riqueza a lo largo de la vida (Alderman, Berhman y Hodinott, 2003, pág. 10). Aunque los efectos no son exactamente iguales, esto ocurre tanto en la población afectada por la desnutrición, como en aquella que sin estar desnutrida sufren subnutrición. Según estimaciones de FAO, el incremento de consumo energético por persona a nivel de 2.770 Kcal/día en países con SEA inferior podría haber elevado el crecimiento del PIB medio anual en 1.6% entre 1960 y 1990. En tanto, el costo del hambre en los países del África Subsahariana equivaldría a una pérdida de crecimiento del PIB de entre 0,16% y 4,0% (Arcand 2001). Costos en salud: Las consecuencias económicas derivadas de los efectos de la desnutrición se traducen en mayores costos (reales o potenciales) derivados de diagnósticos, tratamientos, medicamentos, exámenes, uso de infraestructura, gestión de recursos humanos, tiempo de las personas, etc. En las patologías agudas, que pueden afectar a toda la población y son de corta duración (como las IRA o EDA), los efectos se relacionan con mayor o menor cantidad de eventos de enfermedad. En las crónicas, cuya presencia tiene efectos a lo largo de la vida (como el deterioro psicomotor, TBC, osteoporosis, etc.), los efectos se traducen en la mayor probabilidad de que ocurra la enfermedad, respecto a la población “normal”. La mayor probabilidad resultante del perfil epidemiológico de las personas desnutridas aumenta proporcionalmente los costos en el sector salud (CSSD), lo que a nivel agregado, equivale a la suma de las interacciones entre la probabilidad de desnutrición en cada grupo humano, la probabilidad de que dicho grupo sufra cada una de las enfermedades debido a dicha desnutrición y los costos de atención de dicha patología (diagnóstico, tratamiento y control) en cada grupo poblacional. A lo anterior se deben sumar los costos que asumen las personas y sus familiares producto del tiempo y calidad de vida perdidos a raíz de estas enfermedades (CSPD ). Así, CSD = f (CSSD, CSPD) Modelo de análisis del impacto social y económico de la desnutrición infantil en América Latina 40 Según FAO, a nivel global, estos costos directos podrían representar unos US$ 30 mil millones al año (2004). En el caso de Estados Unidos, se ha estimado un mayor costo equivalente a US$ 263 millones en 1995, sólo como resultado del bajo peso al nacer, producto del consumo de tabaco entre las madres, si este consumo representa entre 17% y 26% del total de niños con este déficit (Lightwood y otros 1999). Dicho costo incremental subiría a los US$ 1.000 millones para el total de niños con bajo peso al nacer. En 1982, los costos de sobrevida para niños estadounidenses entre 600 y 699 g fueron de US$ 363 y de US$ 40,6 para los de 600 a 999 g (Walker y otros, 1984). En los países subdesarrollados se podría pensar que los costos son menores ya que se atienden menos casos debido al déficit de cobertura del sistema. En estricto rigor, lo probable es que el costo sea incluso mayor si se analizan los costos privados y públicos derivados de los años de vida perdidos (menor esperanza de vida de la población por mortalidad materna, perinatal e infantil, menor productividad), los que no aparecen reflejados en las partidas presupuestarias del sector pero que sí deben ser contabilizados al hacer un análisis económico. Cabe destacar que los costos aquí identificados no incluyen la efectividad de los tratamientos. La capacidad de remisión de las atenciones varía según la intensidad del problema, la tecnología y los recursos involucrados, con lo cual pudiera darse que menores gastos en atención incluyan también mayores costos por menor efectividad. Para una evaluación más precisa habría que analizar las relaciones costo-efectividad de las distintas alternativas. Costos en educación: Los efectos de la desnutrición en el rendimiento escolar conllevan pérdida de recursos por menor capacidad de atención, repitencia, rezago y deserción. La menor capacidad de atención y aprendizaje incrementa costos públicos del sector (CSED). La repitencia de uno o más años aumenta en cantidad equivalente la demanda a ser cubierta por el sistema educativo, con los consiguientes costos extras en infraestructura, equipamiento, recursos humanos e insumos educativos. Por otro lado, el rezago escolar (por ingreso tardío o derivado de la repitencia) aumenta dichos costos en la medida que al ampliar la heterogeneidad etaria en cada nivel educativo, mayores dificultades se imponen al proceso, sea en diseñar una oferta especial o en compatibilizar los intereses y capacidades de distintas edades. A los costos que debe asumir el sistema educativo, se suman los costos privados (del estudiante y su familia) derivados de la mayor cantidad de insumos, reforzamientos educativos externos y mayor tiempo dedicado a la solución o mitigación del menor rendimiento (CPED). Así, CED = f (CSED , CPED) Baja productividad. Las consecuencias de la desnutrición a nivel productivo están directamente asociadas con los bajos niveles de escolaridad y dificultades de aprendizaje descritos en el punto anterior. El costo que produce la desnutrición en la productividad es equivalente a la pérdida de capital humano (KH) que genera ésta genera para una sociedad. Por un lado, la desnutrición genera menor productividad por el menor nivel educativo que alcanzan las personas que tienen desnutrición (CNED ). Por el otro, se produce una pérdida de capacidad productiva en la población, debido a la mayor cantidad de muertes que genera la desnutrición (CMMD). Así, Sobre la base de la Teoría del Capital Humano, un supuesto central en este modelo es que el salario es un buen estimador de la productividad laboral y que en la definición de éste, el nivel educacional juega un papel significativo. Así, se produce un efecto de transitividad, entre desnutrición, educación y productividad. En base a lo anterior, un niño o niña desnutrido tiene mayor probabilidad de morir, a la vez que el nivel educacional promedio que alcanza es menor al de los no desnutridos. Si el o la menor muere, se pierde su capacidad productiva por toda su vida laboral, la que equivaldría al ingreso medio que se estima alcanzaría en dicho período, que correspondería al del nivel educacional medio de los adultos no desnutridos. Si sobrevive, sus ingresos esperados equivalen a los del nivel educacional medio que alcanzan los adultos que han sufrido desnutrición. Aun cuando no forman parte del universo de análisis que considera este modelo, cabe mencionar algunos hallazgos relevantes sobre la desnutrición entre adultos y la pérdida de productividad física. De acuerdo a distintos estudios recopilados por FAO (2003), existiría suficiente evidencia que relaciona la capacidad de trabajo físico de la persona con su nivel de absorción de oxígeno, la que se correlaciona positivamente con altos valores en el Índice de Masa Corporal (IMC) y la estatura. En este proceso, también tendría un rol importante la ingesta de hierro en la determinación de la anemia y en la concentración de hemoglobina en la sangre. Según Horton y Ross (2003), la terapia de hierro en adultos anémicos se asociaría (“en una estimación conservadora”) con un incremento de 5% en la productividad del trabajo físico (“de cuello azul”), sin considerar el trabajo manual pesado, en el cual el aumento de productividad llegaría a 17%.

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