Pactos, tratados y acuerdos

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    Picca- Garino,   Victoria.

Año 2018

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INTRODUCCIÓN

La Revolución de Mayo desencadenó un proceso político del cual surgió la necesidad de estructurar  un Estado Nacional que abarcase bajo su dominación los territorios que habían integrado el antiguo Virreinato del Río de la Plata.

Este proceso tiene su punto culminante con las políticas centralizadoras y monarquizantes del Congreso de Tucumán, la más importante la Constitución de 1819.

La primera década de nuestra vida independiente espeja un doble enfrentamiento político-militar: por un lado, el sostenimiento de la guerra de la independencia contra los enemigos exteriores y por el otro, la guerra civil entre UNITARIOS (tiene que haber un gobierno que responda a todas las provincias) y FEDERALES (quieren autonomías aún cuando integren un todo).

En 1819 Pueyrredón (Director de Supremo desde 1816), distanciado de San Martin por su negativa a aceptar la medición chilena y poner fin a la guerra civil en el Litoral, presionado por la Logia Lautaro, renuncia y en su lugar fue designado José Rondeau.

Los federalistas quieren no sólo que Bs. As no sea la capital, sino que como perteneciente a todos los pueblos divida con ellos el armamento, los derechos de aduana y demás rentas generales; que se establezca una igualdad  entre Bs.As y las demás provincias.

El ejército federal al mando de Ramírez y López había comenzado su avance sobre Bs.As. Bs.As decidió salir a su encuentro porque esperaba el arribo del Ejército del Norte comandado por Belgrano. Pero esta fuerza jamás llegaría ya que el 7 de enero de 1820 en la Posta de Arequito, a orillas del Río Carcarañá (Santa Fe) comienzan a sublevarse luego de sufrir varias derrotas. De esta manera las tropas federales tenían el camino libre contra Bs.As. Los caudillos López y Ramírez derrotan el ejército Nacional que estaba en manos de Rondeau. Así se produce la caída del Poder Central como consecuencia de la Batalla de Cepeda el 11 de Febrero de 1820 en la que firman López por Santa Fé, Ramírez por Entre Ríos (Ejército Federal).

Éstos querían la disolución del Congreso y del Directorio por sus orientaciones centralistas y monárquicas. Se pidió un Cabildo Abierto para elegir la Junta de Representantes. Rondeau salvó partes de sus tropas retirándose a San Nicolás y Ramírez estableció su cuartel general en Pilar. En la capital de designó  a Soler para el mando del Ejército que con Balcarce al frente regresó a Buenos Aires. Soler comienza las negociaciones para el logro de un acuerdo entre los vencedores de Cepeda.

Ramírez no deseaba ningún trato ni con el Director, no con el Congreso, sólo quería la disolución de varios órganos. En enero se designa a Díaz Vélez para que ocupe el cargo de Director Supremo Substituto por ausencia de Rondeau. El Congreso lo autoriza a tomar medidas extraordinarias de defensa pero se resolvió suspender sus sesiones manifestando el estado crítico y peligroso del país.

Díaz Vélez ordenó medidas de defensa para la capital, los caudillos exigían un acuerdo con un gobernante elegido popularmente previa disolución del Congreso y la renuncia del Director o seguirían con la guerra.

La única Institución que quedaba era el Cabildo, el 11 de febrero éste designó Gobernador en Comisión a Matías Irigoyen donde se le otorgan los despachos de Gobierno y Hacienda de la Provincia, y a Miguel Soler como comandante de la fuerza asignándole el Departamento de Guerra con facultades para proponer reformas y como asesor a Juan José Paso con facultad para nombrar secretarios.

Soler firma un armisticio que dura sólo tres días. Se eligió representante, el Cabildo apenas reunió un centenar de votos.

Se constituyó la Junta de Representantes, se eligieron entre dos candidatos, Sarratea y Soler,  el primero logró la confianza de López y Ramírez y su nombramiento se debía a tal apoyo. Sarratea se dirigió a Pilar donde se firmó con López y Ramírez el tratado el mismo nombre.

Todos estos acontecimientos  llevaron a distintos pactos y tratados:

Batalla de Cepeda

EL 1° de febrero de 1820, en Cepeda, en la Cañada de Arroyo que divide Buenos Aires de Santa Fé. Se enfrentaron unitarios y federales, el gobierno de Rondeau fue derrotado por la unión de los caudillos López por Santa Fé y Ramírez por Entre Ríos, ambos federales y Artigas por la Banda Oriental, fue un enfrentamiento breve que se lo conoce como la Batalla de los 10 minutos, ganan los federales, se disuelven el Congreso Nacional y el Directorio.

El 2 de febrero las noticias del desastre de Cepeda llegaron a Bs.As y el pánico se apoderó de los partidarios del gobierno. Los hombres del Litoral no negociarían los términos de la paz ni con representantes del Congreso ni con el Directorio. Con estos términos se dirigió López a los cabildantes porteños: Desaparezcan el Congreso y el Directorio de Bs.As, para que libre aquél pueblo y acuerde con las otras provincias lo que conduzca al bien de todas, de lo contrario la guerra continuará. Es así que se produce la quiebra del poder central. Una de las causas que los federales querían que cada provincia se gobernara por sí misma o sea que tuvieran autonomía institucional y formaran una federación.

El Rey de Portugal que residía en Brasil aprovecha éstos enfrentamientos internos para anexar a su territorio la Banda Oriental.

Estos fueron algunos fundamentos por los que giran las luchas civiles durante parte del S XX. Se inicia un el período denominado Anarquía del año XX.

Ante la inexistencia de un gobierno de carácter nacional las provincias comenzaron a ligarse entre sí mediante “pactos”.

Tratado de Pilar

Firmado por Sarratea de Bs As, López por Santa Fé y Ramírez por Entre Ríos  

Manuel de Sarratea se hizo cargo de la gobernación de Bs.As el día 18 de febrero y rápidamente se dirigió a la localidad de Pilar donde se encontraban las tropas federales, munido de una nota de la Junta  de representantes con los puntos esenciales para tratar y acordar la paz con los jefes del ejército federal.

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