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Paráfrasis fiebre puerperal


Enviado por   •  30 de Septiembre de 2021  •  Trabajos  •  1.238 Palabras (5 Páginas)  •  51 Visitas

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Ignaz Semmelweis y su investigación de la etiología en la fiebre puerperal de  Acosta, Arredondo y Torres (1999). 

Durante el siglo XIX, 260 de las 3157 progenitoras, correspondientes al 8.2%, que tuvieron hijos durante la primera división de gravidez, fallecieron de fiebre puerperal (se denomina fiebre puerperal al padecimiento de las mujeres después del parto, según la RAE); para el año 1845 el índice era de 6.8%, sin embargo, en 1846, se alzó a 11.4%.

Lo preocupante de los valores es que en la segunda etapa de gravidez del centro médico de Viena los índices de mortalidad por consecuencia del exacto daño, eran únicamente 2.3, 2.0 y 2.7%.  se pretendía solucionar este enigma, empezando por reflexionar ciertas causas históricamente verificadas tales como origen del daño; tal como, el influjo contagio descrito como permutas atmosféricas y cósmico-telúricas que, al expandirse encima del sector, dañaban a las puérperas en cuarentena durante su estancia en el centro médico.

A pesar de, esta descripción no permitía una solución del entendimiento mediante el cual se postraban perjudicadas de forma sobresaliente las individuas de la primera etapa en conectividad con las de la segunda.

De igual manera, otro acto que mostraba como citado la aclaración del enigma fue el suceso de las progenitoras que tenían hijos en destino hacia el centro médico, pues pese a las circunstancias desfavorables de un iluminado en la calle, los sucesos de fiebre puerperal dentro de estas féminas eran en menor cantidad que las internas de la primera etapa.

Por decirlo de otra forma era la acumulación, origen que se pensó menos factible, puesto que las circunstancias de mayor población eran todavía más grandes en la segunda etapa. Asimismo, se negaron las justificaciones dadas al prototipo de atención y tratamiento, puesto que eran semejantes en las dos etapas.

La asamblea arribó al término (1846) de que el diagnóstico en asunto era gracias a que la utilización a las que se imponían las internas mientras las revisaban eran excesivamente impetuosas, puesto que acostumbraban a hacérselo a los aprendices de medicina asignados a la primera etapa y preparados en la misma.

Frente a la descripción, -Semmelweis declaró- cabe instaurar las consecuentes réplicas: como primero, las desgracias causadas por el procedimiento orgánico de la parición fueron fuertes y amplias que las hechas por la valoración, aún en el momento que también sea fuerte, por segundo, las parteras y los aprendices que hacían las pruebas en la segunda etapa lo resolvían de forma exacta que la primera, de manera en que en esta no se dio la fiebre puerperal; por ultimo, con base en el informe de la comisión, la cifra de los aprendices se acortó hasta llegar a una porción, y redujo la valoración de puérperas (se denomina así a las mujeres recién paridas, según la RAE).

Sin embargo, por consiguiente, de una diminuta depreciación, la tasa de mortalidad se alzó como ninguna otra vez. Vista la fragilidad de la clase de aclaraciones, se probaron unas distintas, tales como, en el medio psicológico se declaraba que la aparición de sacerdote al centro médico, la persona que concedía el sacramento a las féminas que estaban muriendo en la primera etapa, debía recorrer 5 pasillos primeramente para aparecerse en el lugar donde se encontraban las pacientes, hacía su trayectoria anticipada con un auxiliar, quien le ayudaba a tintinear la esquila (campana pequeña que sirve en los conventos para convocar a los religiosos a los actos de comunidad, así lo postula el diccionario); a su vez lo hacía parecer como un ser espeluznante e, hipotéticamente, desgastante para los enfermos. Esta preocupación no se suscitaba en la segunda etapa, en la cual el sacerdote tenía acceso al lugar donde se encontraban los pacientes incurables.

Para erradicar este producto se persuadió al capellán de que cambiara su trayecto en su ruta hacia el lugar de la primera etapa, también que se le solicitó no utilizar su esquila, así, el sacerdote arribaba sin hacer ruido y sin ser visto, a pesar de, la mortalidad no decreció.

Se le dio una aclaración más, al verse que en la primera división los internos reposaban de espalda y en la segunda de lado, se estableció la utilización de pose contigua en la primera, sin embargo, el índice de mortandad se postró sin cambio.

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