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QUE ES UNA AGNOSIA?

manzhanitamejiaPráctica o problema1 de Noviembre de 2012

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¿QUE ES UNA AGNOSIA?

Se denomina agnosia a la dificultad para el reconocimiento que no puede atribuirse a trastornos sensoriales elementales, problemas atencionales, afasia o falta de familiaridad de los elementos presentados a través de los sentidos (Frederiks, 1969).

A esta definición de la neuropsicología clásica generalmente se agrega la aclaración de que el mismo estímulo que no es reconocido por un canal puede ser reconocido por otra modalidad sensorial, tratándose la agnosia, en la gran mayoría de los casos, de un trastorno de modalidad específica que afecta un canal sensorial visual, táctil, auditivo, gustativo u olfativo impidiendo el reconocimiento de material presentado por esa vía.

La habilidad de reconocer los objetos que ya hemos visto o tocado alguna vez, de poder describir sus características y utilidades, de identificar los rostros conocidos, de reconocer los sonidos familiares, es una de las de las funciones cognitivas que median nuestra conducta y la interacción con el medio. En tanto tal, forma parte del objeto de estudio de la neuropsicología, abocada el estudio acerca de las causas y tipos de alteración en el reconocimiento de objetos.

Las agnosias visuales, táctiles y auditivas son las que han recibido mayor atención y han sido más extensamente estudiadas. A lo largo de este módulo se desarrollarán los aspectos concernientes a estas tres modalidades de reconocimiento y sus alteraciones, dejando fuera las alteraciones en el reconocimiento de sabores y olores, muy escasa y pobremente abordados en la literatura neuropsicológica.

Es necesario aclarar que cuando hablamos de agnosias nos referimos a una función que se encuentra adquirida y que se desorganiza como consecuencia de una lesión cerebral. Por lo tanto la investigación en el tema y los hallazgos que aquí serán reportados corresponden a estudios realizados en sujetos adultos.

También es importante establecer una distinción clínica entre pacientes agnósicos y pacientes anómicos. Se conoce con el nombre de anomia a la incapacidad de evocar en el momento preciso la palabra adecuada. Si un paciente falla en la denominación de un objeto mostrado pero logra hacernos saber de alguna otra manera que conoce de qué objeto se trata ofreciendo una adecuada descripción del mismo, indicando el gesto correcto de uso de ese objeto, proporcionando información semántica adecuada, podemos considerar que la alteración es de naturaleza anómica.

• Porque sucede:

Se debe a lesiones que desconectan las áreas de procesamiento sensorial primario (3,1,2) con las de procesamiento cognitivo superior. Área ( 22,39,40). Pero se debe tener en cuenta que:

• Las agnosias se incluyen dentro de los trastornos de la sensación.

• Es una alteración de la capacidad de reconocer la sensación presente.

• No está alterado el órgano de los sentidos ni las vías aferentes.

HISTORIA

La primera aproximación a las agnosias surge de los estudios experimentales en perros llevados a cabo por Munk (1881). Él observó que, luego de practicar una ablación occipital bilateral, estos animales podían sortear adecuadamente los obstáculos presentes en el entorno, pero ya no reaccionaban a la presencia de objetos que antes les atemorizaban o atraían. Munk interpretó estos comportamientos como el resultado de una pérdida en la memoria de imágenes vinculadas con la experiencia previa, y llamó a esta condición ceguera cortical.

En 1890 Lissauer presenta el primer informe detallado acerca de trastornos del reconocimiento en humanos. Sus trabajos lo convierten en el autor principal sobre las agnosias en la neurología clásica. Prueba de ello es la utilidad y vigencia actual de su distinción entre agnosia apercetiva y asociativa, que aún hoy se emplea como punto de partida en el proceso de identificación de los distintos tipos de agnosia.

Fue Sigmund Freud (1891) quien, un año después, le da el nombre de ‘agnosia’, desplazando el uso de términos como ‘ceguera cortical’, ‘asimbolia’ (Finkelnburg, 1870), e ‘impercepción’ (Jackson, 1876). La palabra agnosia se vuelve así de uso general para indicar las alteraciones en el reconocimiento de objetos.

A lo largo del siglo XX los síndromes agnósicos fueron objeto de debate, e incluso se llegó a poner en duda la existencia misma del trastorno. Los fenómenos de alteraciones en el reconocimiento perceptivo han sido interpretados a la luz de distintas teorías. La escuela de la Gestalt, con sus postulados acerca la percepción, publica casos de agnosias visuales conceptualizados desde sus aportaciones (Poppelreuter, 1923; Goldstein, 1943). Durante los años 60 y 70, con el resurgimiento de la teoría conexionista (Geschwind 1965), los casos de agnosia fueron interpretados como el resultado de desconexiones verbo-sensoriales. Finalmente, en la década de los 80, época en que la neuropsicología cognitiva cobra fuerza como un corpus organizado, las agnosias fueron reinterpretadas por medio del desarrollo de modelos computacionales que apuntan a circunscribir con mayor precisión la naturaleza de los déficits. Siguiendo los recorridos de la vasta producción científica sobre las agnosias, somos testigos de una transformación que comienza en las descripciones clínicas de la literatura clásica hasta contar, en nuestros días, con aproximaciones experimentales sistemáticas que tienen por objeto limitar la especulación teórica mediante la puesta a prueba de modelos de procesamiento perceptivo.

AGNOSIA VISUAL

Es una forma específica de agnosia caracterizada por una incapacidad cerebral para reconocer o comprender estímulos visuales. Una persona con agnosia visual puede ver con normalidad, ya que el funcionamiento de su sistema visual es correcto, pero es incapaz de interpretar o reconocer lo que está viendo. Tampoco presenta déficit alguno en sus capacidades mentales generales.

Existen pruebas sencillas que pueden aplicarse para diagnosticar esta afección. Este tipo de pruebas suelen consistir en mostrar una serie de imágenes de objetos inanimados, así como de lugares y personas famosas. Un deterioro generalizado en la capacidad de reconocimiento de las imágenes mostradas es un indicador de la presencia del trastorno. Se podrá establecer el tipo específico de agnosia visual en función del tipo de imágenes que supongan una mayor o menor dificultad para su reconocimiento. La agnosia visual suele estar provocada por una lesión bilateral del lóbulo occipital o temporal.

Los síntomas específicos pueden variar dependiendo de la causa que haya provocado la agnosia. Algunos pacientes son incapaces de copiar dibujos, pero pueden manipular objetos con un alto grado de destreza. Por lo general, los pacientes pueden describir con gran detalle los objetos que se encuentran en su campo visual, incluyendo aspectos como el color, la textura y la forma, pero no son capaces de reconocerlos. De forma análoga, estos pacientes a menudo pueden describir objetos familiares ayudándose de sus recuerdos, a pesar de sus problemas visuales. El análisis detallado de la naturaleza de la agnosia visual ha favorecido el alcance de una mejor comprensión del papel del cerebro en los mecanismos visuales no patológicos.

Las dos principales categorías de la agnosia visual son:

• Agnosia visual aperceptiva: un deterioro en el reconocimiento de los objetos. Las personas con agnosia aperceptiva no son capaces de alcanzar una percepción completa y consciente de los objetos.

• Agnosia visual asociativa: un deterioro en la capacidad de reconocimiento del modo en que un objeto debe utilizarse, aunque este objeto haya sido identificado correctamente. Para estos pacientes, la percepción tiene lugar, pero carece de significado.

Subtipos de la agnosia visual asociativa:

• Acromatopsia: un deterioro en el reconocimiento del color.

• Prosopagnosia: un deterioro en el reconocimiento de los rostros. Estos pacientes son conscientes de que están percibiendo un rostro, pero no son capaces de reconocerlo, a pesar de que se trate de una persona familiar.

• Agnosia de la orientación: el reconocimiento de los objetos se conserva, pero se pierden los conocimientos relativos a su orientación espacial.

• Alteraciones en la discriminación de la forma:

Los pacientes estudiados por ella, JAF y RBC, al igual que el paciente estudiado por Efron (1968) presentan una agudeza visual normal y una adecuada habilidad de ubicar objetos en el espacio. Sin embargo estos pacientes muestran alteraciones en el Test de formas de Efron (Fig. 1): excepto para los rectángulos más fáciles de discriminar, los pacientes no pueden diferenciar cuadrados de rectángulos. Tampoco pueden reconocer personas con solo mirarlas, y la performance de identificación de objetos y dibujos fue pobre. Los dos pacientes de Warrington tampoco podían reconocer figuras fragmentadas en un fondo también fragmentado (por ejemplo, una cruz o un círculo blanco fragmentado, es decir, compuesto también por pequeñas partes negras, sobre un fondo negro en el que pequeñas partes blancas tiñen el recuadro).

A pesar de las severas dificultades que presentaba este paciente en su vida cotidiana, Efron no las interpreta como agnosia, sino como dificultades en la percepción de la forma. Por su parte, Warrington encuentra datos que sugieren que los déficits en la percepción de la forma mantienen una topografía retiniana, lo que abona la teoría sobre el origen sensorial de los mismos.

• Acromatopsia

Se conoce con este nombre a la alteración

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