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Salud Sexual Y Reproductiva Desde La Perspectiva De Genero

Menry20 de Mayo de 2012

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LA SALUD SEXUAL Y LA SALUD REPROD UCTI VA

DE SDE LA PERSPECTI VA DE GÉNE RO

Miguel Ramos Padilla*

RESUMEN

Este ensayo busca introducir la categoría de género en el análisis de los procesos que producen la salud, la enfermedad

y la atención, en el campo de la salud sexual y reproductiva, pues la considera un aporte valioso para develar

una serie de componentes que, aunque están estrechamente relacionados con las categorías de clase o etnia, tienen

una dinámica y una capacidad de explicación de la realidad relativamente autónoma. El género no es sólo un aspecto

determinante de inequidad sino un eje explicativo de muchos de los factores que intervienen en el enfermar y morir de

mujeres y hombres. En primer lugar, se exponen las implicaciones más importantes de las desigualdades sociales por

razones de género y de las diferencias de género en la salud sexual y reproductiva para el caso peruano; en segundo

lugar, se analiza la importancia de concebir e involucrar a los varones como sujetos de derechos y con necesidades

específicas en sexualidad y reproducción, en discusión con los planteamientos de la Conferencia Internacional de

Población y Desarrollo (CIPD) de El Cairo al respecto, y las implicaciones de la salud sexual y reproductiva de los

varones en la salud de las mujeres; en tercer lugar, se analiza el sinuoso camino de las políticas estatales en torno a

la salud sexual y reproductiva y el respeto de estas a los derechos de las personas y a la equidad de género a partir

de la CIPD; y por último, se concluye con algunas propuestas de lineamientos de políticas en salud sexual y salud

reproductiva con perspectiva de género.

Palabras clave: Género y salud; Salud sexual y reproductiva; Políticas públicas de salud; Perú (fuente: DeCS BIREME).

abs trac t

This assay aims at introducing gender in the analysis of the health, disease and medical care process in the field of

sexual and reproductive health. Gender is considered a valuable input to reveal a series of components, which although

closely related to class and ethnic origin, have a dynamics and a relatively autonomous capability to explain reality.

Gender is not only a determining aspect of inequity but also an explicative axel of many factors involved in getting sick

and dying for many men and women. In the first place, we present the most important implications of social inequity

due to gender and gender differences in sexual and reproductive health for Peru. In the second place, an analysis is

conducted on the importance of conceiving males and involving them as subjects entitled to rights and with specific

needs in health and reproduction, in discussion with the position of the International Population and Development

Council in Cairo and the sexual and reproductive health implications of men in women’s health. In the third place, the

winding road of the public policies regarding sexual and reproductive health is analyzed, and in this aspect, the right of

people and gender equality from the above mentioned Conference. Lastly, the presentation ends with some proposals

for sexual and reproductive health policies with a gender perspective.

Key words: Gender and health; Sexual and reproductive health; Health public policy; Peru (source: DeCS BIREME).

* Facultad de Salud Pública y Administración, Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima, Perú.

Este artículo se desarrolló como parte del proyecto PER7P203 Investigación en Población y Desarrollo entre el Instituto Nacional

de Salud y el Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas (UNFPA).

artículo de revisión

INT ROD UCCIÓN

En la mayor parte de los países del mundo, la salud

sexual y la salud reproductiva de las personas han

emergido como campos de atención a tener en cuenta

en las políticas y programas de salud. Esto expresaría

una preocupación oficial por el bienestar integral del

ser humano, al reconocer a la sexualidad y reproducción

como dimensiones importantes por ser satisfechas

para la realización personal, y también con impactos en

el desarrollo económico y social. Como dice Cook et

al., la capacidad o incapacidad de los individuos, y en

especial de las mujeres, de regular y controlar su propia

fecundidad afecta la salud y el bienestar de las personas

directamente involucradas, y no tener la posibilidad

de decidir libremente sobre este campo constituye una

Rev Peru Med Exp Salud Publica 23(3), 2006

202

violación a los derechos humanos. Además, tiene implicaciones

en la estabilidad global y el equilibrio entre la

población y los recursos naturales y entre las personas

y su medio ambiente1.

La salud sexual y la salud reproductiva, siendo elementos

tan importantes de salud, de derechos humanos y,

en general, de bienestar y de desarrollo social, no siempre

tuvieron la relevancia que han alcanzado en la actualidad.

Esta trascendencia, más bien, es el resultado

de un largo y paulatino proceso de cambio de creencias

y paradigmas socioeconómicos y culturales, gestado

por diversos movimientos sociales, entre los que destaca

el movimiento feminista. Estos, incesantemente

cuestionaron la aplicación de políticas sesgadas y coercitivas

en torno a la sexualidad y a la reproducción, y

refutaron a las doctrinas que se erigieron como su sustento

teórico, las cuales buscaban defender intereses

económicos y políticos particulares y no el bienestar de

la población en general. El logro del consenso mundial

respecto al nuevo paradigma de desarrollo humano

y su enriquecimiento propuesto por la perspectiva de

género, cumplieron un papel crucial en la elaboración

de los conceptos de salud sexual, salud reproductiva y

derechos reproductivos en los lineamientos de políticas

que se desarrollaron a partir de la Conferencia Internacional

de Población y Desarrollo (CIPD) realizada en la

ciudad de El Cairo en 19942.

En los acuerdos del CIPD, el concepto de salud reproductiva

abarca no sólo la ausencia de enfermedades,

sino que fundamentalmente está referido a un estado

de bienestar físico, mental y social de la persona en

todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo,

sus funciones y procesos. Seguidamente

plantea que parte de ese bienestar es la capacidad

de disfrutar libremente de una vida sexual satisfactoria

como fin en sí mismo, y no enlazado necesariamente

con la procreación si de esa manera cada persona lo

decide, en una práctica sin riesgo de embarazos no

deseados. Para lograr ese estado general de bienestar

en el campo de la reproducción se señala que,

mujeres y hombres, deberán tener el derecho a ser informados

sobre diversos métodos de planificación familiar

y acceso a ellos. También tener derecho a recibir

servicios adecuados de atención de la salud que garanticen

embarazos y partos sin riesgos e hijos sanos.

Se recomienda que los servicios de salud reproductiva

vayan más allá del suministro y asesoramiento de la

anticoncepción, debiendo abarcar la atención prenatal,

al parto y al post-parto, interrupción del embarazo

en los lugares donde no sea proscrito o prevención

de aborto y el tratamiento de sus consecuencias, y

asumiendo otra afecciones tales como infecciones

del aparato reproductor, infertilidad, enfermedades de

transmisión sexual, cáncer de mama, asesoramiento

sobre sexualidad humana y paternidad responsable

(CIPD, 1994)2.

De esta forma en El Cairo se rompe con la preocupación

centrada en la planificación familiar y se asume las

necesidades en la salud de las personas, en especial

las de las mujeres, de manera más integral. Los objetivos

del desarrollo humano que está en los principios

formulados en esta Conferencia, están centrados en el

desarrollo de las capacidades de usuarias y usuarios de

los servicios de salud reproductiva, y en satisfacer sus

necesidades de salud y sus intenciones y preferencias.

Privilegia el mayor acceso y la mejoría en la calidad de

los servicios de salud, como dimensión del bienestar de

la población3. En esta Conferencia se introdujeron tres

cambios fundamentales respecto a las conferencias anteriores:

un nuevo concepto “la salud reproductiva” más

amplio e integral que el de “planificación familiar”, el

reconocimiento de la sexualidad como una dimensión

fundamental de las personas, y la consideración de que

es la mujer quien debe controlar su propia fecundidad

bajo una libre decisión y con condiciones que permitan

que esto ocurra4.

Sin embargo, a pesar del consenso mundial y el compromiso

de los gobiernos para desarrollar acciones encaminadas

a cumplir los acuerdos, tanto la aplicación

de las políticas y programas de salud reproductiva y

sexual a nivel nacional, como el ejercicio cotidiano de

los derechos sexuales y reproductivos y el acceso de

las personas a los servicios,

...

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