Teorias Didacticas
ShirleySatara12 de Junio de 2015
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JUNTACADÁVERES:
ABSURDO Y ABYECCIÓN EN LA OBRA
DE JUAN CARLOS ONETTI
Juntacadáveres: Absurd and abjection in the work of
Juan Carlos Onetti
ROBERTO PINHEIRO MACHADO
rbpn2000@yahoo.com
Universidad de Salamanca
Este ensayo analiza la relación entre la estética del absurdo presente en Juntacadáveres,
de Juan Carlos Onetti, y el concepto de abyección formulado por Julia Kristeva en
Pouvoirs de l’horreur. Essai sur l’abjection. Abyección y absurdo aparecen en relación
de causalidad, donde el primero se percibe como elemento que impulsa el segundo. A
través de la comparación entre absurdo y abjección, el ensayo propone unir psicoanálisis
y existencialismo, apuntando hacia la moralidad cotidiana como resultante del sentido
de repulsión propio de la abyección.
Palabras clave: absurdo, abyección, psicoanálisis.
This article analyzes the relation between the aesthetics of the absurd present in Juan
Carlos Onetti’s Juntacadáveres and the concept of abjection as formulated by Julia Kristeva
in Pouvoirs de l’horreur. Essai sur l’abjection. Abjection and the absurd will be shown
as interconnected through a causality where the former becomes that which triggers the
latter. By putting the absurd and abjection side by side, the article attempts to bridge
psychoanalysis and existentialism, pointing to the realm of everyday lived morality and
values as resulting from the basic sense of repulsion implied in abjection.
Key words: absurd, abjection, psychoanalysis.
El objetivo de este ensayo es analizar la relación entre la estética del
absurdo presente en la obra de Juan Carlos Onetti y el concepto de abyección
propuesto por Julia Kristeva. La presencia del absurdo en la obra del autor
uruguayo ha sido observada por la crítica en diversas ocasiones.1 En el artículo
“El absurdo y la angustia en Juntacadáveres de Onetti”, por ejemplo,
José Luis Martín reconoce la vertiente existencialista del absurdo presente
en la obra del autor uruguayo:
1 Para un análisis detallado del absurdo en Onetti, véase mi estudio La estética del absurdo en la
narrativa hispanoamericana: Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar y José Donoso. Salamanca: Editorial
Universidad de Salamanca, 2003.
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Taller de Letras N° 38: 55-73, 2006
La influencia de Sartre en la narrativa de Juan Carlos
Onetti ya ha sido señalada con éxito. El personaje
dominado por su circunstancia, y como consecuencia
de ello, una existencia de angustia interior: tal la
motivación absurdista del existencialismo literario.
Pero en Onetti, esa proyección de angustia se da
a causa de que el personaje es víctima de circunstancias
ontológicas, que arrancan de la raíz misma
del ser. (Martín 183)
Las circunstancias ontológicas que victiman los personajes de Onetti son
las mismas que definen el contenido existencialista del absurdo como epifanía
del sinsentido de la vida. La sinrazón se configura a través del mundo oscuro
que presenta el autor en sus narraciones, un mundo sombrío donde una concepción
pesimista de la humanidad expresa de forma contundente la miseria de la
existencia. El absurdo onettiano está vinculado a los instintos más bajos de sus
personajes, asumiendo prontamente la forma de investigación del alma humana
en su estado de decadencia, y asimilando imágenes de suciedad, impureza,
perversión, degeneración, corrupción, hediondez, ruina y destrucción. Esta es la
forma que Onetti encuentra para expresar la irracionalidad de la existencia. La
voluntad de hacer sufrir configura la crueldad, y el disfrute con el sufrimiento
ajeno conforma la perversidad. Crueldad y perversidad constituyen el impulso
básico de la raza humana caída y degradada, e infamia y desdicha establecen
el carácter impuro del espíritu humano que se define como una entidad que
necesita la prohibición y la interdicción para sobrevivir. En suma, en Onetti
la vida es sin sentido, porque el hombre es abyecto.
La topografía de la desdicha en que resulta gran parte de la obra de
Onetti descubre el significado básico del hombre como ser rechazado, caído
y abyecto. A este ser arrojado a un mundo que no comprende, separado de
la naturaleza y al cual está denegado el consuelo divino, Onetti otorga un
destino marcado por la suciedad y por la impureza. En ese sentido, el absurdo
aparece implicado en la abyección, es decir, en el sentimiento básico
de escisión entre el hombre y el mundo.
La abyección es el sentimiento primordial de rechazo, de asco y repulsa
hacia lo que se percibe como inaceptable, como digno de interdicción
y prohibición, y también como inmoral. En Poderes de la perversión, Julia
Kristeva escribe:
Surgimiento masivo y abrupto de una extrañeza
que, si bien pudo serme familiar en una vida
opaca y olvidada, me hostiga ahora como radical-
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Roberto Pinheiro Machado Juntacadáveres: absurdo y abyección en la obra…
mente separada, repugnante. No yo. No eso. Pero
tampoco nada. Un “algo” que no reconozco como
cosa. Un peso de no-sentido que no tiene nada de
insignificante y que me aplasta. En el linde de la
inexistencia y de la alucinación, de una realidad
que, si la reconozco, me aniquila. Lo abyecto y la
abyección son aquí mis barreras. Esbozos de mi
cultura. (Kristeva 8)
Según este fragmento de Kristeva, es posible percibir que en la abyección
operan las principales claves del absurdo: la “extrañeza”, la “vida
opaca” y “separada”, el “no-sentido”, el “linde de la inexistencia y de la
alucinación”, la realidad que “aniquila”. La abyección subraya el carácter
repugnante del absurdo: es la raíz misma de la náusea sartreana, del sentimiento
de asco y repulsa frente al sinsentido de la existencia. Indigno de
recibir el aval del hombre civilizado, lo abyecto aparece implicado en la
inmundicia, la maldad, la perversidad, la inmoralidad, el miedo, la locura,
la irracionalidad y la violencia. Es también la negación de la vida y de los
valores que posibilitan la existencia humana en sociedad; la refutación de la
civilidad, de la urbanidad, de la racionalidad; la contradicción de los principios
morales que sostienen los procesos civilizadores emprendidos por el
hombre a través de la historia.
Onetti presenta el perfil absurdo del ser humano a través de la denuncia
de su carácter abyecto. Los personajes del autor uruguayo tienden
a la suciedad, a la perversidad, al mal y a la inmoralidad que constituye
el carácter irracional y trasgresor del abyecto. Este individuo vil, cobarde,
violento y repugnante es la propia expresión de la abyección como principio
incompatible con un mundo racional y ordenado. Así, en Juntacadáveres
(1964) Onetti escribe acerca de Díaz Grey:
No es una persona; es, como todos los habitantes
de esta franja del río, una determinada intensidad
de existencia que ocupa, se envasa en la forma de
su particular manía, su particular idiotez. Porque
solo nos diferenciamos por el tipo de autonegación
que hemos elegido o nos fue impuesto. (Onetti,
Juntacadáveres 22)
Aquí, percibimos el individuo onettiano como un ser que vive en
constante “autonegación”. La repugnancia que siente hacia sí mismo está en
concordancia con el aspecto de ser caído que se descubre constantemente en
su suciedad y miseria espiritual. Como veremos, lo grotesco toma cuenta de
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la existencia de los personajes de Onetti arrojándolos de forma contundente
en la sordidez que les rodea.
Juntacadáveres empieza con el protagonista, Junta Larsen, llegando a
Santa María acompañado de tres prostitutas que trabajarán en el recién abierto
prostíbulo de la ciudad. La novela cuenta, entonces, la historia del ascenso y
decadencia del burdel, retratando una empresa que desde el principio está destinada
al fracaso. En esta saga de corrupción y deterioro, el absurdo se configura
como abyección a través de temas específicos que denotan el carácter torpe
de los personajes: el fracaso, el asco, el miedo, la muerte y la inmoralidad.
Como afirma Luis Harss: “El prostíbulo es también una especie de construcción
visionaria erigida en oposición al absurdo de la vida” (246). Allí habitan las
mórbidas esperanzas de Larsen, la realización de su sueño patético, los destinos
previamente condenados de las prostitutas, vidas corrompidas, arruinadas, seres
que son poco más que sombras del fracaso total de la humanidad.
La irracionalidad como aspecto formal de la estética del absurdo también
está presente en Juntacadáveres. Allí, no hay lógica, porque no hay dénouement,
los personajes están previamente condenados al
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