Uso De Farmacogenómica En El Tratamiento De Enfermedades Infecciosas
Sarahitrujillo15 de Febrero de 2014
2.654 Palabras (11 Páginas)369 Visitas
“No se nos ha escapado a nuestra atención que cuánto más exploramos el genoma humano, más nos queda por explorar. "No cesaremos de explorar. Pues al final de toda exploración llegaremos donde empezamos, y conoceremos cuál es nuestro lugar por primera vez" T. S. Elliot.
Si algo quedó marcado en el siglo XIX es sin duda el salto científico de haber codificado casi en un total el genoma humano y el genoma de muchos organismos más, y claro está que quienes desencadenaron este fenómeno fue desde luego el padre de la genética Gregorio Mendel y posteriormente el gran descubrimiento de la estructura del ADN por Watson y Crick, desde entonces un alto porcentaje de la investigación se ha direccionado hacia este nuevo mundo de conocimiento por explorar.
La velocidad de las investigaciones y la producción de conocimiento sobre el actuar del ADN de los organismos han sido elevadas porque en menos de un siglo el avance que se ha logrado es claramente de admirar. En algunos ámbitos y campos disciplinares ya se está haciendo uso de este conocimiento aplicándolo a tecnologías que permiten incrementar rendimientos de producción, mejorar la apariencia, resistencia y estabilidad de productos de origen natural y demás, pero en el ámbito clínico y farmacológico aún se encuentra en proceso de investigación los posibles usos tecnológicos que se puede dar al conocimiento de la estructura y funcionamiento del material genético en los organismos, dirigido a la prevención, tratamiento y manipulación de enfermedades con las que ha lidiado en relativa desventaja el ser humano.
Una de las enfermedades que cabe resaltar son las infecciones; ya que la humanidad ha luchado contra ellas por un largo periodo de la historia, con sospecha de que la lucha comenzó casi al mismo tiempo de la existencia del hombre, y después de tantos años de evolución aún siguen siendo un problema de alto impacto, ya que aunque se ha mejorado la calidad de vida, los hábitos de higiene y se han implementado una serie de productos que pueden eliminar un alto porcentaje de microorganismos, esto sí ha reducido a morbilidad de infecciones en humanos, pero el porcentaje de personas que se enferman por infecciones aún sigue siendo muy elevado,
El total de la población en algún momento de su vida ha sufrido alguna infección, esto es por las infecciones son un evento natural de nuestro organismos en adaptación con el medio ambiente, cada vez que nos exponemos a un microorganismo nuestro sistema inmune lo combate y no busca solo su eliminación, sino genera la producción de anticuerpos específicos para que en una futura exposición, se inhiba de forma inmediata el microorganismo sin permitirle generar daño.
En un arma de dos filos en los últimos dos siglos se ha dado el desarrollo en el área farmacéutica de la producción de antibióticos, componentes de índole orgánica, principalmente sintetizados por microorganismos que tiene la propiedad de inhibir algún mecanismos de desarrollo de otro microorganismo; que al momento de su descubrimiento y comercialización han sido muy usados por pacientes que presentan infecciones principalmente de índole bacteriana, micotica, y parasitaria, pero la desventaja que tienen estos fármacos que de no ser administrados en las dosis y tiempo adecuado, los microorganismos a los cuales atacan generan mecanismos de resistencia, que hacen resistentes a los efectos, y los últimos años se han documentado cada vez más cepas de microorganismos con un amplio espectro de resistencia a casi el total de la gama de antibióticos que existen.
Por esta razón los tratamientos farmacológicos a base de antibióticos parecen ser cada vez más ineficaces en el ataque a los microorganismos, y es aquí donde se ha generado un enfoque de las investigaciones genéticas para crear nuevas formas terapéuticas en base al genoma tanto de los microorganismos como en específico de cada ser humano que padece la enfermedad para generar tratamientos específicos que eviten la desventaja de las innumerables reacciones adversas y lo más importante que puedan garantizar una respuesta benéfica del paciente.
Uno de los principales objetivos que se plantea la farmacogenómica en el tratamiento de las infecciones es consiste en crear un mapa que permita predecir cuál es la mejor alternativa terapéutica y la dosis más adecuada de un fármaco en un determinado paciente según sus características genéticas, lo que se dice de forma muy común “recetar fármacos a la carta”.
El planteamiento de tratamiento específico se debe que en una reacción infecciosa donde el encuentro no equilibrado entre el agente (bacteria, virus, protozoario, hongos) y el potencial hospedador, siendo dicho potencial el que determina la manifestación o no del cuadro clínico que llamamos enfermedad o patencia y la manera como responderá a esta invasión, los cuales son mecanismos complejos y está determinada por múltiples factores; como la presentación de antígenos, la respuesta tisular y humoral, y los cuadros inflamatorios dependientes en sí del fenotipo del hospedador; de igual forma no todas las personas metabolizan los fármacos con la misma eficiencia, algunos muestran cuadros de rápida respuesta, mientras que en otros no hay respuesta.
En una población humana dada, la reacción de los individuos a un patógeno puede variar, y como ejemplos extremos de esta variación tenemos al virus Epstein-Barr el cual puede pasar totalmente asintomático, o en ocasiones producir severas erupciones o muerte, o el virus HIV, el cual es letal o produce enfermedad en el 90 % de los casos.
Como un ejemplo paradigmático de esta variación está la Sra. Berenice Soares de Moura en quien Carlos Chagas aisló por primera vez en 1909 el Trypanosoma cruzi cuando esta tenía solo dos años de edad. A Berenice se le sometió a un riguroso análisis en el año 1961 y a pesar de presentar un xenodiagnóstico positivo no mostraba ningún otro signo de la enfermedad. A pesar de albergar en su sangre al temido protozoario Berenice murió de causas naturales a los 92 años.
Un tipo de enfoque de las investigaciones en farmacogenómica en infecciones es el análisis de las modificaciones genómicas en los casos particulares antes mencionados de los individuos que logran resistencia a determinadas infecciones y no son susceptibles a daño del microorganismo, que tienen una tendencia de causar patogenecidad cada vez que infecta, ejemplo de ello es la resistencia a malaria que muestran los individuos heterocigóticos a la anemia falciforme, o los portadores de una mutación del gen para el receptor la citosina CCR5 que los hace inmune a las infecciones por el virus HIV.
sin embargo este tipo de asociaciones monogénicas son raras, por lo tanto el número de enfermedades infecciosas para las cuales se han descrito altas correlaciones con marcadores genéticos de susceptibilidad o resistencia es limitada. Estas limitaciones al análisis de múltiples genes en una población hacen sumamente difícil el descubrir dichas correlaciones. Sin embargo la aparición de tecnologías de gran formato (high-output) derivadas de los estudios de la genómica está permitiendo realizar estudios comparativos que agrupan a un alto número de marcadores genéticos. Dentro de estas técnicas la más ampliamente usada es la llamada SNP y es la abreviación para “Single Nucleotide Polymorphisms”. El término SNP se refiere al hecho de que todos los humanos presentamos variantes nucleótidicas, muchas de ellas no asociadas con mutaciones que ocurren tanto en regiones codantes como no codantes. Para que un cambio nucleótido pueda ser considerado con un SNP necesita tener una frecuencia de al menos 1% dentro de la población humana. Hasta la fecha se han registrado abundantes SNPs, aproximadamente en promedio un SNP por 1000 pares de bases del genoma humano. Esto hace de los SNP importantes marcadores que sirven de referencia para establecer correlaciones entre una región genética y un posible síndrome o enfermedad.
En la actualidad existe una gran búsqueda de marcadores genéticos de susceptibilidad, pero esta tarea no es fácil, muchas de las asociaciones reportadas por algunos investigadores no han sido verificadas por otros. Una aproximación para orientar esta búsqueda consiste en examinar genes de susceptibilidad a otras enfermedades con correlaciones firmes y que compartan vías bioquímicas o inmunológicas con la nueva enfermedad que se quiere estudiar.
Otra forma de orientar las investigaciones
...