ANALISIS DE LA OBRA LA VACA DE CAMILO CRUZ

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Análisis de la obra “La vaca” de Camilo Cruz

Esta obra nos invita a romper todos esos paradigmas que han truncado nuestro progreso y superación, nos induce a mirar más allá de nuestra propia nariz, a romper todos esos malos hábitos que han crecido en cada uno de nosotros y sobre todo nos conlleva a matar esas vacas que de una u otra manera estamos engordando en nosotros, muchas veces truncando nuestros sueños.

La historia comienza narrándonos que había una familia muy pobre que vivía en una casucha vieja que ya casi se caía y que con lo único que contaban era con una vieja y flacuchenta vaca, la cual le daba la leche para el sustento de ellos y sus hijos, el maestro después de haber visitado aquella humilde vivienda y de haber pernoctado allí al otro día para darle una lección a su discípulo decide antes de irse; matar la vaca. El discípulo se pone triste porque pensaba en esa pobre familia, un año después regresan a la misma vivienda pero ya encuentran una casa mejor, los dueños mejor vestidos y con mejores comidas, pensaban que era otra familia pero cuando se percataron y estuvieron seguros que eran los mismos de hace un año atrás, se acercaron y le preguntaron al anciano que había pasado, él le hace la narración de la muerte de su vaca y que debido a eso tuvo que buscar otras maneras de darle el sustento a su familia y fue así como comenzó a sembrar y cultivar para su consumo, pero luego se dio cuenta que tenía un excedente, por lo que comenzó a venderle a sus vecinos y después al mercado del pueblo y esto le permitió mejorar su estilo de vida.

El leer este relato me permitió reflexionar sobre algunos aspectos de mi vida, el hecho de tratar de encontrar algunas vacas en mi vida ,aquellas que tal vez nunca antes las había  notado, me permitió replantearme ciertas cosas y preguntarme si realmente lo que quiero es lo que estoy haciendo o más aún si es que las cosas que a menudo realizo en realidad me están acercando a mis metas de vida o si por el contrario me están alejando de ello o tal vez que debo de valorar y  prestar atención más en otros tantos aspectos de mi vida.

Comprendí que las excusas son una manera de echar por tierra algo que desearía hacer y esto no me permite lograr el éxito. Asimismo, que todos los días son importantes para construir ese futuro que quiero lograr, donde mis pensamientos y actitud serán determinantes para llevarme al éxito o fracaso y si bien es cierto el entorno también influencia en esto, el hecho de tener personas en mi entorno que masa allá de ser una fuente de inspiración tienen una mente pesimista, puede predisponerme a actuar con mediocridad y tener una perspectiva pesimista de la vida como ellos, sin embargo ahora se que es posible cambiar el chip y que nunca es tarde para quien quiere ser mejor cada día.

Aprendí que debo siempre cuestionar las creencias que tenga. Debo discernir si realmente me permiten crecer o si más bien son limitantes, entendí que es mi decisión llegar a ser lo que quiero ser.

Que las vacas también se revisten de justificaciones para evitar responsabilidades y es más fácil refugiarme en ellas porque me permiten mantenerme en mi zona de confort, la zona más segura o que requiere esfuerzo menor para mí, pero que a la vez no me permiten avanzar. Comprendí que la mediocridad perpetua el conformismo.

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