ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Argentina: el país de las oportunidades perdidas


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2016  •  Ensayos  •  3.416 Palabras (14 Páginas)  •  272 Visitas

Página 1 de 14

Argentina: el país de las oportunidades perdidas

Curso: DHTICs

Alumno:

Juan José Zaldívar Vá[pic 1][pic 2]zquez

Matricula: 201549854

Profesor: Lic. Aureliano Jorge Jiménez Martínez

20 de mayo de 2016


Pasado glorioso. Presente penoso. Universidades alejadas del mercado laboral, investigación científica y economía global. La Universidad de Buenos Aires (UBA) había tenido como integrantes a 5 ganadores del Premio Nobel.

Su mejor momento fue a mediados de siglo, de la presidencia de Arturo Frondizi en 1958 hasta un golpe militar en 1966. Desde entonces purgas ideológicas hicieron que docentes e investigadores emigraran.

Una de las universidades más grandes de América Latina con 321,000 estudiantes no aparece (o está abajo) en los principales rankings internacionales de universidades. El ranking del Suplemento de Educación Superior del Times no la incluyó en su listado de las mejores 200 universidades en 2009. El ranking de la Universidad de Shanghái, China,  la coloca en los puestos 150 y 200 de su ranking.

Desde el ministro de educación hacia abajo dijeron que estos rankings son deficientes. Según ellos, es injusto medir las universidades con base a parámetros como su cantidad de premios Nobel en ciencias, el número de citas de sus investigadores en publicaciones académicas internacionales escritas en inglés y el número de estudiantes internacionales que van a estudiar a sus aulas.

El ministro de Educación, Juan Carlos Tudesco, que ocupó el cargo hasta mediados de 2009, fue uno de los que los descalificó los rankings antes mencionados y dijo “El hecho que no haya tantos doctorados se debe a que las clases dirigentes en el pasado nunca creyeron en el papel de la ciencia y la tecnología para el crecimiento productivo”

Bill Gates menciona la necesidad que los países empiecen por asumir el problema educativo con humildad. El gobierno argentino, vivía en la negación, culpando al resto del mundo o a la historia y su forma de afrontar las malas calificaciones internacionales no hacía otra cosa más que fomentar la complacencia y la inacción.

En otro de los parámetros usados por los rankings de universidades, el registro de patentes internacionales, la UBA ni aparece en el mapa.

En 2008, la UBA no registró ni una sola patente. Entre 2004 y 2008 la UBA no registró ninguna, o menos de las 5 requeridas para figurar en la lista.

Las patentes son una significativa fuente de ingresos para contratar mejores profesores, crear nuevas escuelas e invertir en investigación.

Hay varios motivos por los que Argentina no registra tantas patentes. Uno es el hecho que las universidades argentinas no tienen una cultura de investigación aplicada, ni mecanismos eficientes para inventar productos comercializabas. Otro mucho más sencillo: la UBA, al igual que las demás universidades argentinas, destina gran parte de los recursos que le da el estado (400 millones de dólares anuales) a carreras no muy productivas para sus estudiantes, profesores o investigadores.

En un país que necesita ingenieros, agrónomos y geólogos para desarrollar sus industrias, las universidades estatales argentinas están produciendo principalmente psicólogos, sociólogos y graduados en humanidades. El país tiene 145 psicólogos por cada 100,000 habitantes, comparado con 85 en Dinamarca y 31 en Estados Unidos, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

En la UBA, se gradúan 1,500 psicólogos y apenas 500 ingenieros por año, según datos oficiales de esa casa de estudios. En ingeniería industrial, se reciben apenas 150 graduados por año.

A nivel nacional, Argentina produce al rededor de 4,600 psicólogos y apenas 146 licenciados en ciencias del sueño por año. El país tiene una gran cantidad de industrias petroleras y mineras. Según datos de la UNESCO, la cifra de estudiantes universitarios que cursan carreras de ciencias, ingeniería o manufacturas en Argentina sólo es de 19%.

Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, señaló que la UBA tiene 27,000 estudiantes en psicología y las empresas argentinas requerirán unos 19,000 graduados en computación en los próximos 5 años.

Uno de los principales motivos del poco interés de los alumnos por la computación, la ingeniería, la ciencia y la tecnología es la pobre educación que reciben en la escuela secundaria. El gran drama son las escuelas secundarias. Si un profesor no sabe para qué sirve lo que enseña, es muy difícil que pueda enseñar. En un país en que hay maestros que ganan menos que un barrendero, los profesores deben correr de un trabajo a otro, y no tienen ni tiempo ni energías para capacitarse.

Un profesor de matemáticas de la escuela secundaria de Luxemburgo, da clases por la mañana y por la tarde debe cursar clases de matemáticas en la universidad como requisito para estar actualizado. Le pagan un salario fabuloso pero tiene que rendir por año una cantidad de materias de perfeccionamiento. Si no lo hace, pierde el puesto de profesor.

Gran parte de las trabas para una mejor educación en la escuela secundaria son los profesores. Cuando un gobierno intenta introducir algo nuevo, los profesores se niegan, porque “aceptarlo implica una pérdida de poder”.

Las políticas educativas del gobierno de Fernández de Kirchner parecían ir a contramano del énfasis internacional en promover las ciencias “duras”. Por ejemplo, en 2009 en la Feria Internacional de Ciencias y Educación (ISEF), uno de los eventos internacionales más prestigiosos de su tipo, en que los países presentan los mejores trabajos científicos de sus estudiantes secundarios.

Ese año se realizó en Reno, Nevada. Acudieron unos 1,500 estudiantes de secundaria de 50 países, a mayoría presentaros trabajos altamente especializaos en biología, química, física y computación. Estados Unidos y China tenían la mayor cantidad de trabajos seleccionados, pero había una significativa presencia latinoamericana.

Los ocho trabajos argentinos no ganaron ningún premio importante: casi todos eran ensayos de ciencias sociales como “Los argentinos somos derechos y humanos”, un estudio sobre las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar argentina de los setenta. Mientras los estudiantes de Estados Unidos, China y la India habían sido motivados a enviar trabajos científicos, los jóvenes argentinos habían participado en un certamen de ciencias con ensayos históricos o de temas sociales.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (22.1 Kb)   pdf (184.5 Kb)   docx (325.9 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com