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CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES.


Enviado por   •  7 de Febrero de 2017  •  Apuntes  •  4.602 Palabras (19 Páginas)  •  405 Visitas

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1.- CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES.

Se podría definir el Antiguo Régimen como el conjunto de rasgos políticos, jurídicos, sociales y económicos que caracterizaron a Europa durante los siglos XVI al XVIII. El término lo acuñaron y emplearon por vez primera los revolucionarios franceses durante la Asamblea Constituyente en 1790 para designar despectivamente las estructuras política, social y administrativa existentes en Francia antes de la revolución, a las que consideraban decadentes e injustas.

En España, el Antiguo Régimen queda constituido en sus características básicas durante el reinado de los Reyes Católicos, consolidado con los Austrias en los siglos XVI y XVII,  y transformado  con los Borbones en el siglo XVIII. En general, el Antiguo Régimen se caracteriza por una economía de predominio agrario, una sociedad estamental basada en los privilegios de la nobleza y el clero, y una estructura política de tipo absolutista que con la llegada de las ideas ilustradas se matiza y concreta en el Despotismo Ilustrado

En el siglo XVIII, las estructuras del Antiguo Régimen empezaban a quedarse obsoletas e inapropiadas para las transformaciones sociales y económicas que se estaban produciendo. El gobierno absoluto de los reyes implicaba el mantenimiento de una injusta organización social, resultado de la división en estamentos y basada en el mantenimiento de unos privilegios  que favorecían a una minoría integrada por la nobleza y el clero. El sostenimiento de esta situación chocaba con los intereses de los grupos más dinámicos, como la burguesía comercial y financiera que  sufrían importantes trabas que obstaculizaban la circulación de bienes y mantenían en el atraso la actividad económica, además de que carecían de  representación política.

I.- CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES.

1. Características políticas.

La característica política más importante es la del poder absoluto del rey. Este poder del rey  se basa en unos principios muy definidos:

 La soberanía, esto es, la capacidad de tomar decisiones en los asuntos públicos, corresponde exclusivamente al rey, llamado por ello soberano. Para algunos teóricos (Bossuet o Hobbes) este poder tiene un origen divino por lo que es ante Dios ante quien el monarca ha de rendir cuentas.

 El Estado es patrimonial y propiedad de la Corona. Su dominio se considera obtenido legítimamente por derechos de conquista y transmitido por herencia, lo que en el caso español, se remonta a la Reconquista.

 El poder del rey es absoluto, su autoridad se encuentra por encima de la ley. Concentra en su persona los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial.

 La administración territorial depende del régimen señorial. De esta forma el cobro de impuestos, el reclutamiento, la aplicación de la justicia local; etc., quedan en manos del clero y la  nobleza, que ejercen esta jurisdicción en su beneficio, pero bajo el poder del rey absoluto.

En España, la monarquía a lo largo del Antiguo Régimen evolucionará desde una monarquía autoritaria hacia el absolutismo. Con los Reyes Católicos y luego con los Austrias (Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II) se había construido una monarquía autoritaria fuerte pero con ciertas limitaciones debidas a los fueros, consejos y cortes de los distintos reinos  peninsulares. La llegada de los Borbones traerá consigo la instauración del absolutismo, un nuevo modelo de estado basado en la centralización del poder político Con Felipe V y sus Decretos de Nueva Planta se retira la autonomía de los diferentes reinos y se crean instituciones y cargos para controlar todo poder y consolidar el absolutismo regio. Con la llegada de la Ilustración este absolutismo se convierte durante el reinado de Carlos III en Despotismo Ilustrado que se caracteriza por la utilización del poder real para promover reformas sociales y económicas sin cambiar el sistema político. Con estas reformas se pretendía alcanzar “la felicidad de la población” y el progreso del Estado.

2. Características económicas.

La economía del Antiguo Régimen se basa fundamentalmente en la agricultura y donde la tierra es el bien esencial Una agricultura que ocupa a más del 80% de la población y en la que  las innovaciones técnicas se aplican con gran lentitud. Este atraso técnico lleva a escasos rendimientos que  tenían como consecuencia las frecuentes crisis de subsistencias y hambrunas. Este atraso está relacionado con un régimen de propiedad de la tierra en el que  dicha propiedad se concentra en pocas manos, por lo que la mayoría de la población campesina trabaja unas tierras que no son suyas. La propiedad estaba amortizada (tierras de la Iglesia, y tierras de propios y baldíos de los Ayuntamientos)  o vinculada (mayorazgos y señoríos de la nobleza), es decir no pueden cambiar de manos ya que está prohibida su compra, venta, donación o división por  herencia.

En cuanto a la producción artesanal, ésta estaba controlada por los gremios, asociación de los productores de un mismo oficio residentes en una misma ciudad. El gremio concede las licencias para abrir nuevos talleres, fija los precios, salarios, jornadas de trabajo, calidad de los productos, etc. Dentro del gremio había tres niveles: aprendiz, oficial y maestro. Los maestros eran los únicos que podían abrir talleres, se controlaba así la cantidad de competencia En España en 1790 se liberaliza el ejercicio de cualquier oficio sin examen del gremio.

El sector comercial se caracterizaba por una excesiva dependencia de la exportación a América. El comercio interior era débil, por la escasa capacidad de consumo, los peajes y aduanas y la vieja red de caminos.

La doctrina económica imperante en estos momentos era el mercantilismo, caracterizado por una fuerte injerencia del Estado en la economía, y por la creencia de que la riqueza y el poder de un país dependían de la cantidad de metales preciosos que hubiera acumulado. Pero empiezan a aparecer otras teorías que se oponen al mercantilismo. Así en Francia en el siglo XVIII, impulsada por Quesnay, aparece la fisiocracia. Para los fisiócratas la fuente primordial de la riqueza es la agricultura y el Estado debe procurar que la tierra esté en manos de agricultores libres. Jovellanos será el difusor de esta teoría en España. De las posiciones fisiocráticas se irá pasando a lo largo de la segunda mitad del siglo a la idea del Liberalismo económico de  Adam Smith quien (“La riqueza de las naciones” -1776-) defiende la plena libertad individual en todos los órdenes de la economía y la no intervención del Estado en la vida económica, reduciendo su papel al de mero árbitro. La defenderán en España: Campomanes y Jovellanos.

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