COMPRENSION LECTORA

COMPRENSIÓN LECTORA

Leer es comprender, siempre que se lee se lo hace para entender sino carecería de sentido. Un lector comprende un texto cuando puede encontrarle significado, cuando puede ponerlo en relación con lo que ya sabe y con lo que le interesa.

La comprensión se vincula entonces estrechamente con la visión que cada uno tiene del mundo y de sí mismo, por lo tanto, ante un mismo texto, no podemos pretender una interpretación única y objetiva.

La apreciación final de un texto variará de acuerdo a las motivaciones diversas de cada lector, este otorgará significado a una lectura coordinando informaciones que provienen de distintas fuentes: el texto, su contexto y los conocimientos que él posee.

Para cumplir este objetivo con éxito, el lector deberá emplear una serie de habilidades o estrategias que lo ayuden a construir sus conocimientos, aplicándolos en situaciones diversas y en contextos diferentes.

PROPUESTAS / MODELOS / ESTRATEGIAS PARA LA COMPRENSIÓN LECTORA

Para poder entender la lectura debe empezar por una lectura correcta. Entendemos por lectura correcta saber pronunciar las palabras de una frase y saber detenerse o continuar de acuerdo con los signos de puntuación. La experiencia de los maestros indica que ahí nace la mala lectura y la comprensión errónea de lo leído: en un detalle aparentemente insignificante como el signo de puntuación. En general, creemos que dichos signos son un lujo, meras señales de tránsito que nos indican cuando disminuir la velocidad, cuando detenerse, cuando volver a avanzar, sin que estas señales tengan tanta importancia como el viaje mismo de la frase.

Repasemos por encima los signos de puntuación más importantes y sus funciones:

El punto (.), cierra las frases o los párrafos, y separa diferentes frases, dentro de un párrafo. Una frase expone una idea y el párrafo la completa, de modo que la pausa del puto sirva para separar una de otra idea.

La coma (,), establece una pausa dentro de la frase, pero esta pausa nunca viene antes de expresar en forma completa una parte de esa idea. La coma establece un descanso después del cual se continúa con la expresión de la misma idea que se había comenzado a expresar.

El punto y coma (;), tiene una función parecida a la del punto y a la de la coma por separados, en el sentido de que aparta decididamente dos frases. Cuando en un párrafo existe un punto y coma, es seguro que las dos frases separadas por tal signo tienen algún aspecto esencial en común; por ejemplo, se refieren al mismo tema.

Las comillas (“ “), sirven por lo común para citar lo expresado por otro autor. Por lo tanto, separan el discurso propio de discurso ajeno, aunque esa separación es débil en tanto la pretensión es integrar la frase ajena al discurso propio, al mismo tiempo que se la separa.

Los paréntesis ( ( ) ), sirven para encerrar palabras o frases, quitándolas de la frase principal, como si constituyeran una explicación sobre lo que se está diciendo. Lo que se incluye entre paréntesis viene siempre relación con aquello que está refiriendo la frase principal.

Los signos puntos suspensivos (. . .), puede interrumpir una frase (son muy usuales en los diálogos) y tienen como función –dice el diccionario de la Real Academia—denotar que “queda incompleto el sentido de una oración o cláusula de sentido cabal, para indicar temor o duda, o lo inesperado y extraño de lo ha de expresarse después”.

Fuera de la estructura del texto, existen los niveles de comprensión. Planteémonos el problema de la comprensión del texto en estos términos: ¿Qué podemos o debemos entender en la lectura de un texto? Dicho de un modo inverso: ¿Qué nos ofrece el texto para que entendamos de él? Estas son las preguntas fundamentales frente a cualquier texto, sea este narrativo, poético o ensayístico. En estos tres

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