De Perdedores A Ganadores - Película De Ron Clark

De Perdedores a Ganadores

¿ Es posible desafiar y retar al destino ? ..¿ Cuándo y cómo los jóvenes se desprenden de su esencia vital para ser perdedores por toda su vida ? …¿ La orientación efectiva y afectiva, genera seres de bien para la Sociedad ?...En fin, muchas preguntas que a veces ni siquiera son expuestas y por ende quedan en la indolencia, hasta que surge algún cometa esporádico en la historia, esos que atraviesan las vidas tal como un Halley.

Ron Clark es de aquellos que buscan al destino, no lo desvía, convirtiéndolo en propósito más que algo azaroso. Desafía a lo que quizá todo el mundo está acostumbrado, mirando sus vidas como por inercia, que todo está predestinado y que así debe ser. Pues bien, se nos muestra un horizonte de perseverancia, de buscar logros, de entrega hacia los demás, quizá un enajenamiento tan radical que incluso la salud deteriorada no es impedimento de buscar el norte ansiado.

La película muestra una realidad, que se enmarca en una ciudad enorme, pero que más allá de lo geográfico es mucho más grande la distancia de clases sociales que allí viven. Harlem es el sitio preciso, el cual se conoce como Vulnerable si se hace un símil con el lenguaje usado por nosotros; es la elección de Ron Clark, su desafío. Por si fuese casi risorio, no le fue fácil encontrar el cupo de profesor tan anhelado, sino que vivió algo que sucede en estos contextos muy a menudo – la Renuncia -, aprovechó una oportunidad que se le presentó al observar a un profesor huyendo de ese ambiente. El hecho le dejaba vacante para su persona una posibilidad. Sin duda, su pujanza y perseverancia incidieron en que el Rector de aquel Colegio le concediese el comienzo de su sueño y visión que como profesor poseía, dejando como misión ir cumpliendo sus objetivos en el tiempo.

Una vez dentro del aula sintió que todo su coraje y experiencia docente no le era suficiente ante lo que encontró. Quiso imponer de inmediato reglas de mejoras de conducta: Por otro lado sus alumnos lo miraron como “otro más”, que pronto los dejaría, más aún cuando él ni siquiera se amoldaba a sus patrones de raza y proveniencia; …. Ron era blanco…

El primer punto a su favor fue que no esperó a conocer superficialmente a sus alumnos, es decir, de a poco, sino incluso antes de comenzar en la sala de clases visitó a cada uno, conociendo sus contextos, sobre todo el familiar; demostrando desde el comienzo el servicio y disposición de ser maestro y formador. Sin embargo, para nada resultó fácil sus primeras experiencias, por el contrario todos pensaban y llegando a las apuestas el breve tiempo de su permanencia….Todos se equivocaron, aún cuando hubo en algún instante un “hasta aquí llego”, cuando no pudo controlar su ira y rabia por el desafío constante de los niños. Aquí sólo la ayuda de una amiga en cuanto a su consejo y orientación lo hicieron reflexionar para que no abandonase el rumbo que tanto le apasionaba, sí un orientador necesita también ser orientado.

Las presiones que debió enfrentar no sólo provenían de sus niños, sino que del mismo Rector del Colegio, que a primeras no estaba de acuerdo con sus metodologías educativas y por consiguiente veía que los resultados de aquellos jóvenes, serían mucho peores de los que ya por lógica se presumían.

Ron comenzó a tratar de imponer sus reglas, pero siempre teniendo en cuenta el pensar de sus alumnos, no era sólo porque así debe ser, sino que por el beneficio de ser así: el respeto, el apoyarse, el tolerarse, el verse vencedor, etc, fueron las primeras consignas aprendidas para estos mal llamados perdedores; “ el tiempo les daría la razón”. Después vino quizá lo fundamental del quiebre de las barreras impuestas por este submundo, tan lleno de miramientos en menos, sin esperanzas de surgir, que más que el mundo externo los limita, son ellos mismos

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