Didactica

Al concluir este bosquejo aprendimos que la atención del niño es uno de los grandes temas a los que nos enfrentamos durante su desarrollo, ya que es uno de los procesos mentales más importantes en el aprendizaje. El mundo en el que vivimos exige poner atención para asimilar la información, pues todo se rige de acuerdo a nuestra inteligencia y capacidad de entendimiento. El cerebro es un músculo, requiere de madurez y tono en la corteza que se encarga tanto del control del cuerpo como de sus funciones y emociones. Lo anterior se construye gradualmente durante la acción y ejecución dentro del juego, vinculado a una adecuada alimentación. Toda forma de atención es compleja y puede ser voluntaria e involuntaria. Este proceso en el niño o bien, en cualquier adulto, requiere de un estímulo en particular, además de la separación de cualquier otro estímulo irrelevante que sea motivo de distracción.

La atención voluntaria se define como el proceso por el cual se obtienen los aspectos esenciales para pensar. Tanto el niño como el adulto eligen una determinada forma de actuar y mantienen el curso preciso de esta forma elegida para llevar a cabo sus acciones; ello proporcionará una dirección exacta en los procesos mentales como: la memoria, la toma de decisiones o la resolución de problemas, y servirá de mecanismo para llevar el control de la atención.

No obstante todo esto requiere de un proceso lento de maduración y potencializará las habilidades de atención del niño entre los 8 y 10 años de edad. Para ello es necesario estimularlo con “juguetes de encaje de formas” como la caja mágica, o actividades como la lectura de cuentos desde su primer año, los rompecabezas, memoramas, juegos de mesa, el dibujo, la escritura, la lectura y todos aquellas que mantengan su interés y logren captar su atención. Cuando son pequeños deben de atender periodos cortos de 1 a 3 minutos, y esto irá aumentando de acuerdo a su crecimiento.

La etapa de conceptualización inicia al año de edad y su contacto con las formas, colores y tamaños cada vez es mayor, la “caja mágica” representa a un reto visual, de motricidad, de análisis y síntesis de la información en cómo cada figura encaja de acuerdo a su forma. Permite que el niño piense, resuelva y logre sus éxitos por su cuenta. Es así como la “caja mágica” emplea uso de materiales didácticos para el correcto aprendizaje de el niño.

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