El uso de internet en los adolescentes
Winder SánchezInforme1 de Mayo de 2018
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I. ACTUALIZACIÓN DE SABERES
Lee detenidamente el texto siguiente, luego –en equipo de máximo cinco integrantes– responde a las preguntas que siguen.
El uso de internet en los adolescentes
Internet se ha convertido hoy día en una herramienta indispensable en la vida de las personas.
Sería difícil, especialmente para los más jóvenes, concebir un mundo en el cual “no estemos conectados”. Ingo Lackerbauer, en su libro "Internet", señala que la importancia de internet en el futuro desborda todo lo acontecido hasta ahora, se está convirtiendo en el "medio de comunicación global".
No hace falta explicar con detalles los beneficios de este maravilloso invento tecnológico. Nos permite educarnos, conocer, disfrutar. Es decir, es una herramienta multiuso.
Precisamente, es este uso el que puede volverse negativo. Estamos hablando de la adicción al internet. Muchos jóvenes pasan una gran parte del día navegando por páginas, publicando en las redes sociales, o viendo videos en YouTube.
Usar el internet para el entretenimiento no es algo malo en sí. Lo malo es abusar. El mundo de la web está plagado de conocimientos muy útiles, lo ideal sería también utilizarse en esa faceta, y que no sea solo como manera de ocio.
¿Cuáles son los perjuicios que puede acarrear la adicción a internet? Debido a que el adolescente pasa un tiempo considerable frente al ordenador, una de las mayores consecuencias es la pérdida de una vida social activa. Es probable que pierda el contacto que tenga con sus amigos más cercanos, y pasé más tiempo con los amigos “virtual
II. DESARROLLO DE CONTENIDOS
Siguiendo las instrucciones del docente, leer comprensivamente los contenidos siguientes:
1. La estructura textual
Desde la perspectiva de la gramática sistémico-funcional, desarrollada por Michael A. K. Halliday, las nociones de “textura” y “estructura” determinan el “texto”. Según este enfoque, la textura es una cadena de oraciones (o de unidades léxico-gramaticales) que configuran un texto, pero dicha cadena debe mostrar cohesión en el plano del significado, la cual, a su vez, es el resultado de procedimientos y elementos lingüísticos tales son la referencia, la sustitución, la elipsis, etc. La estructura distingue unidad y totalidad textual, permite distinguir entre texto completo e incompleto, y determina la “fórmula estructural” o “estructura genérica”, lo cual tiene que ver con el tipo de texto y está fuera del sistema lingüístico (coincidente con el concepto de “superestructura” de van Dijk).
Las dos características básicas del texto en el modelo sistémico-funcional son las siguientes:
• Por una parte, el texto es considerado como unidad semántica (de contendido) que se realiza superficialmente en palabras, frases (o sintagmas), oraciones, párrafos y el texto mismo.
• Por otra parte, está englobado en un marco semiótico-social y el texto es producto de su entorno.
Por otro lado, para Longacre, citado por Jara (2006: 158), los niveles de organización del texto o discurso proveen un punto de partida útil para la segmentación de un texto en sus partes constituyentes:
1) la cláusula, que es una “cadena predicacional”
2) la oración, que es “pre-eminentemente el nivel de combinación de las cláusulas”;
3) el párrafo, que es “la unidad de desarrollo del discurso”; y
4) el discurso, como “el nivel del todo”
En fin, existen diferentes estudiosos que han reconocido diversos elementos como componentes estructurales del texto, pero casi todos coinciden en considerar dos grandes dimensiones: formal y de contenido. Estas serán brevemente descritas a continuación:
2. Factores de textualidad:
A continuación se van a describir, explicar y ejemplificar tres factores que son imprescindibles en el proceso de construcción y consolidación de los textos, especialmente los académicos; además, su conocimiento sirve para llevar a cabo exitosamente los procesos de la lectura crítica.
2.1 Cohesión
Etimológicamente, cohesión procede del latín cohaesum (acción y efecto de adherirse o reunirse las cosas entre sí) y, al mismo tiempo, es resultante de la unión de tres partículas latinas: con- (completamente, globalmente), cohaerēre (estar pegado, unido, reunir) y -ción (acción y efecto). Es decir, cohesión se refiere a la acción y resultado de reunir, asociar, adherir, conectar y juntar cosas o elementos entre sí para formar un cuerpo, un todo.
Entonces, si partimos considerando que el texto es un tejido, una unidad comunicativa completa, éste debe tener una organización, articulación y un entrelazamiento sistémico, armónico y lógico de todos sus componentes formales y de contenido. Es decir que debe, con toda claridad, estar cohesionado.
Hay cohesión textual cuando palabras, frases u oraciones de un texto se relacionan e integran lógica y correctamente desde un punto de vista léxico y gramatical. La cohesión se pone de manifiesto en los textos por medio de diversos procedimientos, que pueden ser léxicos, si atienden a las palabras y sus significados, y gramaticales, si se emplean recursos morfosintácticos. En ambos casos se trata de conexiones evidentes, objetivas, concretas. Así, cuando un texto no posee una correcta relación o conexión entre las palabras, frases u oraciones o estos no son adecuados, con relación al desarrollo del tema, se dice que no tiene cohesión –ni tampoco tendría coherencia– y, por tanto, no sería realmente un texto.
Beaugrande y Dressler (1997), siguiendo Van Dijk, apuntan cuatro grupos de mecanismos cohesivos:
1) Mecanismos que tienen el objetivo de marcar de manera explícita la existencia de relaciones internas entre elementos o contenidos. Ese grupo se subdivide en: a) repetición; b) repetición parcial; c) paralelismo; d) paráfrasis.
2) Mecanismos cohesivos que ayudan a economizar o a simplificar la superficie textual. Ese grupo se subdivide en: a) formas pronominales; b) elisión.
3) Mecanismos cohesivos que ocurren en el interior de los acontecimientos y de las situaciones que integran el mundo textual. Ese grupo se subdivide en: a) tiempo y aspecto verbal; b) conexión ( conectores)
4) Mecanismo cohesivo subsidiario disponible únicamente para textos hablados: entonación.
Por su parte, Halliday y Hasan (1976) consideran cinco tipos de cohesión:
1º. Sustitución: es el remplazo de una palabra o grupo de palabras o de un segmento de oración por una palabra “comodín”. El lector u oyente puede completar el elemento correcto basándose en lo precedente. Existen tres tipos de sustitución:
a) Sustitución sustantiva:
Compré un libro sobre filosofía de la ciencia. Este me servirá para el curso de Investigación científica.
b) Sustitución verbal:
Terminé la tarea de “Lectura crítica y redacción de textos académicos”. La acabé a la medianoche.
c) Sustitución proposicional:
Para no tener problemas en las evaluaciones de los cursos que llevo, debo autodisciplinarme. Sí, lo sé perfectamente.
2º. Elipsis: es la omisión de una palabra o de una parte de una oración; está estrechamente vinculada con la sustitución, pero con un elemento cero, nulo o vacío, tanto sustantiva, verbal o proposicional.
a) Elipsis sustantiva:
Compré un libro sobre filosofía de la ciencia. (Ø) Me servirá para el curso de Investigación científica
b) Elipsis verbal
Terminé la tarea de “Lectura crítica y redacción de textos académicos”. (Ø) A la medianoche.
c) Elipsis proposicional:
Para no tener problemas en las evaluaciones de los cursos que llevo, debo autodisciplinarme. Sí, (Ø) no hay duda.
3º. Referencia: es el acto de referirse, señalar o designar a un elemento anterior o posteriormente presente o enunciado. Por antonomasia, el pronombre cumple el rol de referente, pero también, en algunos casos, puede hacerlo el artículo definido o un adverbio.
Se distinguen dos tipos de referencia:
a) Endofórica: si el referente se encuentra dentro del texto; y, además, este tipo de referencia puede ser:
• Anafórica, si el elemento que presupone depende de un elemento anterior en el contexto lingüístico o co-texto:
Sofía se matriculó en el taller de música. Ella lo eligió porque ya tiene experiencia.
• Catafórica, si el elemento que presupone precede al elemento presupuesto.
Cuando la leyó quedó impresionado por el dramatismo de la obra. Hamlet, de William Shakespeare, es una tragedia conmovedora.
b) Exofórica: si el referente se encuentra fuera del texto, en el contexto extralingüístico:
• Nosotros hacemos universidad, principalmente desde las aulas, desde el trabajo académico. Ahora, toca a todos sumar esfuerzo y cumplir con nuestras obligaciones.
4º. Conjunción: es la relación que indica la manera en la que la oración o proposición siguiente debe vincularse con la oración o parte de la oración anterior o posterior. Esto se logra habitualmente por medio del uso de conjunciones. Se producen tres relaciones conjuntivas: de adición, causalidad y temporalidad. Las relaciones pueden ser, además, de hipotaxis, que combinan una proposición principal con una subordinada, o de parataxis, que tienen
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