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Ensayo sobre Crónica de una muerte anunciada o exponente contemporáneo de la tragedia griega


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2016  •  Ensayos  •  3.171 Palabras (13 Páginas)  •  601 Visitas

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Crónica de una muerte anunciada o exponente contemporáneo de la tragedia griega

Al leer el título del libro Crónica de una muerte anunciada, por sí solo se está desplegando el concepto general de que  la narración va a presentar alocuciones de advertencia de una muerte, como si  ésta ya estuviera marcada por un hado de fatalidad inevitable impuesto por la propia conducta humana o por designio de Dios. Coincidiendo este escenario con el rasgo general circundante en la tragedia griega donde los esfuerzos humanos por evitar el cumplimiento del destino no hacen más que acercar a la víctima a esa muerte como un mandato de los dioses. Condición que está presente en la tragedia  Edipo Rey, donde las predicciones que el oráculo de Apolo divulgó sobre la muerte de Layo a manos de su hijo Edipo, desde que éste era un bebé, no valieron para evitar la tragedia que el destino ya había señalado.  En Crónica de una muerte anunciada la conducta de la naturaleza humana está regida por un sistema social de valores homogéneo donde la dignidad y valor del ser humano es un mundo de apariencias donde para excusar el proceder humano se ampara en la devoción a dogmas y creencias en un contexto de supuesta normativa social contemporánea, pero bajo emociones e impulsos  propios del ambiente social corrompido de una tragedia griega.    

Este contexto dramático en la tragedia se centra en la comunión estrecha entre la vida y la muerte y dándole a esta última mayor valor y simbología, al convertirla de una manera grotesca en el renacimiento a la vida y la compensación de los errores de la humanidad. Ceremonias propias de la cultura griega donde el eje central era la adoración  a los dioses y se consagraban animales a los poderes supremos además de ser una celebración distintiva en pro de conseguir la  indulgencia y la complacencia fueron la inspiración para la puesta en escena de obras donde el término “el canto del macho cabrío” que  etimológicamente le da el significado a la palabra “tragedia” hacia su aparición.

  El sufrimiento de ese macho cabrío gritando su agonía generalmente era inocente y estaba  representado con la muerte de un ser humano que era un ídolo y un héroe para  su pueblo, pero que a la vez podía ser motivo de envidia y  rivalidad. Como le expresa en su introducción Edith Hall “La tragedia tenía una antigua e íntima relación con la religión y especialmente con rituales que implicaban alabanza a los dioses y sacrificio animal en honor a ellos” (1). Por otro lado la carencia de control de los actos que son gobernados por la ira y violencia resultado de la sujeción a códigos morales, los griegos la definieron con el término “hybris” y es un rasgo predominante que antecede a la ejecución del acto de sufrimiento o crimen, donde también aparecen los impulsos irracionales que se hacen espontáneamente sin dar tiempo al raciocinio. José Berbel menciona  “La “hybris” es un amo que ejerce el poder mediante la violencia irracional y desmedida, que nace de la persistencia y perseverancia de una ceguera pasional” (139). Esta ceguera pasional igualmente está determinada por la dualidad propia entre el ser y el deber, exhibiendo  mayor importancia a la moralidad del ser que a la del deber ante la sociedad, pero por temor a que su juzgamiento sea mayor, no por la ley sino por la moralidad de los hombres.  Esta mención está apoyada en “La normativa moral se debe cumplir y simultáneamente hacer cumplir a los demás, en defensa del férreo código del honor y la honra” (Berbel 142). Símbolos estos promulgados por la colectividad  protagonista de la tragedia que expone una doble moral que encierra licencias y consentimientos a  mitos y premoniciones que reemplazan el valor de la vida y esencia  humana, fetichismo disfrazado de religiosidad y excesos de lujuria, adoración y celebración. Todas estas son acciones corruptas del ser humano o como  Bailey acota acerca de una de las características de las tragedias griegas  “Las fuerzas oscuras que acechan al hombre están lejos de ser morigeradas por la moral y la religión” (122). Donde se contempla el mundo como un ente caótico que desafía la razón, y los valores y antivalores se recrean en un constante movimiento,  

En Crónica de una muerte anunciada, ese predominio de antivalores se emprende  con la llegada de Bayardo San Román al pueblo, quien al poco tiempo de hacerse familiar con los habitantes decide para sí mismo que se casara con Ángela Vicario, a quien considera pura y casta como su nombre, pero lo hace sin antes tomarse el tiempo de conquistarla, pero donde su dinero y prestigio servirán de medio para obtener su cometido. “Se llamaba Ángela Vicario. Bayardo San Román las siguió con la mirada hasta el otro extremo de la plaza. Tiene el nombre bien puesto. Luego recostó su cabeza en el espaldar del mecedor y volvió a cerrar los ojos diciendo: cuando despierte, recuérdame que me voy a casar con ella” (García Márquez 27).

Acá se manifiesta que el valor de la esencia humana es insignificante ante la adoración al materialismo y poderío y ante la anteposición del cuerpo carnal por la del cuerpo espiritual. Predilección legitimada por todo un pueblo que celebra desaforadamente el matrimonio de Ángela y Bayardo, quien con su dinero ha comprado no solo lo material sino la supuesta virginidad y pureza de Ángela. Pero a la vez es un pueblo que además de aplaudir el acto lo enaltece. García  Márquez  añade “Bayardo San Román, por su parte, debió casarse con la ilusión de comprar el peso descomunal de su poder y su fortuna” (33). Con este mismo enfoque lo acota Gambarte en su crítica “Pueblo de valores invertidos o de intereses disfrazados de valores que quedan perfectamente reflejados en lo que dicen y hacen los personajes” (139). Esta apreciación también vemos reflejado en la antología de tragedias de Sófocles recopilada por Badillo, y donde las palabras de Creonte en la tragedia Antigona, muestran como el amor al dinero es nocivo y desencadena los posteriores actos corrompidos del drama “El dinero, aun a los corazones honrados los descarría y enseña a meterse en empresas vergonzosas; el dinero ha revelado a los mortales todas las malas artes, les ha enseñado todo género de impiedad.” (99)

 Este entusiasmo excesivo por el dinero que se ostenta en aquel pueblo colombiano es desproporcional  y excesivo. La celebración comunal en la plaza pública se extiende hasta casi la madrugada y donde los más poderosos y prestigiosos hombres del pueblo continúan con una festividad lujuriosa en el burdel del pueblo. Este es un reflejo de aquella desproporcional  característica de los bacanales en honor al Dios griego Dionisos o Baco  donde se ingería vino descomunalmente y luego por excitación de la embriaguez se cometían variedad de actos sexuales y se planeaban traiciones, crímenes, conspiraciones y cábalas.

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