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Especie narcisista, especista, destructora del progreso


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2013  •  Ensayos  •  3.005 Palabras (13 Páginas)  •  297 Visitas

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Especie narcisista, especista, destructora del progreso…

Durante siglos, incluso milenios, el ser humano ha permanecido en una constante evolución a través de la cual se han desarrollado ciertos procesos culturales, que incluyen dentro de su concepto desde lo musical, religioso, social entre otros. Estos evidencian esencialmente su alimentación. Comenzando por el chimpancé hasta lo que hoy somos, seres humanos. Desde el sedentarismo, adoptado por los indígenas y las tribus ancestrales hasta la comida chatarra de hoy en día, el ser humano ha consumido alimentos provenientes de animales, producto de la caza y actualmente de las granjas.

Tomando así como punto de partida el papel de la alimentación en cada cultura se han hecho un sin numero de estudios, donde se ha demostrado que el consumo de carnes hace al humano mas violento. Sin embargo, mi deseo no es referirme únicamente al tipo de alimentación de cada cultura, pues si bien antes se realizaba por necesidad, no he de ser yo quien critique dichos métodos de supervivencia. Lo que quiero decir es que nuestra cultura tiene un pasado, un presente y un futuro. Y en este presente y aquel futuro hemos de respetar a la naturaleza como los huéspedes que somos.

No hablo del humano como narcisista en vano, no es algo trivial, que se pueda andar diciendo todo el tiempo. Me refiero a la auto-idolatracion del humano con base en pasar por encima de elementos y seres externos a si mismo. El ejemplo mas significativo se hace presente aquí y en muchos lugares del mundo, se le conoce como una supuesta tradición, por supuesto, hablo de la tauromaquia. Al respecto, conviene decir que ni siquiera es un acto de valentía, lo seria si de pronto el toro antes de salir al ruedo a encontrarse con su muerte abucheada y humillante, no estuviera golpeado, apuñalado, sedado y en muchos casos con vaselina y sustancias viscosas en sus ojos.

Al llegar a este punto, se hace evidente que el toro ha sufrido maltrato previo al ruedo, una noche tortuosa donde personas que solo tienen deseos lucrativos, recurren a la detestable tarea de golpear brutalmente a un animal. Brutalmente, si, esa es la palabra, usar la fuerza bruta, esa misma con la que el humano se autodestruye. El toro con apenas vida saldrá a morir, a correr y a ser humillado frente a una restante basura de sociedad, esa que enloquecerá de emoción cuando el acero dé la estocada final y disfrutaran del placer de la sangre animal. Eso que según ellos los hace valientes y poderosos, por haber sido capaces de vencer a un individuo de una especie violenta y más fuerte que el mismo humano, que irónico. ¿Será que se siente una gran satisfacción al asesinar a una animal que se halla en condiciones físicas, evolutivas y psicológicas inferiores al humano durante el sangriento evento? No hay que ser la persona mas estudiada ni un gran filosofo para saber que eso es ignorancia. Desconocen la trascendencia social, cultural y humana que dichos actos tienen. Si sentirse satisfecho por ser capaz de matar a un animal, que ni siquiera posee libre albedrío como el ser humano, es un gran logro; que mediocres somos. Y mas aún aquellos famosos promotores de estos eventos, alegan que si no fuera por ellos los toros se extinguirían, pues entre ellos mismos pelean a muerte. Quisiera poder tener a uno de ellos en frente y preguntarle ¿entonces, si según usted la especie se extinguiría, como se las arreglaron durante centenares de años para sobrevivir desde antes de la llegada de el ser humano, o desde antes de que se tomaran la atribución de “impedir la extinción de los toros” con su famoso “arte”? No seria una respuesta a la que un torero pudiera dar una respuesta clara y veraz. Perdón señores, pero estos toros, hijos de la naturaleza y la vida, que “no sobrevivirían” no son tan imbeciles como nosotros los humanos.

He aquí donde juega un papel clave el concepto de libre albedrío en cada cultura, todas las culturas tienen un concepto diferente. Usted, puede hacer uso de su libre albedrío y no asistir a una corrida de toros, o simplemente puede elegir que comer o no. Una abeja obrera, por ejemplo, no puede autodeterminarse a escapar de el panal cuando ha habido un ataque, deberá defenderlo o reconstruirlo, esto depende de su tarea especifica. Allí no hay libre albedrío, hay un nicho ecológico. Sin embargo, esta misma capacidad de tomar decisiones nos hace diferentes y en muchos casos, insisto, mediocres. Cuando una persona decide robar está haciendo uso de su libre albedrío, bien o mal depende de sus principios, eligiendo la manera más sencilla para escapar de problemas probablemente económicos, otro desorden cultural. Pero el libre albedrío debe ser diferenciado de la libertad, dos conceptos tergiversados a los cuales se les ha dado una connotación igual en la sociedad.

La libertad no es esencialmente la capacidad de tomar decisiones o no frente a algún tipo de circunstancia. La libertad es también que tan grande es el rango que poseemos para realizar alguna acción, mejor dicho, no para decidir entre hacer algo y no hacerlo, sino en poderlo hacer. De esta libertad han sido privados durante siglos, millones de animales salvajes provenientes de las selvas y los grandes bosques del mundo, que no poseen dueño pues son autosuficientes. Un tigre de bengala, o un gran león alfa encerrados en una jaula carecen de la libertad y poseen un “libre albedrío” condicionado por las acciones del ser humano.

¿Qué ha de sentir un tigre de bengala o un imponente león, al verse de nuevo frente a cientos de personas de las cuales una de ellas siempre esta ahí, es aquella que cuando los demás se ausentan lo golpea con su mayor fuerza y peor, no lo hace con sus manos, sino de manera cobarde lo hace con varas y cuchillas? Miedo, probablemente es lo único que pueda sentir uno de estos animales de la naturaleza, ni siquiera odio o resentimiento, pues los animales no humanos, son por naturaleza mas pacíficos y mas nobles que nosotros. Este es el libre albedrío con condicionamiento humano del que hablo, no son libres de elegir entre irse o quedarse, son obligados a vivir tortuosamente, pero son “libres” de elegir si hacen o no el truco, por eso cuando un animal no accede a realizar algún truco, es golpeado. Fuerza bruta, el humano es destructor por naturaleza, por eso también cada vez se tecnifican mas las armas y los medios de destrucción masiva, porque ese es nuestro instinto.

Impotencia ha de ser otro de los sentimientos de un animal al enfrentarse con una especie tan prepotente como el ser humano. No obstante, a pesar del miedo y la impotencia, en algunos casos dichos animales buscan librarse bruscamente del yugo que los esclaviza y los carcome. Recuerdo muy bien una noticia de un circo con elefantes,

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