Momentos En La Evaluación

INTRODUCCIÓN.

A continuación se muestra en el presente ensayo los momentos de la evaluación, por los que atraviesa este proceso tan completo y sistemático en el que se requiere dividir en tiempos que, como todo un proceso es fundamental, un inicio, un desarrollo y un final o desenlace del camino tomado para visualizar si lo abordado en el proceso es fructífero y pueda mostrarse cada uno de los aprendizajes y así mismo desarrollar las habilidades, conocimientos y aptitudes adquiridos de manera significativa.

DESARROLLO.

La evaluación es el motor de aprendizaje para constatar si el proceso de enseñanza- aprendizaje y los objetivos planteados se están cumpliendo; es así que este proceso parte según el momento en el que se aplica en inicial o diagnostica, formativa y sumativa.

Según Belmonte (1998), la evaluación inicial o Diagnóstica es una práctica que se lleva a cabo en forma cotidiana, sobre todo al inicio de un ciclo escolar, pero esto no quiere decir que precisamente debe de ser al principio del proceso, sino que puede ser en el transcurso para conocer que dominios o que aprendizajes previos ya cuentan los alumnos para que en cierta manera saber de dónde partir, y no pasar por alto conocimientos que quizá no han sido abordados como es debido, o en todo caso, de manera contraria que los temas sean repetitivos y tediosos.

Es así, que se muestra la gran importancia del proceso de evaluación en el que, como integrante principal, se encuentra el alumno y a partir de éste, el docente debe de desarrollar y planear las estrategias necesarias que hagan del proceso un eficiente manejo y se pueda llegar a lo previsto, pues como lo menciona Belmonte acerca de los docentes. “Reconocemos la diversidad del aula en toda su extensión, es decir, las distintas características y situaciones de nuestros alumnos; formulamos las diversidades y necesidades educativas detectadas y las ponemos en conocimiento de otros profesionales si fuera necesario […] adaptamos el diseño del aula a estas diversidades y necesidades detectadas, elaborando estrategias para intentar favorecerlas y/o compensarlas.”

Además, según Chadwick y Rivera (1991) menciona que la evaluación diagnostica cuenta con dos finalidades:

Una es ofrece información sobre los conocimientos que el alumno ya tiene, de tal manera que pueda iniciar en el momento más adecuado de la secuencia de instrucción; y la otra es ofrece información sobre las deficiencias en el logro de uno o más aprendizajes y sus causas para que a partir de estas deficiencias o faltas haga conciencia y desarrolle ciertas habilidades que logren adquirir el aprendizaje esperado.

La evaluación formativa tiene como finalidad principal conseguir el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje en un momento en el que todavía puede producirse. Por tanto, deberá aplicarse a través del desarrollo del propio proceso didáctico, tiene que ver más con los procesos de aprendizaje que con los productos del mismo.

En la evaluación formativa a diferencia de la diagnostica se debe obtener durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, como actividades y ejercicios realizados por los alumnos para mejorar, dirigir o en todo caso modificar con una serie de pasos de retroalimentación constante.

Según Chadwick y Rivera (1991) esta evaluación consiste “en formar a la persona, el proceso, los materiales o los programas, de una manera tal que los lleve a un buen funcionamiento y a alcanzar en forma exitosa los objetivos de instrucción”

Es por esto que es importante que la evaluación se base a la práctica en lo que realmente acontece en el alumno y en el medio en el que se desarrolla, mismo que conlleva ciertos

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