Niños En Situacion De Riesgo
karencampeona110 de Junio de 2013
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Durante esta jornada de practicas pude observar únicamente el día previo, que la maestra titular suele entablar buena relación con los niños, suele ser cariñosa, amable, y atenta ante las necesidades de los niños, lo cual me inspira confianza, sin embargo no pude observar mucho en cuanto a las actitudes de la misma a causa de su ausencia durante estas dos semanas.
Sin embargo trabaje con la ATP Sandra, la cual solía portarse distante y poco amable conmigo, lo cual me hacia sentir muy deprimida, y poco aceptada en el aula, me causaba un sentido de inseguridad, puesto que en mis actividades solía observarme por pequeños momentos y era cuando hacia cara de incógnita y no sabía si estaba bien o mal lo que yo estaba llevando a cabo. Lo cual me orillaba a exigirme más y más cada momento y eso me agotaba anímicamente.
En cuanto a la actitud que entablaba con los niños era un poco grosera y poco atenta ante las peticiones del grupo, solía alzar la voz en exceso, arrebataba las cosas a los niños y no les daba una explicación ante los hechos, ella decía que se tenía que hacer lo que ella decía lo cual me llevaba automáticamente ante el concepto de hegemonía, el cual es cuando la clase dominante no sólo es capaz de obligar a una clase social subordinada o minoritaria a que satisfaga sus intereses, renunciando a su identidad, sino que también la primera ejerce control total en las formas de relación y producción de la segunda y el resto de la sociedad.
De igual forma discriminaba algunas opiniones de los niños diciendo “eso no es cierto”, “no tienes la razón “, “solo te la pasas diciendo tonterías”, “mejor no hables”, ante este hecho me sentía demasiado frustrada por no poder decirle algo ante los juicios que hacía de los comentarios de los niños, sin embargo mostraba una cara de molestia o irritable antes sus juicios.
Por otro lado también manejaba mucho las etiquetas, o estereotipos, dirigiéndose a los niños como “el gordito” “la latosa” “el grosero” “el mentiroso” etc. Sin duda alguna seria mentira decir que yo no lleve a cabo este tipo de actitudes, me pasaba regularmente con los niños más sobresalientes ya sea por su participación, conducta o forma de hablar, los primeros días me forme algunos estereotipos sobre los niños etiquetando “al inteligente” “al latoso” “a la desobediente”, lo que me llevo más tarde a la reflexión sobre la práctica inadecuada en la que caí, ya que más adelante pude descubrir estos mismos aspectos de manera distinta en los mismos niños y pude focalizar una mirada más reflexiva ante estas cuestiones.
Una actitud que me afecto demasiado fue lo que realizo el día viernes 19 de octubre, durante la realización del desayuno detecte aun niño raro o distraído, me acerque a él y detecte algo que no era normal, me acerqué a la maestra y me dijo que el niño no iba en sus 5 sentidos, ya que sus padres se drogan, por lo tanto el niño no quiso desayunar y guardo su desayuno en la bolsa de su pans, tiempo más tarde el niño quería tomar su leche y galletas, y la maestra se lo arrebato muy grosera diciendo “lo siento mi rey ahorita ya no es hora de tomar el desayuno, es momento de trabajar”, el niño tristemente la volteo a ver y no dijo nada. Ante esta situación, mis ojos se llenaron de lágrimas y sentí un coraje profundo, quería en ese momento decirle algo a la maestra, sin embargo recordé que la directora había dado consignas precisas a cerca de la dinámica que llevaríamos nosotras, las practicantes con las maestras titulares. Durante todo el día me sentí incomoda y molesta, y pensaba en lo que podía yo hacer por el niño que se encuentra en una situación de riesgo. No concebía las actitudes de la maestra ante el niño a pesar de conocer los antecedentes familiares que trae consigo.
Sinceramente considero poco prudente y ética la forma en la que la ATP
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