ONCE MINUTOS COMPRENSION LECTORA Y METODOLOGIA DE ESTUDIO

ONCE MINUTOS

COMPRENSION LECTORA Y METODOLOGIA DE ESTUDIO

EDGAR ANDRES ORTIZ JAIMES

GRUPO: B

CODIGO: 1005025663

YADIRA FERNANDEZ DELGADO

DOCENTE

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA

PRE-MEDICO

2018

RESUMEN

Esta es la historia de María una joven que nació en un pueblo pequeño de Brasil, desde muy pequeña se enamoró, se enamoró por primera vez a los 11 años, mientras iba caminando desde su casa hasta la escuela se dio cuenta que a unos pasos de ella siempre iba un niño el cual vivía por el vecindario y tenía el mismo horario que ella, iban todos los días a la escuela pero por lo general algo distantes, a veces ella adelante u otras veces ella atrás y podía apreciarlo mejor, no tenía que voltear la cabeza para verlo, de un momento a otro María se dio cuenta que el mejor momento del día era cuando caminaba cerca de el para ir al colegio, se sentía aburrida si no lo veía, a diferencia de sus amigas le parecían aburridos y eternos los fines de semana, ella solo quería ver al chico del cual estaba enamorada, un día iba caminando como normalmente lo hacía para ir al colegio y el chico le pregunto que si tenía un lápiz para que le prestara, María quedo en shock, no sabía qué hacer, solo sintió un aire de irritación y acelero el paso, durante el resto del día no podía concentrarse en la clase por estar pensando en lo absurdo que se comportó, pero a la vez se sentía feliz porque sabía que le había atraído al chico y que lo del lápiz solo era un pretexto para hablarle, ella con ansias de que le volviera a hablar pero él no lo hizo. Durante los siguientes días ella llevo un lápiz en su mano para que él le volviese a hablar, pero se dio cuenta que el ya no iba a clases y se enteró de que él se había mudado de ciudad, desde ese momento María sintió que había desperdiciado una gran oportunidad de su vida, se le había pasado por todas sus manos, pensó en ir a buscarlo, pero ni siquiera sabía dónde estaba y tampoco es que supiera mucho de geografía.

Pasaron tres años y María aprendió mas sobre geografía y matemáticas, leyó por primera vez revistas eróticas y comenzó a escribir un diario el cual hablaba sobre su monótona vida, a los 15 años conoció a un chico en una procesión de semana santa del cual se enamoró, no repitió el error de su infancia y charlo con el chico, se hicieron amigos y empezaron a ir a cine y a salir a las fiestas juntos, un día fueron a caminar y entre palabras el chico le dio un beso, ella quedo impactada, no sabía que hacer o decir, era su primer beso, de vez en cuando sentía la lengua del chico tocar sus dientes y lo encontró delicioso, luego le conto a sus amigos de los sucedido y se burlaron de ella por no haber abierto la boca para que entrara la lengua, eso no lo sabía María.

Luego pasaron tres días y no había visto al chico hasta que fue a una fiesta y lo encontró agarrado de la mano con una de sus supuestas amigas, se sintió destrozada, con impotencia, pero hizo como si no hubiese pasado nada, como si no le importase, cuando llego a la casa se soltó en llanto, parecía un rio de todas las lágrimas que le salían, la persona con la que se había dado su primer beso y de la cual estaba enamorada ya estaba saliendo con otra chica.

Seis meses después empezó a explorar su cuerpo, empezó a verse sus partes íntimas con la esperanza de encontrar algún vello el cual arrancar y en vez de eso encontró una pepita en la parte superior de su vagina, se puso a juguetear con ella y luego no pudo parar, sentía lo mejor del universo, sentía mucho placer, gozaba jugar con su bolita, tanto así que tuvo su primer orgasmo, ella no sabía ni cómo se llamaba la bolita ni mucho menos que se estaba masturbando, simplemente gozaba lo que hacía.

Había pensado en convertirse monja, pero al momento de conocer la masturbación desistió de ese pensamiento, ya que se había enterado que para la religión era algo tabú todo el tema del sexo.

Así pasaron los siguientes años de María, se fue volviendo más bonita, su cuerpo se empezó a definir, a su vez empezó a salir con más chicos, soñó y sufrió, a pesar de haberse prometido no volverse a enamorar, en una de esas citas María perdió su virginidad en el asiento trasero de un carro, estaba cansada de ser la única del grupo de amigas de ser todavía virgen y permitió que la penetrara el que en aquel tiempo era su novio. Pero se dio cuenta que no era tan placentero como cuando ella se masturbaba, de hecho le dolió hacerlo la primera vez, a pesar de que lo hice varias veces con el mismo chico, ella no sentía ningún placer y no sentía muy rico al momento de tener sexo, prefería masturbarse ella misma.

Cumplió diecinueve años, terminó la escuela secundaria, encontró un empleo en una tienda de tejidos y su jefe se enamoró de ella; pero María a esas alturas ya sabía cómo usar a un hombre sin ser usada por él. Jamás dejó que la tocase, aunque siempre se mostraba insinuante, conocedora del poder de su belleza.

Trabajó veinticuatro meses sin parar, pudo darles un mes de sueldo a sus padres, y finalmente lo consiguió, ahorró dinero suficiente para pasar una semana de vacaciones en la ciudad de sus sueños, el lugar de los artistas, la postal de su país Río de Janeiro.

El jefe se ofreció a acompañarla y a pagar todos sus gastos, pero María mintió, diciéndole que la única condición que su madre le había impuesto era dormir en casa de un primo suyo que practicaba jiu-jitsu, ya que iba a uno de los lugares más peligrosos del mundo.

María viajó cuarenta y ocho horas en autobús, se hospedó en un hotel de quinta categoría de Copacabana e incluso antes de deshacer las maletas, cogió un biquini que se había comprado, se lo puso, y aun con el cielo nublado, se fue a la playa. Miró el mar, sintió pavor, pero al final entró en sus aguas, muriéndose de vergüenza.

Luego se encontró con un hombre, una persona extranjera de una edad notoria, el cual estaba interesado en ella, le ofreció una bebida y ella para no ser grosera se la acepto, él no hablaba portugués, solo le decía que era bonita, dólar, restaurante, pero ella no le entendía lo que él le quería decir, por ello el hombre se fue y volvió al poco tiempo con un intérprete, el cual le dijo a María que el hombre era de suiza y que estaba muy interesado en ofrecerle trabajo, que pagaba muy buenos dólares y que fueran a un restaurante para hablar de negocios. María un poco asustada, le dijo que no tenía un buen vestido para ir a la cita y el hombre le dijo que le diera la dirección de donde se estaba quedando, luego ella estando en la habitación del hotel, le llego un hermoso vestido y unas hermosas zapatillas que ella nunca imagino colocarse alguna vez, llegaron a la cita y esta vez el intérprete se había ido rápido, pero antes de eso le dijo a María que si el hombre la quería contratar que tenía que firmar un contrato con la firma autenticada de el por el consulado. Ella pensaba en un principio que el hombre la quería solo para llevársela a su cuarto y tener relaciones con ella, pero no fue así, este hombre solo le interesaba los negocios, le importaba era que supiera bailar samba como buena brasileña y que obedeciera, ella acepto trabajar para él, y con ayuda del interprete que a pesar de consejero se volvió representante de ella, fueron al consulado y firmaron el contrato el cual le pagaban 500 dólares por adelantado y eso solo de la primera semana, ella encantada primero le dice al suizo que tiene que ir a visitar a sus papas y avisarles de a donde se iba a ir y con quien, así que fueron hasta el pueblo otra vez y el padre un poco pesimista empezó a hablar de las consecuencias que podría llevar irse sola con un desconocido, en cambio la mama la apoyo desde un principio y le dijo que era mejor ser infeliz con un hombre rico, que feliz con un hombre pobre.

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