Pasajaros Del Sur
CARLOS_ADRIANG16 de Marzo de 2014
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Entorno a la juventud
Después de mi última visita a facebook, me invadieron algunas preguntas ya viejas, como aquella de porqué una joven tiene la necesidad de exhibir su cuerpo como una mercancía o la de llenar su perfil con imágenes de bienes de consumo que solo conducen a la alienación. Se trata de una verdad que algún gran poeta definió con certeza, “quien lleva mucho afuera tiene poco adentro”. Pero si es cierto que hay quienes llenan los perfiles de paja, pura paja, es también real que hay otros seres, jóvenes como Juan José Guevara, que reflejan en sus páginas las preocupaciones del hombre por las esencias de su tiempo, para con ello denotar el decoro de la mayoría de los renuevos de la patria. Por eso la profesora de la Escuela de Talentos Artísticos de Barinas, Ligia... le escribía Porque si hablamos de estos tiempos, debemos recordar el papel histórico que los jóvenes de la patria grande tenemos; debemos recordar que la patria de Bolívar, la patria de Martí, la de Fidel y Chávez y de tantos próceres que ha parido nuestra América, es la de todos. Hoy, sin duda alguna, podemos decir que somos una juventud privilegiada porque nacimos y nos educamos en revolución. Pero eso no es todo; porque ahora es la horab de saber quiénes somos; es la hora de ir en unidad; a la juventud nos toca realizar esos sueños que todavía son “utopías” de el más hermoso de los Quijotes. Convertir esas “utopías” en viviendas dignas, como ya lo ha hecho la revolución de Chávez y Maduro, en escuelas nuevas y en otros tantos hechos, es la única forma de expresar el amor. Recuerdo mis tiempo en Educación Media, cuando formé parte de la Organización Bolivariana Estudiantil (OBE). Recuerdo en especial el año 2009, cuando la derecha histórica arreciaba la guerra sucia y enfermiza contra las ideas nuevas; se les ocurrió jugar a la confusión, como han hecho siempre. Lo más triste fue que en lo referente a la reforma constitucional, la derecha logro confundir a más de uno; decían cosas como “si te mueres, tu hogar no le queda a tus hijos sino que pasa a ser un bien del estado” y otras vainas tan infundadas que llegaban al disparate. En ese mismo año tuve el honor de ver al Comandante Supremo; mis camaradas y yo lloramos de emoción; sus palabras fueron tan emotivas que hoy todavía resuenan en el alma. Al culminar el acto tuvimos el placer de conocer a William Lara y a la Negra Antonia, personas muy humilde y de gran carácter revolucionario. Estábamos allí, con aquella emoción y en eso llega una joven y nos dice que la apoyemos; porque era necesario recoger las sillas que los jóvenes servíamos para solo eso, cargar y mover sillas. No tengo que decirlo, aquello nos cayó como un balde de agua fría. No se hicieron esperar las dudas dentro de mí; se formaron nudos de preguntas. ¿Solo servimos para eso? ¿Solo servimos para ser parte de un bulto? ¿Solo con eso ayudamos a contribuir a la Revolución? Poco a poco fui desatando esos nudos pero nunca me convencí de que eso fuera así y empecé hacer cosas que fueran más que ir a una marcha, mover y cargar sillas; porque no me denigrara hacerlo; pero los jóvenes cargamos y lo que sea porque primero cargamos el decoro de la patria, cargamos el morral del Comandante y lo demostramos cuando escribíamos una página, como lo hace Juan José Guevara o Dafne Gualdrón o Mariana Ruiz, en fin cualquiera de esos tantos que somos Pasajeros del Sur y vamos por las venas abiertas de América Latina y le decimos a la patria como dijera José Martí, si he servido, no me acuerdo, yo que lo quiero es servir más, porque lo que la juventud unida quiere es contribuir más, mucho mas.
Pasajeros del sur.
Memoria histórica
Para mantener al sistema capitalista, el imperio ignora o manipular la historia de los pueblos, así ha sido y será, mientras se les permita. Importante es recodar que solo la unidad de los pueblos ha permitido procesos de liberación y como es una verdad irrefutable, una y otra vez han querido ser borrar de nuestra memoria colectiva los acontecimientos históricos de relevancia. La burguesía local que había ostentado el poder en la cuarta, llegó a la indecencia de borrar de las páginas de nuestras vidas la lucha guerrillera de los años 60 y 70; fueron sucesos que no se nombran en los libros de historia que se utilizan en las aulas de clases; seguimos enseñando la historia contada por los opresores y no la visión del otro, la nuestra, la de los oprimidos. Resulta más fácil para el imperio manipular los hechos. A nuestra generación de oro, día tras día, la quieren alienar. Por ejemplo, con libros de textos que todavía profesan la sempiterna mentira que heredamos del extinto imperio español, Colon “descubrió” América para salvar nuestras almas y no dicen que fue para saquear y violar a nuestras aborígenes.
Qué hermoso es descubrir nuestro pasado; no importa si tienes 30, 40. 50 o 60 años. Hace unos día Álvaro termino de leer el libro “Descubrimiento del barco Masparro”, escrito por Pablo Linárez.* Desde sus primeras páginas, viajamos a través del tiempo, hasta el año 1914; acompañamos a Pedro Pérez Delgado por el río Apure, mientras luchamos contra el régimen de Juan Vicente Gómez; por otra parte en este libro encontramos ensayos de mucho peso, entre ellos el titulado “Los llaneros y la marcada influencia afrodescendiente en los llanos occidentales”, donde nos damos cuenta del aporte de nuestros hermanos africanos en la cultura de esa región.
Muchas y muchos venezolanos, lamentablemente, saben poco o nada de Ezequiel Zamora, Pedro Pérez Delgado, José Leonardo, el negro Andresote, entre otros tantos que marcaron nuestra historia con su sangre. El gobierno venezolano está promoviendo la impresión de libros que rescatan las biografías de los personajes citados de otros; porque no se puede ignorar la verdadera historia de la lucha armada que se vivió en nuestra patria durante la segunda mitad del siglo XX. Pero esos libros necesitan un lector consciente, urge que nos instruyamos para seguir teniendo patria, porque leer sobre nosotros es un buen paso para liberarnos de las ataduras culturales que en muchos casos perviven. Gracias al proceso revolucionario que vivimos desde 1999 tenemos las “Librerías de sur”, donde conseguimos libros a precios solidarios, cosa que no ocurría en la cuarta república. Hoy todos tenemos acceso a la lectura, lo cual nos permitirá ser cada día mejores.
Camaradas tenemos que derrumbar el mito que muchos jóvenes tienen en la cabeza; el mito de que nuestra historia es aburrida, que lo divertido es dar vueltas en el centro comercial deseando la mercancía que se está detrás del cristal o que los megas en el celular nos definen. Cada niña y niño de la patria, cada jovecita y jovencito han de tener siempre un libro al alcance de mano, porque en ellos está el pasado, el presente y el futuro; si no lo hacemos solo obtendremos victorias pírricas, salvaríamos a algunos miles; pero perderíamos millones que ya nacieron y otros millones que están por nacer. Eduardo Galeano dice una gran verdad, “la historias es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás, por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será”; escuchemos sus profecías para poder actuar con pies firmes ante las arremetidas del famélico y moribundo imperio
Pasajeros del sur
El mejor trabajo del mundo. Mientras iba rumbo al trabajo, conversaba con un amigo; le mencionaba que en mis días de infante nunca había contado con el plan vacacional comunitario con el que ahora muchos niños cuentan. Quizás mi vida y la de muchos niños habría sido distinta; porque este es un entorno más humano, donde podemos compartir y aprender, donde se crean valores espirituales y no valores de consumo; en los planes vacacionales, como debiera ser en todos los espacios y tiempos, se ponen de manifiesto la amistad, honestidad, solidaridad, el respeto, el compromiso con la naturaleza y con la patria, la grande. Si en el barrio de mi niñez, allá en MijaguaII, hubiese contado con la experiencia acogedora y gratificante que ahora disfrutan las niñas y los niños de la patria, quizás muchos de los que conocí no hubiesen sido solo noticias de de las lamentables y demasiado frecuentes páginas amarillas de la prensa local, misma que todavía exagera (tal vez con ello exalta) la violencia, los asesinatos, las víctimas de los ajustes de cuentas. La marginación social es el resultado de una historia de abuso de una minoría contra la mayoría, lo cual fue un hábito cuartorrepublicano; pero de ello nos desprenderemos definitivamente con el programa de la patrua; día a día el gobierno bolivariano suma proyectos de reconstrucción de la coherencia social, que será total cuando salvemos al planeta; pero para ello es urgente saber que hay que expropiar a esos pocos que dominan y sojuzgan a muchos; la única vía de salvación es el socialismo, como lo dijo el querido Comandante Hogo Chávez, en aquella consagración del frente Francisco de Miranda. Por la patria, por saber que ella no es solo una palabra abstracta, debemos asumir que la tarea del joven en socialismo es sumarse con disciplina a un proceso cuyas acciones actúan a corto, mediano y largo plazo y que en la mayoría de los casos hay que comenzar por la entrega; un joven no debe vivir de la historia, debe vivir para configurar la historia, para formar parte de las glorias que ha de construir. La revolución está todavía en tiempos de pubertad, es una sublime adolescente que camina, día a día, cada vez con mayor firmeza; y si solo en 14 años, ha logrado eliminar el analfabetismo, el hambre y otros tantos males, qué no podrá cuando logremos la
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