Resumen B. Traven amistad

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Título: Amistad

Autor: B. Traven

Paráfrasis del cuento: Amistad de B. Traven

En cierto restaurante, durante un día normal, Monsieur René, hombre de origen francés propietario del lugar, se da cuenta de la presencia de un perro callejero en la puerta, el cual al verlo se pone muy contento, moviendo la cola y sonriendo con su hocico; A lo cual el dueño reaccionó muy divertido, pues le había parecido un gesto tierno de parte del perro.

Al comportarse inofensivo y de buen modo, el hombre decidió regalarle un buen trozo de carne, yendo hasta la cocina por un buen trozo de carne para el pobre y hambriento animalito, el perro lo siguió, sin embargo, no se entró al restaurante, este se quedó plantado en la puerta. Entonces el dueño llevó un pedazo de bistec finamente cortado, el cual se comió hasta estar del lado de la banqueta. El dueño del restaurante quedó totalmente cautivado por un gesto del perrito, al momento de terminarse aquel bocadillo, el perro volteaba a ver al señor como en una forma de agradecimiento moviendo la cola, sonriendo y agachando un poco la cabeza.

El dueño del restaurante estaba dispuesto a darle otro pedazo de carne, pero cuando volvió al lugar donde el perro se encontraba, este ya se había ido. La acción le hizo pensar en que el perro solo quería un poco de carne para alimentarse bien y no sería encajoso quedándose un momento más para obtener otro pedazo.

Al día siguiente el perro volvió a aparecerse en el restaurante casi a la misma hora. La reacción del hombre con el que había tenido contacto antes fue igual de positiva, por lo que regreso hasta la cocina por otro pedazo de carne, invitando al animalito a pasar hasta su barra de despacho, pero este nunca se acercó más allá de la puerta. Como el día anterior, disfrutó su comida de igual forma, del lado de la banqueta y esta vez el señor René, esperó el acto de agradecimiento que lo había cautivado de parte del perro. El cual obtuvo.

Ese acontecimiento ocurría todos los días durante cinco o seis semanas, provocando que el lazo de amistad entre estos, se hiciera cada vez más fuerte, ya que el hombre veía a aquel perro como su cliente más fiel de todos los que llegaban a visitar su restaurante e incluso había llegado a pesar que era su mascota cada vez que este lo alimentaba.

Un pro más, fue la actitud de parte del perro, quien a pesar de la insistencia del dueño, nunca pisó más allá de la puerta, demostrando educación y modales correctos a pesar de ser callejero.

Hasta que un día que aquel señor restaurantero, se encontraba furioso por el reclamo de uno de sus clientes al que le había dado un bolillo duro y pensando que estaba suave, lo mordió rompiéndose un diente. Tanto fue su enojo que despidió de una forma inmediata a la mesera que había cometido ese gravísimo error, aunque él bien sabía que el culpable principal de aquella desgracia  había sido el panadero, al cual llamó para quejarse de la tontería que había hecho.

Más tarde llegó su fiel animalito callejero, puntual como de costumbre, pero la reacción de René fue distinta, ya que le arrojó un trozo de bolillo duro a su “amigo”, golpeándolo en la cabeza.

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