Resumen capitulos 13,14 y 15 de El Principe

El Príncipe.

Nicolas Maquiavelo.

Capítulos XIII, XIV y XV

Capítulo XIII

De los soldados auxiliares, mixtos y propios.

Maquiavelo hace una reflexión sobre las armas auxiliares que un príncipe puede utilizar para protegerse y ganar guerras. Aunque estas armas pueden ser útiles en sí mismas, Maquiavelo argumenta que son inútiles para el príncipe porque si pierde la batalla, quedará derrotado, y si la gana, se hará prisionero de su aliado de algún modo. Maquiavelo pone varios ejemplos históricos de cómo los príncipes que se han apoyado en armas auxiliares han sufrido las consecuencias. En cambio, un príncipe sabio debe evitar valerse de estas armas y preferir perder con sus propias armas que ganar con las ajenas. Maquiavelo también hace una comparación entre las armas auxiliares y las mercenarias, y que las mercenarias son menos peligrosas porque después de la victoria, tienen necesidad de una ocasión más favorable para atacar al príncipe, ya que no forman todas un mismo cuerpo.

Capítulo XIV

De las obligaciones del príncipe en lo concerniente al arte de la guerra.

Un príncipe debe dedicarse principalmente al arte de la guerra y la disciplina de los ejércitos, ya que es lo que se espera de él y es fundamental para mantenerse en el trono. De hecho, la falta de conocimiento y habilidad en este arte ha llevado a muchos príncipes a perder sus Estados.

Maquiavelo dice que la persona que se ocupa de las delicias de la vida en lugar de dedicarse a la guerra, no será respetada por sus soldados ni podrá confiar en ellos. La falta de conocimiento práctico en la materia hará que el príncipe no pueda defender adecuadamente su país, lo que puede llevar a la pérdida de su Estado.

Para poder ejercer correctamente el arte de la guerra, el príncipe debe conocer bien su país, sus sitios, sus características, para poder defenderlo de manera eficiente. Además, este conocimiento le permitirá comprender fácilmente otros países que no tenga a la vista y en los que no tenga operaciones militares que combinar.

En resumen, la dedicación al arte de la guerra es fundamental para un príncipe y debe ser una actividad constante en tiempos de paz y de guerra. El conocimiento práctico y teórico en la materia es crucial para la defensa del Estado y la obtención de respeto y confianza por parte de los soldados.

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