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Rol De Las Habilidades Directivas


Enviado por   •  31 de Agosto de 2013  •  1.673 Palabras (7 Páginas)  •  382 Visitas

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El importante rol de las habilidades directivas

Nadie duda que el siglo veintiuno continúe caracterizándose por cambios transformacionales

rápidos y caóticos. De hecho, casi ninguna persona cuerda desea predecir cómo será el mundo

dentro de 50, 25 ó incluso 15 años. El cambio es demasiado rápido y ubicuo. El desarrollo de

“nanobombas” ha provocado que algunos predigan que las computadoras personales y los monitores de escritorio aterrizarán en la pila de desechos de la obsolescencia en los próximos 20

años. Las nuevas computadoras serán el producto de grabados en las moléculas, lo cual llevará

a procesadores de datos personalizados inyectados en el flujo sanguíneo, implantados en anteojos o incluidos en los relojes de pulso.

Las predicciones de los cambios que ocurrirán en el futuro a menudo son notablemente erróneas como lo ilustra la predicción de Charles Watson (fundador de IBM) de que solamente

unas pocas docenas de computadoras serían necesarias en el mundo entero, la predicción

de Thomas Edison de que el foco nunca tendría éxito, o la predicción en 1929 de Irving Fisher

(prominente economista de Yale) de que el mercado de valores había alcanzado “un periodo de

estancamiento permanentemente alto”. Cuando Neil Armstrong caminó sobre la luna en 1969,

la mayoría de la gente predijo que pronto estaríamos caminando en Marte, estableciendo colonias en el espacio exterior, y lanzando sondas espaciales desde pistas de lanzamiento lunares. En

1973, con largas filas en las bombas de gasolina debido a una crisis causada por la OPEP, los economistas predijeron que la gasolina se vendería a razón de $100 dólares el barril en Estados

Unidos en 1980. A comienzos del siglo veintiuno, la cantidad era de alrededor de $25. La más

notable de todas, por supuesto, fue la predicción de la Oficina de patentes de EUA en 1896 de

que pronto cerraría sus puertas, dado que “todo lo que se podría inventar ya se ha inventado”.

Warren Bennis predijo, medio en broma, que la fábrica del futuro solamente tendría dos

empleados: una persona y un perro. La persona estaría ahí para alimentar al perro. ¡Y el perro

estaría ahí para evitar que la persona tocara el equipo! Tom Peters aconsejó a los directivos, debido al ritmo caótico del cambio: “Si usted no está confundido, no está poniendo atención”. Y

Peter Drucker caracterizó el ambiente actual de esta manera: “Estamos en uno de esos grandiosos periodos históricos que ocurren cada 200 o 300 años cuando la gente ya no entiende al

mundo, y el pasado no es suficiente para explicar el futuro”. Casi nadie discutiría que las

“aguas rápidas permanentes” representan nuestro ambiente actual. Casi todo está en movimiento, desde nuestra tecnología y nuestros métodos para hacer transacciones de negocios hasta el carácter de la educación y la definición de la familia.

A pesar de todos estos cambios en nuestro ambiente, existe algo que ha permanecido,

y sigue permaneciendo, relativamente constante. Con variaciones menores y diferencias

estilísticas, lo que no ha cambiado en varios miles de años, son las habilidades básicas que

yacen en el corazón de las relaciones humanas efectivas, satisfactorias y productoras de

crecimiento. La libertad, dignidad, confianza, amor y honestidad en las relaciones siempre han

estado entre las metas de los seres humanos, y los mismos principios que llevaron a esos resultados en el siglo once, todavía los producen en el siglo veintiuno. En otras palabras, a

pesar de nuestras circunstancias, y de los recursos tecnológicos disponibles, las mismas

habilidades humanas básicas yacen en el corazón de la interacción humana efectiva.

De hecho, las relaciones humanas se están volviendo más importantes, (y no al revés),

al desenvolverse la era de la información, y al abarcar las tecnologías cada vez más de nuestra vida diaria. La mayoría de nosotros estamos expuestos cada día a más información que

la que podemos prestar atención. Es más, no existe ningún mecanismo para organizar,

priorizar o interpretar dicha información, así que a menudo no está claro lo que es crucial

y lo que puede ignorarse. En consecuencia, las relaciones que tenemos con las fuentes de

información es el mecanismo fundamental para entender. Forjar relaciones basadas en la

confianza es una parte crítica de la adaptación a la sobrecarga de información.

Es un hecho que cuando todo está cambiando, el cambio se vuelve imposible de manejar. Nadie puede manejar el cambio constante y desorganizado. Imagínese que usted es un

piloto de avión. Todo está cambiando, el avión entero está en movimiento constante, mientras el avión se desplaza en el aire. A menos que usted pueda fijar su atención en algo que

no cambie (por ejemplo, la tierra o las estrellas) es imposible volar el avión. Trágicamente,

los investigadores descubrieron que John F. Kennedy Jr., sin saberlo, voló su avión hacia el

océano Atlántico matándose a sí mismo, a su esposa y a su cuñada porque perdió de vista

la costa y, en consecuencia, perdió la perspectiva. Se volvió incapaz de manejar el cambio

porque no tenía un punto establecido y firme que le ayudara a mantener el rumbo.

Entendemos el cambio cuando somos capaces de identificar un punto fijo, estable y

permanente que nos brinde una perspectiva. En nuestro ambiente actual “de aguas rápidas” las habilidades presentadas en este libro nos sirven como puntos fijos. Su efectividad

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