TEORÍA LITERARIA. EDGAR PAOLO ALVAREZ CHACON

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TEORÍA LITERARIA. EDGAR PAOLO ALVAREZ CHACON

RESEÑA A MIJAÍL BAJTÍN DE “ÉPICA Y NOVELA (ACERCA DE LA METODOLOGÍA DEL ANÁLISIS NOVELÍSTICO)” DEL LIBRO TEORÍA Y ESTÉTICA DE LA NOVELA: TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN

Por: Gonzales Ayala Piero Alexánder.

Mijaíl Bajtín (1895-1975) fue un filósofo y crítico literario ruso que vivió durante el régimen soviético en la URSS. Entre los años 1920-1930 formó junto a otros intelectuales una agrupación que pasaría a llamarse “Círculo de Bajtín”, los cuales se enfrentaron al formalismo en cuestiones fundamentales, pese a compartir algunos intereses y puntos de vista. Por mencionar algunas de sus publicaciones, tenemos: El problema del contenido, material y forma en la creación literaria (1924), Problemas de la poética de Dostoievski (1929, reeditada en 1963), La palabra de la novela (1935), Rabelais y su mundo (1940), La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento (1965), Teoría y estética de la novela (1975) y Estética de la creación verbal (1979).

La obra Teoría y estética de la novela: trabajos de investigación es una recopilación de las investigaciones de Bajtín las cuales fueron elaboradas en diferentes épocas. Traducida por Kriukova y Cazcarra, consta de 6 capítulos explicados a lo largo de más de 499 páginas. Inicia con “El problema del contenido, material y forma en la creación literaria” (p. 13) y termina con el artículo “Rabelais y Gógol (El arte de la palabra y la cultura popular de la risa)” (p. 487). Entre los trabajos que se muestran en esta obra, destacan las investigaciones centradas en la novela, considerada como el género por excelencia, primordial y específico de la literatura de los nuevos tiempos.

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Para una mejor comprensión en el análisis de su investigación, es necesario tener en cuenta que estas publicaciones fueron elaboradas durante un periodo de discusión en torno a los problemas metodológicos generales de la ciencia literaria, por lo que se ofrece un cuadro más amplio y objetivo de la vida científica de aquel tiempo. En relación a su estudio sobre la teoría literaria, Bajtín mantenía una posición muy independiente respecto a los problemas del contenido y de la forma de la misma. Cabe recalcar que su concepción se oponía a la orientación poética representada por la “escuela formal”.

En esta ocasión, se realizará una reseña del capítulo titulado “Épica y novela: acerca de la metodología del análisis novelístico” (p. 449-485) donde el autor diferencia a la novela de otros géneros literarios, pues esta se encuentra en un inmerso cambio constante, es decir, no posee una estructura fija o meramente específica. La novela se adapta a las necesidades exigidas, no tiene una categorización exacta, goza de variabilidad y libertad; además, al ser muy compleja, cuesta definirla al tratarse de un género netamente evolutivo.

El autor inicia reflexionando: “la novela es el único género en proceso de formación, todavía no cristalizado (…) Su estructura dista mucho de estar consolidada” (Bajtín, 1989, p. 449), la novela aún no ha terminado de formarse, pues esta ha ido evolucionando a lo largo de la historia, haciendo imposible imaginar sus posibilidades y en lo que puede llegar a convertirse.

Para poder alcanzar una definición de la novela, Bajtín la compara con su predecesor histórico y literario, la epopeya, la cual “es un género acabado desde hace tiempo”, ya envejecido, al igual que otros géneros literarios los cuales cuentan con una estructura firme y poco flexible. Sumado a esto, todos estos géneros perfectamente estructurados son más antiguos que el libro, incluso más antiguos que la escritura misma, y conservan su naturaleza oral y sonora. Ante esto, la novela es más joven que la escritura

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y el libro, y está estrechamente ligada a la lectura. Recalca el carácter juvenil de la novela haciendo un símil con el estudio de las lenguas: “El estudio de los géneros es parecido al de las lenguas muertas; y el estudio de la novela es similar al estudio de las lenguas vivas” (Bajtín, 1989, p. 450), pues la novela es un género que existe entre géneros que están acabados desde hace tiempo, “parcialmente muertos”, como indica el autor. Además, señala que la novela lucha por la supremacía en la literatura contra los demás géneros antiguos, alimentada y enlazada por la época moderna de la historia universal.

Se marca la importancia de la relación armónica de las diversas obras de los géneros literarios, pues todas estas obras pertenecen a un periodo específico (como la literatura griega y el clasicismo, ejemplos señalados por el propio autor) y juntos se complementan y forman un “todo unitario de orden superior”. Sin embargo, a todo esto, la novela no forma parte de este conjunto, no participa en dicha armonía literaria. En la actualidad, la novela lleva una existencia no oficial, pues solo los géneros acabados forman parte del conjunto unitario antes mencionado, con fisonomías claras y precisas, relacionadas entre sí, conservando la naturaleza de su género. Las grandes poéticas de Aristóteles, Horacio y Boileau, nacieron para formar parte de la armonía de los géneros, a diferencia de las poéticas científicas del siglo XIX, las cuales carecen de dicha unidad, pues “no se orientan hacia la posibilidad real de coexistencia de determinados géneros dentro de un conjunto vivo de la literatura de la época respectiva” (Bajtín, 1989, p. 451). Queda claro que la novela no convive fácilmente con otros géneros, según Bajtín, esta no puede tener una relación armónica al tratarse de una parodia de estos mismos, pues muestra el carácter convencional de sus formas y su lenguaje, además, incluye y excluye algunos géneros en su propia estructura.

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