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TEORIA LITERARIA


Enviado por   •  5 de Octubre de 2013  •  8.332 Palabras (34 Páginas)  •  460 Visitas

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1.1 Diferencias entre literatura y teoría literaria

La función poética del lenguaje es el proceso que crea un universo de ficción que no se identifica con la realidad. Se caracteriza por el hecho de que el mensaje crea imaginariamente su propia realidad.

En el lenguaje literario el contexto extra verbal (o contexto “real”) y la situación dependen del lenguaje mismo, pues el lector no conoce nada acerca de ése contexto ni de ésa situación antes de leer el texto literario.

El lenguaje literario es semánticamente autónomo, “porque tiene poder suficiente para organizar y estructurar mundos expresivos enteros”.

Entre el mundo imaginario creado por el lenguaje literario y el mundo real, hay siempre vínculos, pues la ficción literaria no se puede desprender jamás de la realidad empírica, que es propia, de estructura y dimensiones específicas. No se trata de una deformación del mundo real, pero sí de la creación de una realidad nueva, que madure siempre una relación de significado con la realidad objetiva.

Luego de ver la naturaleza de la obra literaria, enfocamos hacia sus posibilidades y propósitos. El objeto material de la teoría literaria es la literatura, el cual no se identifica con el objeto formal de la historia literaria ni con el de la crítica literaria.

La teoría literaria es la teoría de la interpretación de la literatura y la crítica literaria. Su historia comienza con la poética griega clásica y la retórica e incluye, desde finales del siglo XVIII, la estética y la hermenéutica. En el siglo XX, el término «teoría» llega a ser un paraguas para una gran variedad de estudios teóricos, la mayoría de los cuales tienen origen claro en varias tendencias de la filosofía continental. En muchas discusiones académicas, los términos «teoría literaria» y «filosofía continental» son casi sinónimos, aunque algunos estudiosos argumentarían que cabe establecer una distinción clara entre uno y otro.

La literatura, entonces, sin dejar de constituir un saber válido en sí mismo, se convierte en una disciplina preliminar ampliamente fructífera para los diversos estudios literarios particulares y éstos contribuirán a corregir y fecundar los principios y las conclusiones de la teoría de la literatura.

1.2 Naturaleza y función de la literatura

Uno de los modos de definir la literatura, es decir no tenemos que limitarnos a las bellas letras o a las noticias impresas o manuscritas en nuestro esfuerzo por comprender una época o una civilización, y hemos de considerar nuestra labor a la luz de su posible contribución a la historia de la cultura. Tales estudios solo son literarios en cuanto se ocupan de materiales impresos o escritos.

Identificar la literatura con la historia de la civilización equivale a negar el campo y métodos propios de estudios literarios. Otra manera de definir la literatura es circunsbrirla a las grandes obras, notables por su forma o expresión literaria, las grandes obras se elijen con criterio estético; ello constituye un modo corriente de distinguir o de hablar de literatura.

Además, el lenguaje literario dista mucho de ser meramente designativo. Tiene su lado expresivo; conlleva el tono y la actitud del que habla o del que escribe; y no declara o expresa simplemente lo que dice, sino que quiere influir en la actitud del lector, persuadirle y, en última instancia, hacerle cambiar. El elemento expresivo será mucho menor en una novela objetiva, que acaso disimule y casi esconda la actitud del escritor, que en una ocasión lirica personal. El elemento pragmático, de poco momento en poesía pura, puede ser considerable en una novela de tesis o un poema satírico o didáctico.

El lenguaje cotidiano tiene también su función expresiva, aunque esta varía desde una desvaída comunicación oficial a la suplica apasionada provocada por un momento de crisis emotiva. El lenguaje cotidiano quiere las más veces conseguir resultados, influir en actos y actitudes. Sobre todo hay que distinguir el lenguaje literario de los diversos cursos del lenguaje cotidiano. El lenguaje poético organiza, tensa los recursos del lenguaje cotidiano y a veces llega a serles violencia esforzándose en despertar nuestra conciencia y provocar nuestra tensión. El poeta no hace otra cosa que servirse de una convención establecida: el lenguaje, por así decir, poetiza por él.

La distinción pragmática entre el lenguaje literario y lenguaje cotidiano es mucho más clara. El arte impone una especie de estructura que saca el contenido de la obra del mundo de la realidad. Hasta en la lirica subjetiva, el “yo” del poeta es un “yo” ficticio, dramático. No tiene pasado ni futuro, y a veces carece de continuidad de vida.

Este concepto de la literatura es destructivo, no valorativo. La literatura “imaginativa” no ha de emplear forzosamente imágenes. Aunque hay lectores dados a figuraciones y hay pasajes en literatura en que parece que el texto las pide, la cuestión psicológica no debe confundirse con el análisis de los artificios simbólicos del poeta. Así, la metáfora está latente en gran parte de nuestro lenguaje cotidiano y es manifiesta en la jerga y en los adagios populares. La poesía hace revivir este carácter metafórico del lenguaje y nos hace consientes de él, de la misma manera que utiliza los símbolos y mitos de nuestra civilización, clásica, germana, celtica y cristiana. El de que una obra de arte literaria no es un objeto simple, sin nomas bien una organización sumamente completa, compuesta de estratos y dotada de múltiples sentidos y relaciones.

1.3 Literatura y sociedad.

La literatura nace en una sociedad y es consumida por ella. Desde los orígenes de la teoría literaria se ha tenido en cuenta esta función social, se establecen tres puntos de esta relación entre literatura y sociedad:

Se centra sobre lo que ha constituido una cuestión capital en el desarrollo de la teoría literaria: la relación entre literatura y realidad. Se trata la obra literaria como representación de la realidad por una parte, y por la otra, como ficción. Se manifiesta consecuentemente la consideración de que los mundos ficcionales comprenden una variedad de categorías ordenadas que, por mecanismos referenciales, crean mundos posibles que guardan solamente una relación de correspondencia parcial con el mundo real.

1.4 Lenguaje literario

Suele

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