Tecnicas De Grupo
karlanikte22 de Enero de 2012
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TÉCNICAS DE GRUPOS
1. TÉCNICAS PARA EL TRABAJO DE LAS ASOCIACIONES
Mejorar la vida y el trabajo de las asociaciones pasa por reflexionar sobre cómo nos estamos organizando. Muchas asociaciones han visto bajar su afiliación, han perdido participación en sus actividades o han tenido conflictos, en muchos casos por no saber organizar bien sus reuniones. No es ésta la única causa, conviene antes averiguar las razones primarias de estos hechos. Pero, en el caso de que diagnostique que nuestros socios y socias están un poco hastiados de reuniones o no les sacan a éstas el partido que esperaban, las técnicas de grupo pueden aliviar el ambiente y contribuir a revitalizar una asociación.
Vamos a hablar de “técnicas de grupo”, porque entendemos que este término es más amplio que el de “técnicas de reuniones”. El grupo ha de permanecer después de la reunión orgánica, y su trabajo y conclusiones pueden conseguirse por más medios que el de la mera “asamblea” o “junta directiva”.
Las técnicas de grupo son, por lo tanto, maneras o procedimientos sistemáticos que nos permiten organizar y desarrollar la acción del grupo, sobre la base de los conocimientos suministrados por la teoría de la Dinámica de Grupos.
Muchas asociaciones han usado siempre algunas de estas técnicas, aunque les daban ese nombre. Otras han comenzado a utilizarse sólo en os últimos años, por la influencia de experiencias de animación sociocultural.
Las propuestas que aquí se hacen son el resultado de muchas investigaciones en el marco de las ciencias que estudian las relaciones humanas. Pero no han de aplicarse a rajatabla, han de ser fruto del deseo de los participantes que, además, irán poco a poco adaptándolas según se vea su utilidad para el grupo, así como mezclándolas en función de sus propios criterios comunes.
2. CÓMO ELEGIR LA TÉCNICA ADECUADA.
En cada reunión o acto grupal que organizamos, los convocantes (directiva, animador, etc.) han de plantearse, junto al orden del día las técnicas, que van a utilizar, en función de los asistentes previstos y del tema a tratar. A veces, un grupo es tan suficientemente maduro que antes de iniciar la reunión elige la técnica a utilizar.
En cualquier caso, previamente a esa elección, hemos de considerar:
• Qué objetivos perseguimos. Hay técnicas especialmente elaboradas para promover el intercambio de ideas y opiniones (discusión), otras para entrenarse en la toma de decisiones (estado mayor), otras favorecen el aprendizaje de conocimientos (entrevista) o promueven la participación de todos y todas (Phillips 66).
• Qué entrenamiento tiene el grupo. Unas técnicas son más fáciles, otras más complicadas. Éstas últimas son más efectivas, pero en un grupo inmaduro pueden provocar un rechazo inicial. Las técnicas que se proponen al principio son menos participativas (mesa redonda, conferencia) y, según el grupo va avanzando, se van aplicando otras que requieren mayor compromiso e integración en el grupo.
• Qué tamaño tiene el grupo. No es lo mismo un grupo pequeño (de menos de 15 personas) en que hay más cohesión y confianza, en el que podremos utilizar técnicas como el debate dirigido o el estudio de casos; que un grupo mayor en el que hay mayor intimidación y necesidad de formalismo, en este segundo caso habrá que utilizar técnicas más dirigistas (simposio, panel) o que subdividen en grupos (Phillips 66)
• Qué medio físico es en el que se está. No es lo mismo la calle que el local de la asociación; un encuentro en una casa particular que un encuentro con más entidades en un centro cultural.
• Por último, quién conduce la reunión. Puede ser que contemos con un animador especializado o con unos líderes de mucha proyección, que sean capaces de centrar los temas e incitar a la participación, en ese caso, podremos utilizar técnicas más complejas. En el caso de ausencia o debilidad del conductor, habrá que buscar técnicas que faciliten el consenso.
3. CUANDO UTILIZAR LAS TÉCNICAS DE GRUPO
Las técnicas no deben ser una obsesión a aplicar en cualquier momento de la vida de la asociación. Conviene aplicarlas cuando:
• El grupo necesita integrarse y madurar: conocerse, comunicarse, cooperar, establecer normas por consenso, definir objetivos, cohesionarse...
• El grupo necesita tomar conciencia de su situación actual en cuanto a comunicación, cohesión, identificación con objetivos, problemas de roles, poder o liderazgo, etc.
• En el grupo se detectan problemas de integración, de comunicación o de encuentro entre algunos miembros.
• Hay un clima demasiado tenso o con un alto nivel de ansiedad que obstaculiza la marcha grupal. En estos casos conviene que, una vez recuperado un clima grupal apropiado, se vea posibilidad de que el grupo reflexione sobre cuál fue el origen del problema.
4. ALGUNAS TÉCNICAS TRADICIONALES
4.1. Charla-Coloquio
Descripción: Conferencia de un especialista sobre un tema en que una vez terminada una primera exposición se inicia un debate con los asistentes.
Ventajas: Proporciona información autorizada, aclara dudas.
Utilizable cuando tenemos un experto con un tiempo escaso para un grupo grande, no siendo posible trabajar en grupos pequeños. A veces puede existir una figura de moderador o relator que garantice el debate plural, el centrarse sobre el tema y la obtención de conclusiones.
Tiene el peligro de que la charla sea demasiado extensa y quede poco tiempo para el debate. Éste frecuentemente se queda reducido a la mera pregunta-respuesta, no dando lugar a exposiciones por parte de los asistentes, ni a un verdadero contraste de opiniones.
La primera exposición también se puede realizar con medios audiovisuales (proyección de diapositivas, vídeo,...), resultando más ágil y entretenida. En el coloquio es deseable que, si tenemos suficiente tiempo, incluyamos la realización de dinámicas más participativas, en grupos pequeños.
4.2. Mesa Redonda
Descripción: Breve exposición de varios especialistas (tres a seis) sobre un tema concreto. A partir de la exposición se inicia un debate en el que puede participara también el público. Está dirigida por un moderador que buscará el contraste de opiniones y la obtención de conclusiones.
Ventajas: Promueve el debate desde el principio.
Inconvenientes: a veces, el debate excesivo entre los miembros de la mesa impide un debate en el gran grupo o conforma bandos que se enfrentan entre sí en virtud de argumentos expresados desde la mesa.
Al igual que en la charla-coloquio, es deseable que, si tenemos suficiente tiempo, incluyamos la realización de dinámicas más participativas, en grupos pequeños.
4.3. Simposio
Descripción: El simposio es una sucesión organizada de otras técnicas. Muchas asambleas de las asociaciones responden a este esquema:
1.- Conferencia. Exposición del especialista al pleno (hasta 100 personas)
2.- Reunión en grupos pequeños (5 a 10 personas)
a.- Todos hablan dando su opinión sobre el tema.
b.- Eligen un secretario o relator que transcriba el debate (o dos)
c.- Redactan contenidos principales y conclusiones 30 minutos.
d.- Un portavoz elegido o el relator exponen al pleno las principales conclusiones.
3.- Los portavoces relatan contenidos y conclusiones de cada grupo 30 minutos.
4.- Debate general entre todos los asistentes.
5.- Conclusiones finales, relatados por el conferenciante y el moderador del debate.
Este tipo de dinámicas variadas, es importante que no se pierda tiempo en la creación y reunión de los diferentes grupos. Para ello, debemos tener previsto de antemano cómo van a formar los grupos, su número, materiales que les serán necesarios y lugar de reunión debidamente adecuado.
Los grupos deben de garantizar el debate. A veces, si los participantes en el simposio no se conocen, es interesante que los grupos que se formen al inicio de las sesiones estén compuestos por gente que se conozca o tenga expectativas comunes, de manera que se rompa más fácilmente el hielo. En cambio, cuando el simposio avanza, para que el debate sea más real y plural, hemos de mezclar a los participantes y, dentro de cada subgrupo, buscar fórmulas para que se mezclen (juegos, otras técnicas, sorteos, etc.)
Si la reunión es una Asamblea general de la asociación también se puede utilizar este esquema participativo. Habrá que incluir algunos tiempos más, si, por ejemplo, es necesario aprobar un programa general de actividades (dejar tiempo al final para realizar una votación). La reunión puede comenzar con la entrega de una propuesta escrita a todos los asistentes que se explica brevemente desde la Junta Directiva (sustituyendo a la conferencia) o mejor, haber enviado previamente por correo la propuesta.
4.4. Philips 66
Descripción: Discusiones en grupos pequeños, durante un tiempo determinado, generalmente corto, de manera que los participantes estén presionados a dar su opinión.
El nombre de Phillips 66, tiene su origen en la persona que lo inventó que se llamaba Phillips y en el número de participantes y el tiempo de trabajo que les fijaba, que era 6 participantes y 6 minutos. Sin ser tan estrictos, conviene que demos un minuto por cada participante en el grupo;
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