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Actividad 2. Mi Cuento De Onda.

candyr.uvalcaba28 de Marzo de 2014

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“UNA NOCHE DE ESTRENO”

Ya eran casi las nueve de la noche, tenía que irme a casa, seguramente mi mama me esperaba nerviosa viendo su reloj cada cinco minutos, intentando relajarse con un cigarro.

Muy en el fondo sabía que quería quedarme a dormir con él una vez más, y que si le llamaba a mi mamá explicándole cualquier cosa me creería.

--Ya casi tengo que irme… me tienes que llevar--le dije a Andres con tono medio chiqueado y triste—

Noo, te voy a robar, esta noche serás mía—contestó sonriendo con tono medio misterioso y levantando la ceja izquierda.

Yo esperaba que el me dijera eso y me rogara mucho más que me quedara con él, y que me ayudara a pensar una escusa para no llegar a mi casa. Y tal parece que me leyó la mente.

--Háblale a tu mama y dile que te quedaras en casa de Graciela--

--Ya le eh dicho eso muchas veces y no creo que me crea otra vez–

-- Ándale, y compramos unas películas, unas botanitas y unas cervezas, nos quedamos aquí enpiernaditos, agusto ¿sí?—sabía que él no me dejaría ir y seguiría insistiéndome hasta que lo intentara y le pidiera permiso a mi mamá.

--Es que si quiero pero…-- me interrumpió, y jalándome hacia el me recostó en la cama y comenzó a acariciar mi pelo, sabía perfecto que eso me derretía y nunca llenaría de sentir sus dedos jalando mi cabello ligeramente desde la raíz.

--Apoco no estas agusto—me lo decía sonriendo

--quédate, llámale, inténtalo, si no te deja pues ni modo, te llevo y hay será otro día, ¿va?

--¡Va!—respondí levantándome de la cama para tomar mi celular y llamarle a mi mama.

Sentía como mi respiración aceleraba, pues estaba muy nerviosa, sabía muy bien que mi mama no era tonta y se daría cuenta del engaño, pero aun así decidí intentarlo.

--Bueno, ¿mami?—sabia perfecto que era ella pero lo que no sabía es que decir.

--Si hija, ¿Qué pasó?, ¿ya vienes?—me pregunto

--Este, sip, bueno nop—

--¿Si o no?, ¿Qué paso?—me respondió ya medio molesta.

--Bueno es que mañana tengo que estar en casa de Graciela muy temprano para irnos a trabajar y... pensé que podría quedarme aquí con ella, es que acabamos de llegar y estoy muy cansada, me ofreció bañarme y cenar aquí, ¿cómo ve? ¿Si puedo?—le pregunte media temerosa esperando su respuesta.

Andres frente de mi sonriendo casi pegado a la bocina del celular intentando escuchar lo que me decía para poder aconsejarme lo que le dijera y convencerla.

--Pero mañana a qué hora llegas—

--Temprano—me apresure a contestar, empezaba a sentir un alivio. — No iremos lejos a trabajar, creo que será aquí por “San Pancho”—

--Cuídate mucho, no llegues tarde—me contesto media angustiada pues muy pocas veces me quedaba en casa de Graciela.

--Si, ma. Mañana la veo, no tenga pendiente, eh—

--Hasta mañana—

-- Hasta mañana—conteste retirándome el celular del oído

--Uuuju, ya ves, te dije, que mi suegris es a toda madre, ya sabía que si te quedarías—grito muy contento Andres.

Me abrazó, y me apretó, y me dijo,

--eheh se me hace que si querías estrenar mi cama—Me dijo Andres con tono burlesco, pues toda la tarde no la pasamos dando vueltas en el carro de una tienda a otra buscando un colchón nuevo, y después de tanto encontró el deseado.

--Estaba muy nerviosa—Le conteste sonriendo.

Al decir esto se escucho un sonidito en mi celular bajo mi pierna.

Al tomarlo y revisar me di cuenta que fue porque se termino el saldo.

Una angustia enorme borro mi sonrisa, pues me di cuenta de que nunca colgué la llamada y seguramente mi mama había escuchado todo pues ella nunca cuelga hasta que el otro lo haga, es como muy precavida por si se les olvido decirle algo

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