DESARROLLO HISTORICO POLITICO DE LA ORGANIZACIÓN HUMANA DENOMINADA ESTADOl
18 de Marzo de 2013
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DESARROLLO HISTORICO POLITICO DE LA ORGANIZACIÓN HUMANA DENOMINADA ESTADOl tratar en su insuperable obra de la teoría política el tema relativo a la historia del pensamiento político y del Estado, don Héctor González Uribe, dice que el tema que en el citado libro trata como un esquema, no contiene nada nuevo ni original.
En efecto, el estudio del desarrollo histórico de las ideas políticas así como de la organización política es muy amplio, complejo abundante. Ya en la antigüedad, Aristóteles, Herodoto, Tucidides, Polibio, Séneca, etc., se preocuparon por estudiar en su tiempo el avance de los hechos sociales e históricos del mundo que leas toco vivir.
La gran aportación del pensamiento que los denominados clásicos aportaron al crecimiento de la sociedad política humana ha sido bastantemente analizada. Obras enteras y bastísimas, pueblan las bibliotecas de las escuelas y universidades.
Sin embargo, no puede soslayarse el comprender y estudiar la evolución de esa organización política así como0 de las ideas que contribuyeron a su ensanchamiento hasta la actualidad, so pena de no entender en si, el complejo ente bajo el que los seres humanos convivimos hace ya muchas centurias.
Precisamente el no leer a los grandes ilustres o clásicos ha hechos que nuestros gobernantes de hoy, hayan olvidado los consejos y principios rectores del buen gobierno y el arte de la política como la virtud, la prudencia, la ética, la honradez.
Valores de los gobernantes resentimos en nuestras personas y vienes en las acciones de gobierno tomadas sin fundamento; ni bases ciertas que vayan acorde a la idiosincrasia propia de cada pueblo o nación, importando teorías que no son aplicables a la realidad del país por excelentes que hayan demostrado ser en otros modelos estatales, tomándolas sin responsabilidad y razón, del bien común de los integrantes de la sociedad a quien están dirigidos. Quien no aprende de la historia esta vuelve y castiga severamente.
Bajo esa tesitura y entrando al apasionante campo histórico político, la mayoría de los especialistas en Teoría Política y Teoría del Estado, al desentrañar el avance histórico del mundo lo hacen empezando estudiando las grandes civilizaciones de la antigüedad: en oriente, China e India; en occidente Grecia y Roma, pasando luego a la etapa medieval, el renacimiento, y en la época moderna. Pero han dejado de lado (por tradición y en otros casos por no considerarlos adecuados y ajenos a la materia) que algunas aportaciones de las ciencias no culturales (como la geografía, la biología) han servido para comprender más ampliamente, parte de la evolución de la sociedad humana. Este criterio, señalamos con anterioridad, lo hace suyo el maestro Eduardo Andrade Sánchez, quien indica “En la época actual prácticamente ninguna ciencia está desvinculada de otros campos del conocimiento y todos arrojan luces para esclarecer algunos puntos que nos interesan”. Además como dice Bonner “cualquier aspecto de nuestra cultura puede beneficiarse del conocimiento de la biología de la que brotó”.
“La teoría del Estado tradicional y en general la Sociología, durante mucho tiempo perdieron de vista o no aceptaron las posibles explicaciones biológicas que pudieran servir de base para dilucidar algunos fenómenos sociales. Se partía del hombre como un ser exclusivo, apartado, distinto y totalmente novedoso en la naturaleza, como si no formara parte de ella y se pretendía estudiar su comportamiento social casi sin recurrir a la visión de tipo biológico.”
La sociedad producto es incluso de las necesidades humanas. Y algunas de estas son de orden biológico, el investigador político Marcos Kaplan, señala “El ser humano es un ser de necesidades que aparecen como su forma de existencia y de manifestación. En cualquier sociedad como un nivel dado de desarrollo, las personas tienen necesidades diversas; alimento, vestido, vivienda, sexo, ejercicio físico y mental, auto-afirmación y auto-expresión, intercambio con la propia especie, educación de los niños, ocios, etcétera. Una parte de las
Necesidades tiene su raíz, su fundamento y su naturaleza en la vida biológica y con frecuencia se ha pretendido reducirlos a una sola necesidad primordial.” “El sistema de las necesidades se presenta así como el punto de partida, la sustancia el fundamento y el cemento de la vida social”.
El destacado jurista holandés radicado en México, Guillermo Floris Margadant, en un estudio publicado en la revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, sobre la contribución de la biología a la sociología de la agresión considera ( A mi particular punto de vista acertado, visto en avance y dinámica de nuestra ciencia e4n estudio) que con las reservas del caso, la sociología haría bien en escuchar lo que enseña la biología acerca de nuestra herencia genética, transmitida desde el pasado pre-humano. En apoyo de su tesis cita el francés Konrad Lorenz y el norteamericano Edward g. Wilson, quienes son precursores e impulsores de la sociología de la agresión y de la sociobióloga, definiendo a esta última como (en opinión de Wilson) “El estudio sistemático de la base biológica de toda conducta social”. Para esta ciencia los seres humanos al igual que los demás animales del planeta tierra, somos producto de la evolución, en donde se han desarrollado infinidad de sociedades con diversos rasgos y diferentes niveles, adecuados por las necesidades genéticas de cada especie.
Bajo esta tesitura, la raza humana y su sociedad es una mas de las sociedades animales. Mucho de los caracteres que como raza animal tenemos los humanos, esta debidamente predestinada por los lazos de unión genéticos que generación tras generación transmitimos a nuestros comunes. En opinión de Konrad Lorenz, señala Margadant, la “conducta social constituye un hecho objetivo. Creado por la masa genética en cuestión, la cual logro
establecerse y perpetuarse gracias a una superior facultad de adaptación”. Por su parte, el referido maestro de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que poco a poco el viejo criterio de considerar al ser humano como una raza animal privilegiada de la naturaleza, ha empezado a cambiar; que si somos una raza animal con características propias como son, el lenguaje avanzado; una tendencia al individualismo, a la fantasía como producto del descanso cerebral; la curiosidad creatividad, travesura, como animales menos instintivos del reino animal. “Ya inmediatamente resulta interesante la comparación entre, entre por una parte la sociedad de hormigas (con división de labores, coerción y jerarquía, pero sin sociedad “política”, ya que cada individuo esta anatómicamente predestinado a un papel social), y por otra, grupos de monos, todos con la misma estructura física en los cuales de todos modos, se forma una jerarquía, con el papel de las hembras es a menudo importante y sorprendente. En el caso de los monos hayamos, no solo una sociedad como entre hormigas, sino, además: política. Y uno de los fines paulatinamente, es el de obtener que la masa genética de los mejores llegue en forma dominante a la próxima generación”.
LA SOCIEDAD ANIMAL Y SUS GRADOS
Del libro del Maestro Eduardo Andrade Sánchez, quien expone y cita al sociólogo Jean William Lapierre, retomó la siguiente tesis, en apoyo de los estudios de la sociobióloga.
Según Lapierre, no solo los seres humanos vivimos organizadamente en comunidad, en sociedad, presentándose incluso, fenómenos de tipo político entre esas sociedades animales (la raza humana en esencia es una especie animal) similares o parecidas a las que se generan en la sociedad humana. Entre esos fenómenos que Lapierre menciona, podemos ubicar conductas de mando y obediencia; de jerarquía y desarrollo común para la elaboración de determinadas labores. Cota como ejemplos las hormigas, las abejas y los castores.
Así, Lapierre señala la existencia de cuatro niveles o grados de sociabilidad animal:
1.- En un primer grado o nivel, los integrantes de este se reúnen con carácter temporal sin que existan grandes interrelaciones entre los integrantes de ese grupo animal o misma especie, incluso pudiendo vivir separados del grupo.
2.- un segundo grado a o nivel, lo encuentra en aquellos grupos en los que los miembros que los componen, se protegen entre sí y requieren de esa cooperación de grupo para poder sobrevivir. Aún podemos señalar algunos mamíferos como perros del desierto que viven, casan y se reproducen en conjunto y su sobrevivencia depende de la unión y coordinación que le den a sus actividades.
3.- En un tercer nivel se encuentran aquellos grupos en los que solo la unión de sus miembros logran su sobrevivencia, pues cazan, reproducen y se defienden de manera básica. En esto, se da una relación más estrecha sus integrantes.
Lapierre cita como ejemplo a los castores. En este nivel, identifica las llamadas sociedades inferiores.
4.- En un cuarto nivel, los miembros que componen a este grupo tiene unas amplísimas y estrecha relación de convivencia, con una notada jerarquización de clase de los individuos que la forman y una división de labores específica para cada uno de ellos. A estas se les llama sociedades superiores y cita como ejemplo a las ovejas y a las hormigas.
Estos niveles o grados solo pretenden señalar que los seres humanos no somos los únicos habitantes del planeta tierra en que vivimos de manera organizada en una comunidad. También los animales que integran la naturaleza lo hacen, como las manadas de búfalos, los rebaños de ciervos, los elefantes, depredadores, los insectos,
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