Descolonizar Occidente
afoc476 de Junio de 2014
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INTRODUCCION
El presente trabajo es un análisis al texto de Boaventura de Souza Santos, “PARA DESCOLONIZAR OCCIDENTE”, en él se hace un seguimiento capítulo a capítulo, destacando lo más importante de cada uno y haciendo una reflexión sobre los mismos. Boaventura es un sociólogo portugués nacido en1940 que se ha dedicado a una intensa militancia intelectual con innumerables trabajos, estudios y reflexiones acerca de la globalización y los excluidos, demostrando que la ciencia y el saber académico pueden ser compañeros de la lucha social. Participante del Foro Mundial Social de Porto Alegre, Boaventura apuesta a la creación de una sociedad civil global, en la cual "las víctimas de la globalización dominante se transformen en protagonistas de su propia liberación” parte de esta idea se desarrolla en el presente trabajo con conceptos como ecología de saberes, regulación/emancipación, ignorancia docta, apuesta de pascal entre otros.
MAS HALLA DEL PENSAMIENTO ABISMAL
DE LAS LÍNEAS GLOBALES A UNA ECOLOGÍA DE SABERES
“el pensamiento occidental moderno es un pensamiento abismal”, esta es la frase que da inicio al texto de Boaventura de Souza, con ella la intención es tratar de decir que occidente ha desechado, o tratado de forma abismal el pensamiento no occidental. El autor plantea que en occidente hay una serie de distinciones visibles e invisibles, donde las segundas son el fundamento de las primeras, dichas distinciones son las manifestaciones y recopilación del pensamiento occidental que se traducen en conocimientos, creencias, formas de sociedad entre otros; lo problemático es que occidente ha asumido que estas distinciones son o deberían ser universales y que más allá de esa universalidad solo hay inexistencia, invisibilidad, negación. Lo anterior da cabida, a que se dé, lo que el autor denomina “este lado de la línea” y “el otro lado de la línea”, donde un pensamiento diferente al occidental(el otro lado de la línea) no puede coexistir con el de “este lado de la línea”, por la no aceptación de occidente de distinciones diferentes a las suyas, ya sea porque consideren superiores o más válidas las propias o se piense en las del “otro lado de la línea” como erróneas o inferiores.
Cuando se plantea la idea de que las distinciones visibles de este lado de la línea se fundamentan en distinciones invisibles que niegan la existencia del otro lado de la línea, se deja ver que las estructuras sociales modernas se fundamentan en la negación de lo otro, de lo diferente. Aun que se hable entonces de una radicalización e imposición del paradigma occidental, el autor plantea que una dicotomía como la de regulación/emancipación que es la base de los conflictos occidentales modernos, no hubiera podido ser pensada para territorios coloniales para las cuales era más aplicable la dicotomía apropiación/violencia, (lo que no comprometió la universalidad del paradigma occidental), en tanto la primera dicotomía seria pensada entonces para lo humano, lo occidental, la valido; en el caso de los territorios coloniales por la “ausencia” o diferencia con el paradigma occidental, en conocimiento, ciencia, ley entre otros, se concebía los agentes del otro lado de la línea como sub- humanos, a ser llevados a este lado de la línea, por la inferioridad que se pensó en ellos, que de alguna forma para este lado de la línea, estaban atrasados socialmente.
Boaventura deja claro a su vez que las mayores manifestaciones de pensamiento abismal son el conocimiento y el derecho moderno; donde este primero se caracteriza por la primacía de la ciencia en relación con la teología y la filosofía occidental, en tanto la ciencia es susceptible de demostraciones y métodos que posibilitan la creación de verdades científicas, aunque no se descarte que las otras dos puedan brindar conocimientos alternativos, esta sería la posición de este lado de la línea. Lo problemático está en que el pensamiento abismal ha conllevado a que se desvirtué los conocimientos populares, de campesinos e indígenas, prueba de ello es que cuando se llegó a territorios coloniales se desechó el conocimiento existente allí, con la idea de que en estos lugares y esos sub- humanos como lo denominaron ellos, no poseían conocimiento, solo creencias en magia, idolatrías y comprensiones intuitivas; no susceptibles de métodos o demostraciones. Ahora bien, lo que habría que decir es que el conocimiento occidental al crear sus propios métodos para la creación de verdades científicas se limita a si mismo, lo que imposibilita la utilización adecuada de conocimientos existentes al otro lado de la línea, por la no coexistencia de estos.
En relación con el derecho el autor plantea que el paradigma occidental se basa en lo legal-ilegal, lo cual no era susceptible de estudio en territorios coloniales donde en teoría no existía la ley. Para ello occidente asumió que eran el presente y el otro lado de la línea el pasado; teóricos como Hobbes o Locke, planteaban por ejemplo que américa era muestra del estado de naturaleza en el que algún día estuvo occidente, donde no había contrato o pacto social aun; al asumir esto también se asumió un rol de superioridad y se planteaba la necesidad entonces de llevar el presente(la ley) a estos territorios y sus habitantes, desde la posición que les iban adelantar el camino que tarde que temprano iban a recorrer, lo cual era una perspectiva universalista. Es ahí cuando entra la dicotomía apropiación/violencia, donde la apropiación implicaba incorporación, cooptación asimilación de los agentes del otro lado de la línea hacia el paradigma occidental y violencia que como lo dice el autor se tradujo en destrucción física, cultural, prohibiciones entre otros. A su vez Boaventura plantea que al pensar un supuesto encuentro entre el pasado y el presente, siendo este último el predominante, se rompió la noción de contemporaneidad entre este lado de la línea y el otro lado y se impuso un futuro.
LA DIVISIÓN ABISMAL ENTRE REGULACIÓN/EMANCIPACIÓN Y APROPIACIÓN VIOLENCIA.
En este subcapítulo Boaventura plantea que en los procesos independistas, los territorios coloniales intentaron pasar de la dicotomía apropiación/violencia a la de regulación emancipación, inscribiéndose o adaptándose a este lado de la línea y todo lo que ello implica; pero esto no se dio y dice que por el contrario la dicotomía apropiación/violencia del otro lado de la línea se está expandiendo hacia territorios metropolitanos, ello gracias a lo que él denomina “retorno de lo colonial” y “retorno del colonizador”, que en síntesis es una penetración de características propias de la colonia a territorios metropolitanos.
Retorno de lo colonial hace referencia que dentro territorios metropolitanos se están instaurando formas de inexistencia legal, de exclusión, de negación de lo otro y como plantea el autor básicamente bajo tres figuras que son: los terroristas, trabajadores inmigrantes indocumentados y refugiados; la dicotomía apropiación/violencia no necesariamente tiene que estar instaurada en toda la sociedad hacia estas figuras, basta con entes como el servicio secreto de ciertos países, multinacionales(explotan inmigrantes) o la posibilidad de estar en un territorio bajo el estatus de refugiado para que ello se dé. En cuanto al retorno del colonizador hace referencia a que en los territorios metropolitanos el poder sobre la vida de la mayoría de los individuos está siendo monopolizado por unos pocos como ocurría en la colonia, ello producto de que el estado, está perdiendo la capacidad de regulación social y la está cediendo a figuras privadas, mediante la concepción del manejo de servicios públicos básicos como agua, alimento entre otros.
Ahora bien otra característica propia de la penetración de la dicotomía apropiación/ violencia a territorios metropolitanos es la desigualdad tan extrema que se genera entre los actores de la sociedad; como en la colonia eran posiblemente colonos y colonizadores, en los territorios metropolitanos estarían siendo clase baja, trabajadores, inmigrantes, etc. frente a grandes empresarios, terratenientes, dueños del capital entre otros, donde los segundos aprovechan su rol o posición en la sociedad para expropiar a los primeros ya no solamente de tierras como en la colonia sino también de su fuerza de trabajo. Boaventura plantea que dichas desigualdades derivan en lo que él denomina fascismo social, para el cual explica tres subcategorías que son:
• Fascismo del Apartheid social: división a través de una cartografía urbana entre zonas civilizas y zonas salvajes, donde las primeras pudieran ser algunas ciudades, propiedades entre otros, y las segundas zonas de conflictos externas e internas a un territorio, como los guetos. Esto implica división económica, social, cultural, política.
• Fascismo contractual: básicamente la relación consumidor- proveedor donde el primero aceptas las condiciones del segundo por despóticas que sean , en tanto este segundo posee las condiciones para manipular las relaciones sociales ya sea porque es propietario de bienes básicos o de medios de producción.
• Fascismo territorial: este último, que en mi perspectiva se ubica perfectamente Colombia, hace referencia a que muy pocos inclusive desde épocas independentistas son dueños gran cantidad de tierras y poder militar y por ende se disputan el control del estado y la regulación social; también se plantea que en este tipo de fascismo social es característico
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