Deseo Vs Aprendizaje
carinaruizdiaz14 de Septiembre de 2012
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INTRODUCCIÓN
Hace cinco y once años que nos desempeñamos como docentes en diferentes niveles educativos, más precisamente en las asignaturas de computación y geografía, y en este momento estamos cursando la licenciatura de Tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la educación.
Una de las asignaturas de la carrera es filosofía y los temas que estamos tratando se relacionan profundamente con la gran preocupación que tenemos y cada vez más. “Aprendizaje y Deseo”.
Deseo, motivación, interés, actitud, cuantas palabras y cuanto significado en cada una de ellas.
Luego de leer y leer comenzamos a comprender que no es tarea fácil ni para nosotros ni para nuestros colegas docentes, ya que cada uno de los sujetos con los que compartimos esta enseñanza aprendizaje tienen DESEOS diferentes, ya sean biológicos , psicopedagógicos, religiosos , culturales o sociales, etc.
El deseo que llevamos los docentes de enseñar no es el mismo que tienen los chicos de aprender, sentimos que existe una confrontación de su parte, propias de la edad; un versus , docente alumno.
Teniendo en cuenta la definición latina de versus, “ir hacia”, significa que somos nosotros los que debemos ir hacia el encuentro de estos deseos, pero ¿Cómo?
Al cabo de mucha lectura comenzamos a entender que no es solo ¿cómo?, la pregunta que debemos hacernos porque si no estaríamos siendo únicamente unos docentes tecnicistas, sino que también debemos pensar e interesarnos por muchas otras cosas más.
APRENDIZAJE, DESEO, MOTIVACION
APRENDIZAJE
Procesos de cambio en las conductas tantos visibles como interna que se manifiesta, en forma relativamente estable en la vida de una persona.
Pero según las distintas teorías y épocas se pueden encontrar diferentes interpretaciones por ejemplo dice en “La Republica” de Platón, los que aprenderían serian aquellos que eran firmes, valientes,, con disposición para el estudio memoriosos, infatigable, Sócrates decía , haya en ellos una viva disposición para el estudio y que no le resulte difícil aprender; por que las almas suelen flaquear mucho más frente a los estudios arduos, antes los ejercicios gimnásticos ya que en este deben compartir con el cuerpo.
En la teoría filosófica de Epicuro la sensación es la base de todo conocimiento y se produce cuando las imágenes que desprenden llegan hasta nuestro sentido. Ante cada sensación el ser humano reacciona con placer o con dolor dando lugar a los sentimientos que son la base de la moral. Cuando las sensaciones se repiten numerosas veces se graban en la memoria y forma así lo que Epicuro denomina las ideas generales. Para que las sensaciones constituyan una base adecuada, sin embargo, deben estar dotadas de la suficiente claridad, al igual que las ideas, o de otro modo nos conducirán al error.
Diogenes Laercio, además de las sensaciones, los sentimientos y las ideas generales, menciona un cuarto proceso de conocimiento: las proyecciones imaginativas por las cuales podemos concebir o inferir la existencia de elementos como los átomos, aunque estos no sean captados por los sentidos.
Todos esos aspectos, sin embargo, son solo los principios que rigen nuestro modo de conocer la realidad. El resultado de su aparición nos lleva a concluir la concepción de la naturaleza que se detalla en la Física de la filosofía Epicúrea, en definitiva el mensaje que nos deja es que su pensamiento era abierto sin distinción de clases o credo y libertad en el aprendizaje de cada individuo, evitar los miedos al fracaso y buscar el placer para ser actores de nuestra propia vida conocedores y merecedores del universo que nos rodea. Cierro con una frase este apartado "De todos los bienes que la sabiduría procura para la felicidad de una vida entera, el mayor es la adquisición de la amistad”. Nos preguntamos ¿podemos encontrar la amistad en el deseo de enseñar y de aprender?, según Epicuro “si” por qué la clave del modo de vida es resumida en tres palabras Gozar-Saber-Compartir. Estos tres factores como nos dicen las palabras están íntimamente relacionados: gozar: el placer de estar vivos, Saber: discernir lo que es verdaderamente valioso y Compartir: en la amistad tanto la vida como el conocimiento. Pero si al hombre, que le mueve a hacer o no hacer una cosa.
Seneca decía que había que educar para la vida. Su frase “aprendemos para la vida y no para la escuela” propone que la enseñanza y la educación tuviera un fin práctico. Por una parte formar profesionales que aprendieran a trabajar de forma competente en un oficio y por otra parte ciudadano que aprendieran a convivir participando con provecho en la vida social. Propone un cambio de métodos de estudios, no interesaba tanto formar la cabeza con demasiado conocimiento si no con orden, equilibrio y prudencia con forma a la virtud: vivir la coherencia que consiste en la unidad entre el pensamiento y la conducta; vivir con autenticidad o fidelidad consigo mismo y la propia vocación.
Frederick Nietzsche sostiene que el aprendizaje se genera desde la bases es decir a edad temprana por que el individuo es inocente, cree en su propia moral y sigue sus propios valores. Lo que debe haber es voluntad ¿Qué es voluntad? -nos preguntamos
En la Antigua Grecia los espartanos descendientes de los Dorios del norte los que conquistaron toda la vega del Eurotas en su época de oro ante ir a una batalla los reyes juntos a los Éforos (antiguos sacerdotes) que establecían oráculos de la viejas tradiciones ante del ascenso de Esparta, exclamaban la palabra voluntad . Con respecto a la Educación espartana “Agoge” que comenzaba a la edad de los siete y culminaba a los veinte años el niño pasaba a ser parte del estado para formar a los mejores guerreros del mundo antiguo. La instrucción consistía en enseñarles el arte de la guerra, eran hábiles estudiosos de la estrategia, aprendían a leer, escribir como asi también música.
Se enseñaba a hablar poco y a decir las cosas con el menor número de palabras posibles. Dejamos de lado su significado y la educación Espartana para ver en el diccionario: significa facultad del ser humano para gobernar sus actos, decidir con libertad y optar por un tipo de conducta. El hombre, que se mueve a hacer o no hacer una cosa. La función de la voluntad es un aspecto de la llamada vida de tendencia, o sea, de la aptitud general para reaccionar ante los estímulos externos o internos, pero se diferencia de las demás actividades propias de la vida de tendencia en que la voluntad involucra la representación intelectual del objeto y es deliberada, si bien obra a base de hábitos, instintos, etc. El racionalismo postergó el concepto de voluntad, que hasta Kant no vuelve a cobrar prestigio. En la filosofía contemporánea se presenta como valor fundamental. Schopenhauer interpreta el mundo como una incontenible «voluntad de vivir», y Nietzsche ve al hombre como una dionisíaca «voluntad de poder», legítimamente avasalladora de toda norma moral y de toda mediocridad espiritual. En el aprendizaje la voluntad es necesaria. Pero a veces la voluntad se reciente, no todos esperamos beneficios, recibimos desdichas y eso amistoso se nos vuelve en contra, si miramos alrededor no solo en lo educativo se mantiene sino en todo los aspecto de la sociedad donde se quiebra las bases de la convivencia y muchas veces se hacen fisuras profunda que llevan años en cicatrizar…
DESEO
Es la forma que se expresa de satisfacer una necesidad de acuerdo con las características personales del individuo, los factores culturales, ambientales, sociales, supone un acto de voluntad posterior a la necesidad pero la cual no se deriva necesariamente.
En la antigüedad el deseo de saber residía en el alma. En algunas partes del templo de Delfos, se hallaba la inscripción “conócete a ti mismo” de Sócrates . Esto indicaba al hombre que reconozca sus límites y no aspire a lo que era propio de los dioses que reconozcamos la propia ignorancia, (condición indispensable para que surja el deseo).
Los griegos tenían una concepción de saber totalmente determinista, lo pudimos apreciar en la lectura que hiciéramos del libro “El Rey Edipo”.
Seneca afirma ¿Qué nos impide, en efecto, decir que la felicidad de la vida consiste en un alma libre, levantada, intrépida y constante, inaccesible al miedo y a la codicia, para quien el único bien sea la virtud, el único mal la vileza, y lo demás un montón de cosas sin valor, que no quitan ni añaden nada a la felicidad de la vida, ya que vienen y se van sin aumentar ni disminuir el sumo bien? A este principio así fundado tiene que seguir quiera o no, una alegría constante y un gozo profundo que viene desde lo hondo, pues se alegra de lo suyo propio y no desea bienes mayores que los privados. ¿Porqué no han de compensar bien estas cosas los movimientos mezquinos, frívolos e inconstantes de nuestro cuerpo flaco?. El día que lo domine el placer, lo dominará también el dolor.
Seneca dice que no se debe tratar de renunciar al deseo. Encuentro que esta afirmación es plausible, por las siguientes razones, ellos son los motores para que podamos generar nuestros anhelos, nos dan la libertad de creer en nosotros mismo, nos impulsa a mejorar nuestras capacidades, a dar esperanza y nos proyecta a un futuro inmediato. Los deseos nos sirven a nosotros pero nosotros no podemos estar inmerso como esclavos o vivir para ellos.
Entiendo que las siguientes consideraciones ofrecen un argumento convincente en Tiempos medievales el deseo para Santo Tomas
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