ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ECONOMIA Y ETICA


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2019  •  Apuntes  •  3.849 Palabras (16 Páginas)  •  118 Visitas

Página 1 de 16

ECONOMIA Y ETICA

  1. El por qué de la interrelación entre economía y ética?

¿Qué relación existe entre Ética y Economía? ¿Qué obligaciones éticas tiene la economía? La ética tiene el derecho y la obligación de preguntarle a la economía sobre lo que hace?, aquello que pretende hacer?, por qué lo quiere hacer? y cómo lo está haciendo? Pero no son solo las prácticas, la principal fuente de interés. También nos interesan los discursos de la economía, la importancia de las matemáticas, el tratamiento de las estadísticas, las causalidades que establece, las prioridades que jerarquiza y los modelos que patenta.

Pudiese parecer extraño que la ética intente entrometerse en el campo de las ciencias económicas. Con qué derecho la ética quiere intentar cuestionar a la economía? La tradición ilustrada fue creando la autonomía de cada una de las ciencias desde el método cartesiano por lo que no habría como plantear relaciones o intromisiones de una ciencia en otra o por otra. Cada uno a lo suyo, diríamos en la continuación de esta tradición. Sin embargo, si la economía no implicara a las sociedades, al Medio Ambiente y al planeta en general, quizás no sería de la incumbencia de la ética. Por lo tanto, no se trata de una intromisión, sino de un derecho fundamental. 

Por supuesto que la relación entre ética y economía no es, simplemente, enjuiciadora. La humanidad inaugurada por la educación no es un asunto per se. Devenimos humanos en la educación en la medida que la educación nos ayuda a devenir humanos. En efecto, la economía se inscribe en intenciones éticas: reducir las desigualdades, combatir la pobreza, luchar contra las condiciones que nos condenan al subdesarrollo, progresar, y tantas otras cosas, son aspiraciones comunes a los discursos económicos. Pero qué sucede cuando estás condiciones no se consiguen?  Cuando las condiciones empeoran por modelos económicos que imponen los organismos internacionales o por opciones corruptas de los Estados? Contradicciones tan fuertes de ciertos modelos económicos que buscan hacer compatible el desarrollo económico de un país con el pago de la deuda externa, se asientan en un cruel cinismo que desde la misma economía se silencia por su insularidad fría e irónica.  

Sí los modelos económicos nos hacen más pobres, por qué esconder el juicio ético? Es más, el combate contra la pobreza va creando otras formas de pobreza, de aislamientos, de miserias; quién va a tener la valentía de denunciar estas otras formas de pobreza que se van reproduciendo ampliamente en las poblaciones desarrolladas?

Como bien lo señala Edgar Morin en su libro Terre et Patrie –1992-, el modelo clásico del desarrollo va propiciando nuevos subdesarrollos. El hombre que logra un nivel de vida alto, pierde niveles de humanidad en el consumo casi angustioso, el individualismo craso, el racismo, el confort y la indiferencia. De este modo, la riqueza del Norte es la pobreza del Sur y la riqueza del Sur es la pobreza del Norte. Dimensiones como la esperanza, el sentido de la fiesta, la hospitalidad y la acogida, la lucha  por los demás, son más propias de países pobres y subdesarrollos, por lo que si el desarrollo nos llevaría a adquirir estos modelos de “humanidad” del norte, más valdría seguir siendo pobres.

En suma, son dos los aspectos que competen a la entrada que hemos hecho en la relación de la ética y la economía. El primer aspecto es el de una economía que no solo no logra destruir las desigualdades sino que, por lo contrario, las agudiza y aumenta la concentración de capitales en pocas manos. Desde esta perspectiva, la ética no se puede aislar. La vida, con básicos parámetros biológicos, es la que entra en juego. Hambre y muerte se juntan y crean un binomio que debería avergonzar a todos aquellos que creemos pertenecer al grupo de lo humano.

El segundo aspecto pertenece a los modelos de economía y desarrollo que presuponen y construyen un tipo de humanidad que nos ruboriza, pues, muchos de los que creen haber llegado,  se debaten entre el individualismo, la indiferencia, el odio, el racismo, la prepotencia y el consumo enfermizo. La decadencia de Occidente de la que hablo Spengler y Nietzsche  sería una forma precisa de simular el estado en el que se encuentran sociedades que han seguido los cánones de los modelos, arriba señalados. Por tal motivo, la pregunta sobre las finalidades últimas, más allá de la coincidencia o no con los medios, implica volver a pensar sobre la sociedad que queremos alcanzar. En efecto, una educación que bajo sus modelos nos condena a la pérdida del sentido, nos atrapa en éticas del bienestar y en un individualismo narcisista, por qué habría que considerarla educable? Menos podemos aceptar las condiciones a las que condenan al Sur por los intereses de un pequeño grupo de países del Norte, debido a sus modelos y  propuestas, las cuales logran violar la única norma que Lévinas pensaba,  no podría ser levantada pues era el límite último de la ética: No mataras.

Luego, la economía, quiéralo o no, no puede separarse de la ética. Pensar y hacer la economía, es un asunto ético, el cual  está más allá del problema del poder, de la ideología, de los comportamientos, sin dejar de estar en ellos, pues estamos también en la comprensión de otro modo de la ética. La ética como la formación del carácter, según lo interpreta Aranguren de los antiguos griegos, en la relación con la economía, adquiere visos de la complejidad en el sentido que la ética se define no desde la focalización disciplinar, sino desde la relación inter y transdisciplinar.  No hay como ser ético sino desde la pluralidad de disciplinas y con enormes posibilidades de ir más allá de estas, en vista a arribar a originalidades sin origen donde nace aquello que no tiene fundamento porque es el fundamento.  En breve, no es únicamente la economía la que se beneficia con la ética. La ética encuentra nuevos campos que la sacan de la complacencia en generalidades o abstracciones que pretenden ser autosuficientes. Ella no se queda encerrada en el ámbito del sí mismo, porque ingresa en  los flujos y las practicas, que son el significado último de la norma.  

Pero precisemos un poco más. No es que la economía este mal porque ha dejado de lado la ética. La ética no le sirve a la economía en tanto que saber utilitario. Pero, sí a la economía le interesa el bienestar de la humanidad, por lo menos, en sus discursos, entonces, a la ética no se le puede desplazar. La economía, desde sus intenciones más clásicas, por ejemplo, con Adan Smith, ha tenido preocupaciones sociales que se han ido perdiendo con otros autores más recientes, hasta el punto del escándalo que señala Amartya Sen, Manfred Neef y Edgar Morin, entre otros: La economía ha devenido una de las ciencias más desarrolladas en el dominio de las matemáticas y el cálculo y al mismo tiempo es una de las ciencias más atrasadas en el campo del desarrollo social. O la economía tal como es concebida hoy en día es uno de los barbarismos más desarrollados en el ámbito humano y social.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (23.6 Kb)   pdf (140.2 Kb)   docx (61 Kb)  
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com