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Educacion Postmoderna


Enviado por   •  27 de Junio de 2013  •  3.909 Palabras (16 Páginas)  •  332 Visitas

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La Postmodernidad y su impacto en la función educativa.

Debemos comenzar por entender que estamos atravesando por un momento de gran significación para la humanidad, la transición entre dos períodos, uno que está llegando a su fin (modernidad) y otro que se inicia (postmodernidad) trae asociados cambios fundamentales en el plano político, económico, social, cultural y educacional. Esta etapa de transición requiere de un cambio paradigmático en la vida del hombre.

El avance del conocimiento e información, el desarrollo tecnológico y científico, el inicio de una era de telecomunicaciones que permite estar conectados casi instantáneamente con otro punto del planeta, y las formas de comunicarnos han cambiado drásticamente comparado con otros períodos de la humanidad.

“El avance tecnológico ha generado una gran capacidad de producción, almacenamiento y transmisión de información, esto unido a cambios profundos en la escala de valores ha generado nuevas tendencias; hoy por hoy el concepto cliente cobra mayor relevancia que el de ciudadano. Existe una nueva forma de valorar las cosas que nos rodean, todo parece ser desechable, se ha perdido la confianza en las instituciones políticas y religiosas, surgiendo un pensamiento neoliberal donde predomina el consumismo, individualismo y hedonismo. El Estado ha perdido el carácter protector de los ciudadanos, la estabilidad laboral también ha sufrido profundos cambios, provocando incertidumbre e inseguridad en el hombre postmoderno.”

(Armando Roa. 1995)

Hoy nada es seguro, el avance tecnológico nos obliga a estar en permanente cambio, siempre alertas y dispuesto a aprender algo nuevo. Igualmente nuestros hábitos se han visto trastocados, estamos expuestos a lo que nos entrega la televisión la que muestra una realidad subjetiva, inconexa, cargada de estímulos sensoriales, negativo para el desarrollo personal.

Es impensable creer que podemos abstraernos de este vertiginoso mundo, el cual ejerce su influencia en todos los ámbitos de nuestra vida.

No podemos desconocer que este gran desarrollo tecnológico trae asociado intereses políticos y la idea de ejercer dominio sobre los países del tercer mundo, la invasión tecnológica producirá inevitablemente cambios estructurales en la cultura, la política, economía, educación y en las formas de comunicarnos. Como diría Freire:

“Este nuevo marco histórico plantea un desafío permanente, que nos invita a ser gestores de nuestra propia historia, promoviendo la creatividad, solidaridad, la profesionalización del quehacer docente, como eje fundamental de la función educativa.”

(Freire. 2011)

Estamos insertos en un mundo teologizado en el que la escuela ha perdido el papel hegemónico de la educación. Hoy es posible encontrar información y conocimientos en distintos ámbitos extraescolares, los profesores ya no son los únicos dueños del saber, los niños y las niñas disponen cada vez de mayor número de computadores, medios audiovisuales, teléfonos celulares que les permiten conectarse a la red de Internet. La tecnología está al alcance de un amplio sector social, la familiarización con los instrumentos digitalizados son propios de la época y se han incorporado como fuente de conocimiento y aprendizaje, los profesores se ven sobrepasado por el conocimiento de sus alumnos, lo que provoca la pérdida del rol histórico, que hasta hace algunos años poseían: Se han quedado atrás respecto del nuevo lenguaje que ha surgido producto de los nuevos avances, es decir, el lenguaje audiovisual y el de la informática, mostrando además inseguridad e incomprensión respecto de las exigencias que muestra ésta nueva forma de aprender.

Por otra parte la gestión escolar también ha entrado en una profunda crisis, los criterios basados en el control, una evaluación que busca la repetición de conocimientos ya sabidos, una comunicación basada en las relaciones jerarquizadas, han perdido validez.

Una escuela que permanezca desconectada del mundo social, ajena a los cambios, desvinculada de su entorno inmediato, obsoleta en su tecnología, un profesor que siga ocupando un rol jerarquizado frente a sus educandos, que continúe en la repetición de lo ya archiconocido, es decir, una escuela que continúe en función de sí misma está condenada al fracaso, deberá por ende salir de su rol tradicional y replantear su quehacer frente a este nuevo contexto sociocultural, económico y político que la obliga a asumir un nuevo rol.

¿La educación se enfrenta a un relativismo social?

Tanto si estamos de acuerdo como si no con la idea de posmodernidad, se ha de reconocer que las relaciones entre los jóvenes, los medios de comunicación y la educación están experimentando un cambio muy relevante.

Muchas de estas transformaciones están relacionadas con los niños y los jóvenes. La gente joven se encuentra entre los mercados más importantes de muchas de empresas que generan tecnologías y formas culturales, hasta los niños más pequeños forman parte de un grupo de consumo cada vez más fuerte. Este hecho tiene implicaciones importantes por lo que hace el acceso de los jóvenes a los medios de comunicación: hoy en día, los jóvenes tienen acceso a los medios para adultos -a través de la televisión por cable, el video o Internet- de una forma mucho más fácil que sus padres. Como consecuencia, ha aumentado la necesidad de buscar urgentemente nuevos medios de control. De otro lado, la gente joven también dispone de sus ámbitos de comunicación, que los adultos cada vez encuentran más difíciles de entender. La idea del niño vulnerable y que necesita protección frente a los peligros de los medios de comunicación -una noción en la que se suele basar la educación en medios- cada vez deja más pasó a la idea del niño como “consumidor autónomo”.

De todas maneras, es importante destacar que estos avances no se limitan exclusivamente al ámbito de los medios de comunicación. Muchos analistas sociales afirman que el mundo contemporáneo se caracteriza por un sentimiento creciente de fragmentación e individualismo, donde las masas son maleables.

Esta opinión nos ofrece un espectro que debemos prestar total atención, ya que en una sociedad habrá individuos más influyentes que otros y habrá individuos más influenciables que otros. Así, cada uno recibe desde cada grupo ciertos valores culturales, incluso esperanzas, miedos, entre otros tantos aspectos sentimentales. De la misma manera en que los objetos que están en un mismo ambiente tienden a la uniformidad térmica, existirá una tendencia hacia una actitud generalizada

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