Ensayo: Pedagogía del oprimido

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEL ESTADO DE QUERÉTARO[pic 1][pic 2]

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD 22-A

ENSAYO: “PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO”

DEL AUTOR; PAULO FREIRE

                MATERIA: METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

                ALUMNA: ANA LAURA GARCÍA MARTÍNEZ

                PROFESOR: JAVIER JOSÉ HERNÁNDEZ GALVÁN

CADEREYTA DE MONTES, A 13 DE ABRIL DEL 2018.

INTRODUCCIÓN:

Paulo Reglus Neves Freire, es uno de los mejores y más destacados pedagogos del siglo XX. Nació en Recife, Brasil en 1921.

Dentro de sus obras más destacadas esta la que a continuación se presentara: “La pedagogía del oprimido”, escrita en 1966 y publicado en 1970, el cual está dividido en cuatro capítulos. Esta pedagogía propone una nueva forma de relación entre educador-educando y entre sujetos sociales, para realizar este libro se basó en su propia experiencia como profesor de adultos analfabetas.

A través de esta seremos capaces de darnos cuenta que jugamos un papel muy importante en la sociedad como sujetos históricos y directores de nuestro propio destino que puede ser desde el lado de los opresores o los oprimidos pero siempre buscando la humanización perdida en beneficio de los demás.

Capítulo I

En este primer capítulo Freire nos habla acerca de la vital importancia que tiene el hacer conciencia sobre lo que es un opresor y que es un oprimido, que aprendamos a distinguirlo para así poder darnos cuenta en que papel nos encontramos cada uno y así poder comenzar a liberarnos ya sea que seamos oprimidos u opresores.

Freire nos dice; “liberarse a sí mismos y liberar a los opresores” (p. 41), esto quiere decir que los oprimidos tienen un gran compromiso o tarea la cual consiste que a partir del aprendizaje y la experiencia con la que se liberan logren concientizar al opresor de que su sentido de superioridad y la violencia con la que se dirigen no es buena, que se puede ser mejor y ver a los demás, ya sean ricos o pobres de la misma manera. Ya que existen aquellos oprimidos que después de haberse liberado, se dirigen hacia los que fueron sus opresores con odio y rencor y llegan a convertirse en opresores de los que fueron opresores.

Esto solo nos genera una situación estática en los índices de igualdad y respeto hacia los demás, porque no mejoraría al ser liberados si terminamos convirtiéndonos en opresores de otros, solo a través de la concientización se puede lograr ser un verdadero “hombre nuevo” de bien y para bien.

Se vive otra situación que definitivamente se tiene que erradicar,  la mayoría de las experiencias de Freire las vivió de cerca con los oprimidos, es decir; de los pobres, los desharrapados, de los olvidados tratando de educarlos para que comenzaran un proceso de liberación en la que la situación más difícil es según él, cuando los oprimidos están tan acostumbrados a su situación en la que viven quizá desde su nacimiento, que llegan a auto desvalorizarse, se acostumbran a escuchar que no son nada, que no sirven para nada, que no pueden, que son menos que los demás, que están incapacitados que llegan a creer que así debe ser, que así  le toco vivir y que no hay otro camino que lo pueda llevar a ser parte de los liberados que buscan cambiar su historia.

“No existirían oprimidos si no existiera una relación de violencia que los conforme como violentados, en una situación objetiva de opresión” (p. 56)

De esto se deriva que Freire en su pedagogía liberadora nos hable sobre dos momentos importantes que es necesario cumplir y que debe de ser lo ideal, el primero es en el que el  oprimido se dé cuenta que vive en una situación de opresión y se comprometa a realizar una transformación que lo libere así mismo.

El segundo momento es cuando su realidad ya logro ser transformada y pasa de ser una pedagogía del oprimido a ser una pedagogía de hombres en proceso de permanente liberación.

 Es por esto que los oprimidos liberándose pueden liberar a sus propios opresores, ya que en la respuesta o reacción de un sujeto que se ha liberado podemos encontrar un gesto de verdadero amor, ya que el luchara por la igualdad, el respeto y el poder ser entra en un proceso de restauración de la humanidad para aquellos opresores que la han perdido u olvidado.

Uno de los papeles importantes que juega este proceso es el de los dirigentes políticos que dentro de sus obligaciones está el mejoramiento de una sociedad, y sus acciones deberían de ser en función de una educación cultural para la libertad y la independencia de los opresores, y no lo contrario que sería darle armas al opresor para que siga oprimiendo al pueblo en el que se desarrolla.

Freire afirma que la educación pedagógica es el camino para la liberación, y los educadores y los educandos deben de comprometerse a practicarla a través del liderazgo para crear el conocimiento es decir; generar un verdadero compromiso.

Capitulo II

En el segundo capítulo Freire nos muestra cómo es que la llamada “educación bancaria” no es más que una manera de mantener el régimen opresor existente.

“…el educador…transforma en vasijas a los educandos, en recipientes que deben ser llenados. Cuando más vaya llenando los recipientes con sus depósitos, tanto mejor educador será, cuanto más se dejen llenar dócilmente, tanto mejor educados serán”. (p.78).

Lo que nos quiere decir es que indirectamente un educador o maestro dirigido por un sistema dominante, busca la educación de los individuos para que se adapte a la realidad en la que vivimos y no lo educa para que cambie su realidad de oprimido.

Siendo el educador el que posee el conocimiento, la sabiduría y en el que reside todo el poder. Su palabra es la que dicta la manera en que el individuo a de formarse y su acto de enseñanza es visto como un acto de donación de quien posee el conocimiento hacia los ignorantes.

Es por eso que este tipo de educación nunca nos llevara a la superación de los oprimidos ya que no les permiten reflexionar sobre la realidad, no permite ser crítico del sistema, convirtiéndola en una “educación del silencio” que permite que el educador sea el que sabe, el que piensa, el que habla, el que disciplina, quien da opciones, quien actúa y finalmente es el sujeto del proceso, lo que convierte al educando en un objeto.

Por eso es necesario darse cuenta que lo que pretenden los opresores es cambiar la mentalidad de los oprimidos y no la situación que viven, ya que esto les asegurara una mejor y más fácil forma de dominación.

Este tipo de educación también se basa en la sonoridad de las palabras, no en sus significados sino en los sonidos mismos, son palabras huecas, carentes de conexión con el educado y que solo se repiten hasta memorizarlas, sin interiorizar, sin cuestionar, limitándose solo a imitar, por eso Freire dice que en estos casos sería mejor no decirlas ya que no sirven de nada.

Por eso se dice menciona que la “educación bancaria” es narrativa, pues se limita a describir la realidad como si esta fuera estática.

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