Ensayo pedagogía
SrmoscasEnsayo2 de Junio de 2021
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SEMINARIO ESPECÍFICO IV
Presentado por
Mauricio de Jesús Sierra Henao
Docente
María Alexandra Rendón
Doctora en Ciencias Pedagógicas
Universidad de Antioquia
Facultad de Educación
Maestría virtual con Énfasis en Investigación
Medellín
2021
Estilos cognitivos, estrategias de aprendizaje, metacognición y estilos de aprendizaje: una reflexión a propósito de la necesidad de reconocer los procesos cognitivos, el pensamiento consciente, el reconocimiento de las habilidades cognitivas y las formas de aprender orientadas a la enseñanza.
“Tenemos un profesor que se caracteriza por ser muy estricto. No deja que nadie hable entonces toda la atención se centra en él y no deja que nadie más participe”
¡Me carga que dicten! Porque son como ideas que no te enseñan”
“Hay profes que llegan y te dicen: Lee de tal página a tal página y responde las preguntas que te salen o en las guías me dedico sólo a traspasar información o eso de hacer cuestionarios de cincuenta preguntas no te estimula el deseo de aprender.”
(Prieto, 2005, p. 31)
Los anteriores testimonios fueron producto de entrevistas realizadas a estudiantes de educación secundaria en Chile, que muestran la insatisfacción al recibir educación basada en la repetir o realizar tareas mecánicas, que anulan la participación del estudiante en el proceso educativo y lo condicionan a implementar unas estrategias de aprendizaje en función de la resolución de la tarea, sin motivación y por ende de desconocimiento por parte del docente de los estilos de aprendizaje de sus estudiantes y menos aún de la metacognición . El presente ensayo reflexivo, se concentra en explicar como los estilos de aprendizaje deben ser considerados en el proceso de enseñanza y como pueden facilitar y mejorar la enseñanza al reconocer en los estudiantes sus habilidades cognitivas y la posibilidad de hacer consciente su propio pensamiento y también sobre los estilos congnitivos y/o estrategias de aprendizaje que permitirían potenciar una educación que reconozcas las diversas formas de aprender.
Sobre los estilos cognitivos hay una inmensa producción académica que, desde diferentes enfoques tratado de definir el concepto, dentro de los que podemos enumerar a grandes rasgos los teóricos de la diferenciación desde las teorías de personalidad con el concepto de control cognitivo basado en las estructuras estables del yo encargadas de mediar entre la consecución de los deseos de la persona y las restricciones del medio ambiente social; los de las conductas cognitivas individuales, que enfatiza la percepción la capacidad del sujeto de realizar una diferenciación en integración en jerarquías de estructuras cognitivas; la teoría de la Gestalt que también concede una importancia a la percepción como la vía de conocimiento del mundo que determina el desenvolvimiento y configuración de la psique y que propone tres leyes universales: la ley de la figura y el fondo, la ley de cierre o completud y la ley general de la buena forma; también teniendo en cuenta las percepciones Thurstone, representantes de escuela de la psicología diferencial definió los estilos cognitivos como conceptos alternativos a los de las capacidades y rasgos de la personalidad y los diferencia de actitudes perceptivas que se derivan de las actitudes cognoscitivas y controles cognitivos, estos últimos como los mecanismos adaptativos que el sujetos utilizan para resolver las demandas del entorno y sus conflictos internos. Todos estos como estudios pioneros.
No obstante, es pertinente acercarnos a una definición general de los estilos cognitivos que reúne una amplia teorización. Los estilos cognitivos, pueden definirse a brochazo grueso, como “un modo típico o habitual de la persona para resolver problemas, pensar, percibir y recordar” (Riding y Cheema, 1991) o desde (Grinberg, 1980) quien afirmó que “el estilo cognitivo parece referirse a modos característicos del pensamiento,” que presentan una dimensión bipolar (reflexividad-impulsividad; dependencia-independencia del campo)”. O como amplio Cebera (1992) quien reunió las características generales de los estilos cognitivos de la siguiente forma:
“1. Definen un rasgo bipolar estable representado a lo largo de un continuo, siendo ambos polos adaptativos en función de las características del medio. Están relacionados con dimensiones cognitivas y no cognitivas de la persona, aunque su mayor énfasis en aspectos educativos y de aprendizaje. 3. Intentan describir formas o modos de procesamiento de información, estrategias a la hora de enfrentarse a la realización de una tarea determinada, más que el resultado de la ejecución en esa tarea. 4. Son adquiridos en la primera infancia y son susceptibles de modificación (…). 5. Casi la totalidad de los estilos cognitivos se centran en el ámbito educativo, aunque en algunos casos, sus implicaciones con la conducta social son claras.” En: (Buela., Macarena, & Carretero Dios, 2001, p. 230).
Estos estudios pioneros, a su vez, dieron paso a propuestas integradoras como la presentada por Buela, Macarena & Carretero (2001) quienes tomaron a Curry (1983) con el denominado Modelo de la Cebolla y Riding (1997) quienes clasifico los estilos cognitivos en dos: La Familia Global Analítica y la Familia Verbal Figurativa. En el primer caso, los estilos cognitivos tienen que ver con tres niveles o capas de los más externos a los más profundos, pero que se encuentran interconectados; esta primera capa (referencia instruccional) tiene que ver con la forma en que se procesa la información a nivel mental desde la entrada salida de datos y que se expresa a partir del contacto sensorial y de la experiencia del sujeto con el medio ambiente y los estímulos que recibe, en segundo lugar por una capa (estilo o procesamiento de la información) que hace referencia a la investigación procedente del procesamiento de la información, la implantación del conocimiento de lo simple a lo complejo y en el la que participa la memoria a corto plazo y en la que el individuo realiza una aproximación intelectual para asimilar la información en la que opera su estructura cognitiva, las aptitudes, el desarrollo de habilidades, los tipos de conocimiento y la personalidad. Finalmente, en la capa más profunda (estilo cognitivo de la personalidad) los estilos cognitivos se conciben desde los rasgos de personalidad, es decir que están relacionados, valga la redundancia, con las características de la personalidad, en los que el individuo realiza una aproximación para adaptar y asimilar la información. (Buela., Macarena, & Carretero Dios, 2001)
Por otra parte, y, en segundo lugar, siguiendo el hilo de lo argumentado, el modelo propuesto por Riding (1997) agrupan los estilos cognitivos en dos dimensiones la Global Analítica y la Verbal Figurativa. En la primera se tienen en cuenta cinco estilos cognitivos: el pensamiento convergente – divergente como la capacidad para tratar problemas que requieren una respuesta correcta convencional; el nivelador agudizador como el grado en que la persona es capaz de mantener su memoria y la imagen de los estímulos que se le presentan en el pasado; el holista serialista, que respectivamente, se remiten a procesar la información como un todo estableciendo fuertes relaciones de orden y aquellos que lo hacen de manera encadenada estableciendo relaciones simples; los de Dependencia – Interdependencia del campo en el que interviene el grado en el que las personas perciben de manera analítica y el del reflexividad impulsividad como el modo en el que una persona se enfrenta a una tarea con incertidumbre a la respuesta.
No obstante, el tema de los estilos cognitivos no se acota sobre lo ya dicho, por lo que depende de donde nos situemos, a la hora de reconocer en los estudiantes cuales son sus estilos de aprendizaje y cuales las estrategias de aprendizaje utilizadas a la hora de resolver un problema. Sin embargo, antes de continuar con esta reflexión vale la pena aclara el concepto de estrategias de aprendizaje.
Las estrategias de aprendizaje tienen que ver con los mecanismos que los sujetos utilizan para lograr su aprendizaje, que les han funcionado en determinados contextos, tanto cotidianos como en las actividades académicas. Monereo (1994) las define, como la toma de decisiones conscientes e intencionadas y la recuperación coordinada de conocimiento para completar un objetivo o una actividad. También (Valle, A., Canabach, González, L. & Suarez, A. (1998, p. 56) de manera complementaria, argumentan que las estrategias de aprendizaje son: “[…] una secuencia de actividades, operaciones o planes dirigidos a la consecución de metas de aprendizaje; que, por otra parte, tienen un carácter consciente e intencional, en el que están unidos procesos de toma de decisiones por parte del alumno al ajustar sus objetivo o meta que pretende conseguir.” Dichas decisiones, de acuerdo con los mismos autores, son “conscientes e intencionales” que dirigen su acción para completar objetivos en la adquisición de nuevos conocimientos. Finalmente, Valle (2012) ofrece una definición tomada de (McKeachie, Pintrich, Lin y Smith, 1986) para referirse a las estrategias de aprendizaje como “[…] cualquier pensamiento o comportamiento en los que incurre un estudiante durante la tarea de aprendizaje (incluyendo los procesos básicos de memoria) así como también las estrategias para resolución de problemas” (s.p).
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