Ensayo SÓCRATES Y EL CONOCIMIENTO

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SÓCRATES Y EL CONOCIMIENTO

Alumna: Alejandra Andrade

 Asignatura: Cultura y Valores

                                                                                  Sección: 9

                                                                           Fecha: 20 de sept. de 15

La sabiduría y la búsqueda constante del conocimiento es una de las labores fundamentales dentro de la filosofía y construye además, el objeto primordial del hombre ayudándolo a potenciar sus aptitudes y cultivar el fuero interno, es decir, genera la actividad constante de pensar.

A través de los años, la historia universal ha ido entregando una variada gama de hechos, circunstancias y pruebas documentales que permiten ilustrar que la actividad del hombre como ser reflexivo, ha sido relevante a la hora de ir marcando su destino y forma de enfrentar el mundo que lo rodea. También se presenta frente al hombre un contexto en el cual todo surge a través de reflexiones o interrogantes previas, cuestionamientos que precisan que el mundo es un escenario lleno de alternativas y respuestas a los prejuicios, lo cual pone en acción aquel postulado elemental y universal de la filosofía “Pienso, luego Existo” (R. Descartes).

El texto “La Apología de Sócrates”, expone de manera detallada, la forma de pensar de uno de los filósofos más importantes de la historia y describe una característica fundamental de su manera de ver y enfrentar la vida.

Sócrates era un crítico, un hombre lleno de preguntas y respuestas que manifestaba su constante búsqueda del saber, de la información, de las cuestiones que el mundo ponía a sus ojos y será precisamente esa forma de concebir su contexto la que influirá en el mundo occidental.

Vivimos en un mundo en el cual todo lo aprendimos a través de la experiencia, donde nos preguntamos sobre diversos aspectos de la vida y donde las respuestas a estas interrogantes, las dejamos pasar y no analizamos lo realmente necesario de responder a nuestras inquietudes, buscamos el prestigio y un status pero no anhelamos la felicidad y si la alcanzamos , la tergiversamos.

Esa tergiversación de la felicidad es la que impide la verdadera sabiduría del hombre, no nos dedicamos a cuestionar las cosas de manera detenida y esperamos que sean las cosas materiales las que potencien nuestra vanidad, por lo tanto, al contrario de esto, el hombre, a través de la experiencia que nos deja Sócrates como un cuestionador constante, debe reunir sus esfuerzos por encontrar en el método Socrático, la verdadera herramienta de resolución a sus mundanos problemas, para ello, de la misma forma en que Sócrates enfrento a sus jueces, haciéndoles ver que la única verdad era la falsedad de sus acusaciones, es la verdad que el hombre debe defender con el objeto de que la virtud sea su nobleza.

La obra escrita por Platón nos sitúa en el escenario de un hombre que vivió su vida por y para la verdad, que centró sus intenciones en cuestionar al mundo que le rodeaba, que no temió a defender a muerte sus ideas con el fin de crear las directrices necesarias de cómo ser un buen ser humano, es decir, la postura que debe tomar el hombre actual en la administración de su vida y pensamientos debe considerar necesariamente las influencias Socráticas de ser un embajador de la verdad y el buen vivir, entendido este como la sujeción noble y justa a la integridad y la modestia. No puede existir un mundo sin que lo cuestionemos, no podemos vivir viendo como las cosas pasan sin ser parte de ellas. Es momento de defender los ideales en razón de una motivación que inspire nuestro papel en el mundo.

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