ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

“FILOSOFÍA MEDIOEVAL”

Lodor30 de Junio de 2015

28.609 Palabras (115 Páginas)239 Visitas

Página 1 de 115

“FILOSOFÍA MEDIOEVAL”

OBJETIVO

Al finalizar las actividades previstas, en esta lección, Ud., estará en condiciones de:

Comprender la profundidad con qué la Filosofía Medioeval abordó los tres problemas capitales, de la creación, de los universales y de la razón, desde la escolástica hasta Ockam.

PREGUNTAS DE ORIENTACIÓN. Para estudiar con provecho la lección propóngase contestar estas preguntas:

1) ¿Cuáles son los grandes temas de la edad media?

2) ¿Cómo demuestra la existencia de Dios Santo Tomás?

1) LA ESCOLÁSTICA. (Del griego “Skolastikos”: de la escuela)

Es la filosofía cristiana del medioevo que procuraba fundamentar teóricamente la concepción religiosa del mundo. Servían de base a la escolástica las ideas de Platón y Aristóteles.

La enseñanza se impartía en la escuela de la siguiente forma:

• Lectiones: Lectura y comentario de textos. (De la sagrada escritura. De los escritos de los padres de la iglesia) y las polémicas o debates (disputaciones) de cuestiones importantes.

• Las Quaestiones: grandes repertorios de problemas discutidos, con sus autoridades, argumentos y soluciones.

• Las Summae: grandes síntesis doctrinales (Suma Theologiae de Santo Tomás).

Históricamente la escolástica se divide en:

• Etapa Temprana siglos IX – XIII. Se caracteriza por la influencia del neoplatonismo (Juan Escoto, Anselmo de Canterbury, Averroes).

• Etapa Clásica siglos XIV – XV, en ésta dominó el “aristotelismo cristiano” (Alberto Magno – Tomás de Aquino).

• Etapa Tardía siglos XV – XVI, es una etapa de controversias entre católicas y protestantes.

• Etapa Neo-escolástica siglo XIX, agrupa las diferentes escuelas de la filosofía católica (Tomismo, Platónico, Agustiniana, Franciscana y otras).

Los problemas de la escolástica, son ante todo problemas teológicos, de formulación e interpretación del dogma, que al ser planteados suscitan cuestiones filosóficas.

Tenemos el dogma de la Eucaristía, (tema religioso) que para comprender recurrimos al concepto de transustanciación (tema filosófico).

2) LOS GRANDES TEMAS DE LA EDAD MEDIA

a) LA CREACIÓN. Es el primer problema metafísico de la Edad Media, del que derivan, en suma, todos los demás. La creación no se puede confundir con lo que llaman los griegos, génesis o generación. La generación es un modo del movimiento, el movimiento sustancial: éste supone un sujeto, un ente que se mueve, y pasa de un principio a un fin. En la creación no ocurre esto: no hay sujeto. Dios no fábrica o hace el mundo con una materia previa, sino que la crea, lo pone en la existencia. La creación es creación de la nada.

Dios es creador y el mundo creado.

Esta creación podría ser en el tiempo. Al respecto Santo Tomás considera que la creación es demostrable, pero no su temporalidad, conocida sólo por revelación; y la idea de una creación desde la eternidad no es contradictoria, pues el ser creado sólo quiere decir que su ser es recibido de Dios, independientemente de la relación con el tiempo.

b) LOS UNIVERSALES. Son los géneros y las especies y se oponen a los individuos; el problema es saber qué tipo de realidad corresponde a esos universales.

Los objetos que se presentan a nuestros sentidos son individuos: este, aquel; en cambio, los conceptos con que pensamos esos mismos objetos son universales; el hombre, el árbol.

Las cosas que tenemos a la vistas son pesadas mediante sus especies y sus géneros. Se plantea aquí el problema de saber si éstos son objetivos, reales, o de si son únicamente nombre de las cosas. El realismo extremo sostiene que los Universales son cosas, están en los individuos y existen “antes que las cosas individuales”. El realismo moderado, indica que los universales “existen en las cosas”, es decir, en cuanto tales, son productos de la mente, son algo que la mente hace, pero tienen un fundamento en la realidad. No son las cosas, sino que están en las cosas.

Pero, surgen adversarios a esta Tesis. El Nominalismo, sostiene que los Universales existen sólo en la mente, “después de las cosas” y su expresión es la palabra; Roscelino llega a una pura interpretación verbalista de los Universales; no son más que soplos de la voz.

En la época final de la Edad Media, Escoto retoma el nominalismo y hace muchas distinciones: La distinción real es la que hay entre unas cosas y otras (entre un elefante y una mesa); la distinción de razón es la que yo pongo al considerar la cosa es sus diversos aspectos, y puede ser efectiva o puramente nominal. (Un jarro como recipiente de agua o como objeto de adorno). La distinción formal a parte rei, que viene a ser el principio de la individuación, es decir consiste en ser, esta cosa (Pedro y Paulo son la misma esencia humana, pero cada uno es un individuo, con caracteres propios).

Ockham niega en absoluto la existencia de los universales en la naturaleza. Son creaciones del espíritu, de la mente, son términos (el terminismo). Y los términos son simplemente signos de las cosas. Las cosas se conocen mediante sus conceptos, y éstos son universales. Esto da origen al conocimiento simbólico matemático y a la física moderna.

c) LA RAZÓN. El logos aparece como un motivo cristiano esencial desde los primeros momentos. San Juan el evangelista, empieza su evangelio así: “En el principio era el verbo…y el verbo era Dios”. Esto quiere decir que Dios es, por tanto, palabra, y además logos (razón).

Entonces conviene decir, ¿qué es el hombre? Es un ente finito, una criatura, un ser creado, una cosa entre las demás. Pero, al mismo tiempo, el hombre es logos, fue hecho a imagen y semejanza de Dios. Su modelo ejemplar es Dios mismo.

Si, Dios es logos (razón), según San Juan, y el hombre viene también definido por el logos, hay adecuación entre los dos, por tanto es posible un conocimiento de la esencia divina (Santo Tomás).

Para Ockham, la razón es un asunto exclusivamente humano, es propia del hombre, pero no es Dios. Este es omnipotente y no puede estar sometido a la razón.

Según este planteamiento, la divinidad deja de ser el gran tema teórico del hombre al finalizar la Edad Media, dedicándose al estudio de sí mismo y del mundo.

3) LA FILOSOFÍA ARISTOTÉLICA – ESCOLÁSTICA. La Escolástica no puede renunciar a Aristóteles. La superioridad abrumadora de su pensamiento, sus instrumentos mentales y sus conceptos, son antes que nada una filosofía, una metafísica, pensaba en griego, desde supuestos distintos, no cristianos. Pero es menester adaptarla a los problemas que preocupan a los hombres del siglo XIII. Hay que incorporar la mente aristotélica a la filosofía cristiana.

Esta es la tarea extraordinaria que abordaron y realizaron los dominicos, maestro y discípulo, canonizados por la Iglesia: Alberto Magno y Tomás de Aquino.

a) San Alberto Magno (1206 – 1280). Nació en Lavingen (Suabia, Baviera), de la noble familia de los condes de Bollstaedt. Fue enviado a estudiar a la Universidad de Padua. Ingresó en la Orden de Predicadores a los dieciséis años. Estudió y enseñó en Colonia y después en Hildesheim, Freiburg, Ratisbona, Estrasburgo. En 1240 fue enviado a París para adquirir grados de Teología. Fue maestro regente de la Cátedra de extranjeros. Fue Obispo de Ratisbona y participó en el Concilio de Lyón. Murió en Colonia el 15 de noviembre de 1280.

Por la amplitud de sus conocimientos y la variedad de sus actividades, es una de las más grandes personalidades, no sólo del siglo XIII, sino de la Historia Universal. Fue todo cuanto se podía ser en su tiempo: teólogo, exégeta, filósofo, matemático, fisiólogo, gobernante, predicador, problemista, obispo y santo.

Veamos, ahora algunos de sus conceptos filosóficos:

EL SER. Tiene un concepto jerárquico de la realidad. Los seres se escalonan en tres grandes planos, conforme al grado de perfección de sus formas respectivas:

 Supraceleste, en el cual se halla solamente Dios, ser supremo, simplicísimo, perfectísimo, cumbre del ser y principio de todos los seres.

 Celeste, al cual pertenecen todos los seres compuestos incorruptibles.

 Terrestre, las formas corpóreas resultan de la influencia de la luz solar bajo la acción de la inteligencia más inmediata a la tierra. Son, por lo tanto, de naturaleza luminosa. A esta forma genérica se añaden diversas formas específicas, que determinan la naturaleza propia de cada ser. Al mundo terrestre pertenecen los minerales, las plantas, los animales y el hombre, compuesto de cuerpo material y alma espiritual, por la cual está como situado en la frontera del mundo terrestre y el celeste.

DIOS. Es absolutamente simple, y en esto se distingue esencialmente de todos los demás seres, que son compuestos. Es la verdad suprema y la fuente primaria de toda verdad. Es omnisciente y omnipotente. Su potencia se extiende a todo lo que es posible.

Dios ha creado el mundo directamente y sin intermediarios. Y lo ha creado movido solamente por su bondad, porque es el sumo bien, y, por tanto, ha querido llamar todas las cosas a participar de su bondad inmutable. Así Dios es la causa eficiente, final y ejemplar de todas las cosas.

MATERIA Y FORMA. Todo ser creado es compuesto a diferencia de Dios, que es absolutamente simple (acto puro). Todos los seres están integrados por un doble principio, materia y forma, lo cual se demuestra por el hecho del cambio y del movimiento, pues moverse es

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (183 Kb)
Leer 114 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com