Filosofía antigua

Filosofía antigua.

Periodo cosmológico (filosofía de la naturaleza). Este periodo va del siglo VI al V a.C. Durante esta etapa, la filosofía trata de hallar el principio o los principios constitutivos que explican el origen de la naturaleza y surgen dos corrientes principales: los monistas y pluralistas. Entre los filósofos principales se encuentran Tales, Anaximandro, Pitágoras, Parménides, Heráclito, Demócrito, etc. Se les conoce como presocráticos.

Periodo antropológico (filosofía del ser humano). En esta etapa, que abarca el siglo V a. C., el ser humano comienza a reflexionar sobre sí mismo y deja momentáneamente de prestarle atención a la realidad exterior (giro antropológico).

Periodo ontológico o de los grandes sistemas. Con Platón y Aristóteles (siglos V-IV a. C.) la filosofía griega llega a su plena madurez y, en adelante, todo el pensar filosófico llevará de una u otra manera su sello. Estos dos pensadores se ocuparon de todos los grandes temas de esta disciplina: el ser, el conocimiento, la cosmología o física, la ética, la política y la lógica (esta última en el caso de Aristóteles). Además, crearon dos grandes sistemas: el idealista (Platón), que atribuye valor real a las ideas, y el realista (Aristóteles), que se basa en el valor de la experiencia sensible.

Periodo helenístico (filosofía ética). En esta etapa, que va del siglo IV al siglo I a. C., el interés de los filósofos se centra ahora en cuestiones éticas, pues se vuelve al ser humano, a su interioridad, a su salvación y a su felicidad. Son cuatro las principales corrientes filosóficas del periodo: el epicureísmo (el placer como bien supremo, Epicuro), el cinismo (ideal de la autosuficiencia, Diógenes), el escepticismo (duda de la posibilidad de un conocimiento veraz, Pirrón) y el estoicismo (dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal, Zenón de Citio)

Periodo religioso. Representa la última etapa de la filosofía antigua. Su rasgo característico es la expresión de un fuerte sentimiento místico y un anhelo religioso de salvación. Existieron tres grandes corrientes en este periodo: El misticismo hebreo representada por Filón de Alejandría, quien trata de conciliar el judaísmo con el platonismo, el neoplatonismo representado por Plotino quien, a mediados del siglo III, procura hacer una síntesis de la filosofía volviendo a las ideas de Platón y el cristianismo surgido en el siglo I con la figura de Jesús de Nazareth.

Filosofía medieval.

Patrística (siglos II al V). Su nombre deriva del pensamiento de los llamados «Santos Padres». Representa el conjunto de reflexiones que durante los primeros siglos de la era cristiana realizaron los Padres de la Iglesia ante la necesidad de usar conceptos filosóficos griegos para comprender la verdad revelada, formular racionalmente sus dogmas y defender su doctrina. Destaca, principalmente, Agustín de Hipona, quien elaboró sus aportaciones influenciado por el platonismo.

Escolástica (siglos XI al XIV). Este término proviene de la palabra latina “schola” y se aplicaba a quienes se ejercitaban en la enseñanza en las escuelas monacales (monasterios). El pensador más representativo de este periodo fue Tomás de Aquino, quien recibió una influencia fundamental de Aristóteles, de ahí que el sistema de pensamiento elaborado por Santo Tomás, se le denomine “tomista-aristotélico”. Como sistema perduró hasta el siglo XX.

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