Informe de lectura del mundo de Sofía: “Bjerkely”, “La Ilustración” y “Kant”

Informe de lectura del mundo de Sofía: “Bjerkely”, “La Ilustración” y “Kant”

Bjerkely

     Al iniciar este capítulo se nos habla a profundidad de aquella que tanto enigma consigo traía, pues ahora la historia se empieza a llevar  a cabo desde el punto de vista de Hilde Moller Knag, en principio lo único que se conocía de este personaje era el nombre de su padre y, de algún modo que tenía cierta relación con Sofía por lo que se puede inferir de las postales.

     Ese día precisamente Hilde se encontraba preocupada, pues se hallaba a unas cuantas horas de su cumpleaños número quince, aunque lo que realmente le emocionaba era el regalo que su padre le tenía preparado, pues este desde hace tiempo venía dándole detalles acerca del obsequio.

     A la mañana siguiente, no podía evitar pensar en todo lo que haría durante el transcurso del día, sin embargo hubo algo que la desconcentro, había una caja sobre la mesa de noche, de inmediato se le ocurrió que podía tratarse del regalo de su padre, al acercarse a este lo pudo confirmar, ese era el obsequio. En aquel instante la intriga la obligó a abrirlo a toda prisa, aunque para su sorpresa no era lo que esperaba, su padre le había regalado una carpeta argollada, a pesar de que a primera vista no le interesaba, se decidió por darle una oportunidad y rápidamente empezó a consumir lo que allí se encontraba escrito. Al parecer se trataba de una novela titulada: “El mundo de Sofía”, su padre era el autor del escrito. A medida que leía atentamente cada una de las páginas, le sorprendió encontrar su nombre, en la historia ella era una chica desconocida, aunque por alguna razón Sofía recibía postales a su nombre.

     De este modo transcurrieron las horas, a cada palabra Hilde quedaba más y más absorta en la lectura, hasta tal punto que perdió la noción del tiempo, hasta tal punto que ya no le importaba demasiado que ese día se celebrara su cumpleaños, pues ahora solo le interesaba saber que había ocurrido con Sofía y Alberto en cada capítulo. A medida que Hilde leía cada uno de los sucesos de la novela, no podía evitar asociarlos con los intereses de su padre, pues bien los conocía, asimismo también sabía que a su padre le aficionaba la filosofía, de hecho, en varias ocasiones había tratado de convencer a los maestros de Hilde para que les enseñaran a los estudiantes sobre aquella importante materia.

     Finalmente a aquella joven las ideas empezaron a llegarle, en una de estas se empezó a plantear la posibilidad de que Sofía Amundsen fuese algo más que tinta, empezaba a sentir que realmente existía.  

La Ilustración

     Al día siguiente Hilde se dispone a continuar con la lectura del libro de su padre. Se encontraba nuevamente Sofía hablando con Alberto, esta vez la joven estudiante iba a aprender un poco acerca del periodo conocido como la “ilustración”. En este período de la historia la raza humana se encontraba en ante una difícil decisión, pues su pensamiento se veía fuertemente influenciado por la creencia en un ser superior al que usualmente denominamos “Dios”, no obstante dicho pensamiento no era aceptado por todos, es por esta razón que muchas personas postularon que la razón debía tener preeminencia en todos estos temas, de este modo sería más fácil distinguir lo posible de lo que no lo es. Este pensamiento surgió más precisamente, ya que el cristianismo basaba su postura meramente en la “fe”. Posteriormente se planteó la idea de que los gobernantes necesitaban un pueblo ciego, con esto se hace referencia a la falta de entendimiento sobre los conocimientos de importancia de la época, de este modo les sería más fácil gobernarles, lo que conllevaría directamente a una desigualdad entre la clase alta y la clase baja por los malos mandatos.

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