L desarrollo de la ciencia es un claro indicador del progreso de un país

El desarrollo de la ciencia es un claro indicador del progreso de un país en las diferentes áreas del conocimiento. El desarrollo de la ciencia exige una conjunción de factores tales como: altos niveles de educación, una buena organización administrativa y un presupuesto acorde con los requerimientos para este tipo de propósitos. Colombia ha entendido esta necesidad y ha emprendido un programa de estímulos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, sin embargo, esto no ha pasado de los buenos propósitos ya que el presupuesto considerando el producto interno bruto (PIB) del país es muy precario.

“El gobierno nacional planea duplicar la inversión en las actividades de ciencia, tecnología e innovación, reunidas bajo el acrónimo de ACTI, de 0,5% hoy a 1% del PIB en 2018. Estos recursos ascenderán a $8,8 billones…. De acuerdo con el Banco Mundial (BM), Estados Unidos invierte 2,79% de su PIB en investigación más desarrollo (I+D). En Colombia se llegó a 0,19% en 2014, según el Observatorio Colombiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (OCyT) y el Dane. Por su parte, en Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación (ACTI), los gastos ascendieron a 0,46%.” (Dinero, Dinero, 2015)

Las ahora llamadas potencias mundiales, han entendido que invertir en la ciencia, tecnología e innovación, de la mano de una buena educación, ayudan al progreso del país. En Colombia, tradicionalmente ha invertido mucho en guerra y se espera que mejore su inversión en educación, ciencia y tecnología, una vez que se consolide los acuerdos de paz.

Proporcionalmente a la inversión en educación, investigación y desarrollo tecnológico, está la producción de patentes. Corroborando esta información:

“Uno de los indicadores más relevantes a la hora de analizar el grado de innovación de una economía es el porcentaje de solicitudes y registros de patentes.

Es por ello que la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) publicó a finales de 2016 un informe que detalla cuáles fueron algunas de las naciones más activas en esa materia durante 2015, año en el que fueron solicitadas casi 3 millones de patentes.

Para 2015, cerca del 25% de todas las patentes en vigor en todo el mundo estaban en Estados Unidos y 18% en Japón. Por el lado de las marcas, China posee más activas que ningún otro país: 10,3 millones.” (Dinero, Dinero, 2017)

El proceso para una patente consta de ocho pasos, comienza con la radicación y admisión de la solicitud, luego el examen de forma para verificar que los documentos estén bien, la publicación de la petición en la página web de la Supertintendencia de Industria y Comercio (SIC), la recepción de oposiciones de terceros, la petición de un examen de patentabilidad, el análisis de fondo para ver si la creación tiene un nivel inventivo y la decisión final, que será positiva solo si cumple con los criterios de la SIC. Además, para mantener la vigencia de la patente se debe pagar un valor anual.

“Al año se presentan alrededor de 2.000 solicitudes de patente en el país, y solo una de cada 10 es de un nacional. Del total de este año, 1.110 corresponden a extranjeros y apenas 134, a nacionales, y de las concedidas, 515 son a foráneos y 57 a colombianos….. Para dar idea de los sectores empresariales a los que más se les conceden patentes, en los últimos 10 años el 56 por ciento corresponde a inventos relacionados con ingeniería mecánica; un 21 por ciento, al área de ingeniería química; 7 por ciento, a ingeniería eléctrica; 5 por ciento, a productos de biotecnología; 8 por ciento, a química pura; y 3 por ciento, a química farmacéutica.” (GONZÁLES, 2014)

Esta situación solo cambiará mejorando los recursos en educación en cuanto a estructura y posibilitando una mayor capacitación a docentes, facilitando el transporte y alimentación a los estudiantes, el acceso a la educación superior y como lo veíamos, mayor compromiso de la empresa privada porque los recursos del estado no son suficientes para que haya un cambio significativo en los recursos destinados para la investigación.

La Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia como Universidades públicas más representativas promueven la investigación a través de los grupos de investigación auspiciados por Colciencias, estos grupos están en la categoría A de Colciencias porque mantienen una constante producción intelectual reflejada en textos y artículos científicos, sin embargo, la producción de patentes es escasa.

La UNAL sede Bogotá, patrocinó en cabeza del doctor Manuel Elkin Patarroyo una investigación que pretendía desarrollar una vacuna contra la malaria, la cual requería de unos micos del Amazonas, algunos de los cuales debían ser sacrificados, el Ministerio de Medio Ambiente se negó a dar el permiso para la utilización de los micos con fines investigativos. Pese a muchas dificultades, logró desarrollar la vacuna, la cual donó para el uso de la humanidad evitando muchas muertes en países africanos.

El talento del doctor Elkin Patarroyo se lo disputaron varios países, finalmente aceptó una propuesta de trabajo en un laboratorio español donde las condiciones laborales son muy superiores, siendo este el ejemplo más significativo de una situación llamada “fuga de cerebros.”

Es evidente que Colombia cuenta con personas talentosas, con investigadores brillantes, pero estos no encuentran en el país unas buenas condiciones para desarrollar su trabajo, por lo tanto, pese a querer trabajar por el país, terminan aceptando mejores propuestas en el extranjero con lo cual hallazgos significativos, patentes, etc., terminan con la propiedad intelectual en otros países.

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