La Ley Y Las Resoluciones Judiciales

En el capítulo XXII del libro hablábamos de los problemas relacionados con el proceso de aplicación del derecho objetivo a casos concretos a través de resoluciones. Tales resoluciones pueden ser de tres clases: a) Resoluciones basadas en la ley; b) Resoluciones en ausencia de la ley, y c) Resoluciones en contra de la ley. Desde el punto de vista de la interpretación las que nos interesan son las resoluciones basadas en la ley ya que interpretación es desentrañar el sentido de una expresión y estas suponen la existencia de un precepto por interpretar.

Entonces, cuando un caso esta previsto por la ley, ¿cómo debe proceder el órgano jurisdiccional?

Esta incógnita se resuelve diciendo que el juez esta sujeto a la ley, y Hans Reichel expone una serie de razones para sostener esta posición. Nos dice que la misión de los jueces o lo que es lo mismo la función jurisdiccional consiste en la aplicación del derecho objetivo a casos singulares, por lo tanto, cuando la ley existe el juez debe sujetarse a ella.

También considero que otro de los puntos importantes es en el que nos habla del principio de publicidad del derecho, el derecho debe ser dado a conocer a todos, y el mejor modo de darlo a conocer es escribiéndolo. Pero si este no va a ser respetado por los jueces no serviría de nada escribirlo.

Menciona también que el juez debe someterse a las leyes por que la existencia de leyes generales favorece el principio de unidad del derecho, al contrario de la costumbre que tiende a cambiar en cada región.

Por ultimo nos dice que la mejor garantía de libertad verdadera es el respeto de la ley por parte de los jueces, ya que de esta forma el ciudadano no quedara jamás expuesto a la arbitrariedad o capricho del juez, si no que las resoluciones del mismo estarán fundamentadas en una justicia firme.

Al contrario de la Escuela de la Exégesis, los autores de esta tesis piensan que el sentido de la ley no es la voluntad del legislador o de un solo cuerpo gubernativo, si no que es una voluntad general.

Plantean además que la investigación de la voluntad del legislador nos llevaría a toda clase de absurdos ya que habría que husmear en trabajos preparatorios, proyectos, contraproyectos, anteproyectos, memorias, informes etc., aunque la consulta de los trabajos preparatorios son muchas veces de gran utilidad siempre y cuando se utilicen solo como una ayuda para descubrir el sentido objetivo de la ley.

Si la regla jurídica implicara un querer y no una obligación, no seria una norma autentica. Entonces, el trabajo de los legisladores nos es dar expresión a lo que ellos quieren, si no a lo que jurídicamente debe ser.

LA PLENITUD HERMETICA DEL ORDEN JURIDICO

Con esto quiere expresarse que no hay situación alguna que no pueda ser resuelta jurídicamente. Se ha dicho que cuando no existe un precepto legal que prevea la situación concreta, puede esta ser resuelta de acuerdo con la regla de que todo aquello que no este ordenado, esta permitido. Esto nos llevaría a negar la existencia de lagunas.

A esto Zitelmann nos dice que lo más correcto seria declarar que si en la ley hay lagunas necesariamente, en el derecho no puede haberlas, ya que como hemos visto el derecho no es sinónimo de la ley, si no que esta compuesto también de jurisprudencia, costumbres, principios generales de derecho y principios generales de equidad y de justicia, y que la mayor parte de las decisiones de los jueces deberían descansar sobre juicios de valor.

Zitelmann nos dice que cuando de lagunas se habla hay que distinguir dos casos: el primero esta constituido por la substitución de una regla legal por un principio de decisión que se considera mas justo; el segundo se presenta cuando la regla es mas o menos indeterminada. El primer caso trata de corregir la ley, el segundo de complementarla.

Por ultimo en el presente capitulo se hablo

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