La Muerte, el ciclo de la vida que nadie puede evitar
jpena1983Tarea19 de Diciembre de 2017
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Alumno:
Javier Antonio Peña Torres
Fecha:
Domingo11 de Junio de 2017
Campus:
Ceutec SAP
Asignatura:
Filosofía
Docente:
Noé Alvarenga
La Muerte, el ciclo de la vida que nadie puede evitar
En el primer capítulo del libro estudiado en la primera semana de la clase se refirió acerca del sentido de la vida, que le da sentido a nuestro vivir y cuál es su objetivo. Pero al final de la vida todos nos encontramos con un destino que nadie puede evitar, y es que cualquiera puede mencionar la fecha de su nacimiento pero nadie puede decretar el día que dejara de existir, a menos, claro está, que este pagando una condena y lo lleve a la pena de muerte.
Existen muchas posibilidades y es algo seguro para todo ser humano que la vida llegara a su fin, somos seres mortales y es un ciclo de la vida, pero nadie sabe la forma, el lugar y como dejara de existir en esta tierra.
Sin dar un concepto tan amplio, la muerte es el proceso final de todo ser humano, el día que nuestra existencia es cortada de esta tierra.
La muerte sigue a la vida con tanta seguridad como el día sigue la noche; las personas se preparan para cualquier evento, como por ejemplo todas las personas se preparan para vivir una vejez tranquila pero pocos se preparan para algo que sucederá como mayor certeza que es la muerte.
Existen distintas formas de morir, una persona muere por su vejez de una manera natural, cuando ha vivido una larga y duradera vida; de una manera violenta cuando su vida es arrebatada y la muerte le sorprende; y por un accidente, cuando de una manera desafortunada muere a raíz de esos malos destinos de la vida.
A lo largo de la historia la muerte se concibe cuando el corazón en una persona deja de latir, ya que este se entiende que es el motor del cuerpo. Pero hoy en día, con tantos avances científicos, una persona puede dejar de respirar por sus propios medios y seguir con vida a través de un respirador artificial. Por añadir algo más, también tenemos la llamada muerte cerebral que es cuando la actividad cerebral deja de funcionar.
La muerte debe agradecerse tanto como se agradece la vida, ya que esta es necesaria, si las personas vivieran para siempre tarde o temprano esperarían por llegar a morir, ya que la vida sería algo muy monótono. Las preocupaciones, las cargas de la vida y las dificultades harían que anheláramos dejar de existir como en algunos casos pasan que las personas se quitan la vida a corta o larga edad.
La muerte no discrimina, no hace distinción de cultura, raza, clase social o edad, ella nos despoja de todo.
La muerte se ve de manera distinta dependiendo de la cultura. El budismo ve la muerte como un periodo de descanso, como un sueño a partir del cual la vida recobra energía y se prepara para nuevos ciclos de existencia. No hay ninguna razón para temerle a la muerte, para odiarla o para buscar desterrarla de nuestra mente.
Hay quienes afirman que no le temen y cuando se llega a la vez la anhelan y la reciben con una sonrisa. Pero ¿Qué pasa después de morir o que significa la muerte? Estas preguntas intrigan a filósofos, quienes han debatido, sobre todo el significado de la vida y la muerte. Pues como dijo Seneca, nada es tan incierto como la muerte; y San Agustín menciono que todo es incierto, solo la muerte es cierta.
El filósofo alemán Martin Heidegger definió en Ser y tiempo la muerte como algo que se presenta en el ahora de la vida del hombre. Para este filósofo lo más recomendable es que los seres humanos acepten con conciencia y libertad el camino hacia el final porque al morir el hombre se asegura del supremo poderío de su libertad cierta y temerosa para morir.
Jean Paul Sartre dijo que todo lo que existe nace sin razón, se prolonga en la debilidad, y muere por casualidad. Contrario a lo que Heidegger afirmaba sobre el hombre que solo alcanza la plenitud con la muerte, Sartre no lo veía a este como un ser para la muerte. Para Sartre lo más seguro era que el hombre muriera antes de cumplir su tarea. Entonces la muerte no sería más que una aniquilación que en si no es más que una de mis posibilidades.
Soren Kierkegaard criticaba a aquellas imágenes que mostraban la muerte como algo positivo, que utilizaba una luz para alumbrarla como si se tratara de algo bello, esa imagen que muchos han presentado como si se tratara de que le hombre cayera en un dulce sueño. Al igual que Kierkegaard, Sciacca también mostró su descontento ante la imagen que el hombre había creado de la muerte, lo que le llamo como los disfraces de la muerte.
El Filósofo Michael de Montaigne retomo la frase de Cicerón para concluir que debíamos acostumbrarnos a la muerte. Dice Cicerón que el filosofar no es otra cosa que prepararse para morir, a eso añadió quitémosle lo raro, acerquémosla a nosotros, acostumbrémonos a ella, no tengamos nada tan menudo en la cabeza como la muerte.
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