La decadencia moral del ser humano.

[pic 1][pic 2]Universidad Nacional

Pedro Ruiz Gallo

Facultad de ciencia histórico sociales y educación

Escuela profesional de lengua y literatura

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         Asignatura:             Literatura Universal II

     Docente:                   M. Sc. Daria Nelly Morillo Valle ^[1]

     Alumno:                     Vidaurre Olivos Luis Angel

     Especialidad:              Lengua y Literatura

     Ciclo:                          2021-II

La decadencia moral del ser humano.

Luis Angel Vidaurre Olivos

Uno de los peores males de la humanidad, que siempre ha estado presente, es la guerra, la cual en un principio no era más que peleas entre tribus, luego por conquistas y al final para ganar territorios y poder. Por ello, al abordar este tema, es necesario tener presente las desgracias que ésta ocasiona, debido a que trae consigo pérdidas irreparables, tanto humanas como materiales.

La guerra tiene un significado infausto, por ello la guerra provoca en nosotros emociones y sentimientos encontrados, por lo que ha manera de manifestación, las más claras han sido la literatura y el arte, de allí es que se da la manifestación de acciones de solidaridad y valor con el género humano.

Si bien es cierto, la guerra saca lo peor del ser humano, haciendo que se denigre, se desconozca a sí mismo en sus acciones, de esta manera se da a conocer los instintos más ocultos y primarios que este posee. Ante esto, nos damos cuenta que la guerra es una acción humana destructiva, causada por los intereses de quienes solo piensan en un porvenir favorable, a costa del sufrimiento y perjuicios que ocasiona a los demás, en la cual se beneficia a un buen número de personas, y de alguna manera se intenta justificar que, en la práctica, se han desarrollado civilizaciones, sin tener en cuenta que también muchas han desaparecido a causa de esta.

En cuanto a mi postura, sostengo la idea que la guerra no es justificable de ninguna manera, debido a que deja grandes pérdidas humanas, se altera la vida en su totalidad, haciendo que el miedo y la ansiedad domine a las personas y muchos de los derechos vitales para el ser humano son suprimidos.

Platón estimaba que todo acto a favor de la guerra es malvado, que es injusto atacar y saquear a otros estados, pero aceptaba la idea de que puede haber una “guerra justa” librada por una causa con razones suficientes, cómo resguardar el Estado de una agresión o restaurar la paz, sí bien solo se debe recurrir a la guerra como último recurso.

El tema en cuestión se aborda en la obra “Madre coraje y sus hijos”, del escritor alemán Bertold Brecht, esta obra es una dura crítica a la guerra y a la naturaleza humana en su estado más salvaje. Esta obra se ubica en el contexto de la guerra de los treinta años entre católicos y protestantes, en esas circunstancias, Ana Fierling, quien vendía mercancía de manera ambulante, debido a que buscaba de donde sustentarse para sobrevivir y criar a sus hijos, por lo que en su carromato lleva mercancía para ofrecerle al ejército sueco, de esta manera saca partido a su favor, a costa de la guerra y del sufrimiento.

Esta obra sostiene fundamentalmente la capacidad y astucia de Anna Fierling para afrontar las adversidades presentadas por la guerra, viendo una gran oportunidad de negocio, y aunque sus hijos iban muriendo uno a uno, no se detenía en sus ideales de progreso y supervivencia, pues consideraba que el sobreponerse era más importante que la desdicha que tenía. Madre coraje es la representación de la alianza entre la guerra y el comercio, en el cual la ambición ocasiona daños que son irreparables, pero el esfuerzo de querer sobrevivir es a un costo muy alto, debido a que, a causa de la guerra mueren sus tres hijos en diferentes circunstancias, dos de ellos hombres y una mujer, por lo que debe seguir sola en una vida en la que la guerra parece interminable.

El enfrentamiento del ser humano ante las peripecias y la miseria se ve reflejado en la vida de Ana Fierling que ve como oportunidad la guerra para beneficio propio, que le generaban ingresos para sostener a su familia, razón suficiente por la que se sobrepone tras el deceso de cada uno de sus hijos a causa de la guerra. Ferrero, A (2019) sostiene la idea que las Madres Coraje existen, y continuarán existiendo, porque el afán de supervivencia es algo natural en los seres humanos, y también las dudas y debates internos, sobre lo que debe hacer o no hacer en cada momento resultan inevitables. De manera que, en mayor o menor medida, los humanos continuaremos defendiendo, a nuestra manera, aun a costa de equivocarnos o de pasarnos de egoístas en ocasiones.

Madre coraje carece de un conocimiento objetivo de su propia situación; es consciente de los sucesos que acontecen, pero ve en la guerra una oportunidad para beneficio propio. Esto explica el porqué de su manera de actuar, ya que posee un agudo instinto de supervivencia haciendo que su sensibilidad sea algo secundario, debido a que considera que trunca su afán de progreso, por lo que no se detiene a lamentarse tras la muerte de sus hijos porque ya no puede hacer nada ante lo sucedido y solo piensa en su porvenir.

El hecho de aceptar que existe una “guerra justa” es una equivocación, debido a que nada puede justificar la violencia, que es un primitivo y brutal acto, que además de irracional, es inmoral, y que nunca dará una solución sin dejar daño alguno. Para Muñoz (2019) Las guerras son despiadados negocios que dejan una gran cantidad de damnificados y de lo que se sirven personas inescrupulosas para hacer negocios y enaltecerse. Cada vez que hay una pugna de este tipo es mucha la gente que padece, que lo pierde todo, incluso la vida, pero existe un reducido grupo de personas que ansían que la guerra continúe y de esta forma hacer negocios, aprovechándose del mal ajeno y así favorecerse.

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